Máguez: Los Llanos - La Corona - Guatifay - Los Helechos 06122022

Desde la parada de guaguas junto a la iglesia de Máguez me fui en dirección a la calle Los Llanos, por ella anduve hasta las últimas viviendas del lado derecho, pegadas a la montaña. Hay un camino que se adentra en la ladera, por ese lado, y por él me fui.
La vereda va ascendiendo, poco a poco, por la ladera y hacia la mitad de la montaña, por las inmediaciones de una rofera, aparecen varias bifurcaciones. Yo quería ascender por ese lado y empecé a buscar alternativas, vi un amago de vereda y empece a subir. No fue muy complicado llegar arriba, todo está plagado de verde: veroles, tabaibas, cerrajón, vinagreras, calcosas, espino de mar,… todo el abanico de las clásicas acompañadas de yerbitas coloridas: treinta nudos, lengua de vaca, gamonas, coranzoncillos, jarillas,… en fin una subida entretenida.
Llegue arriba y tocaba dar un paseo por “La Mesa”, esta montaña (no es volcán) es un ejemplo de lo que se ha dado en llamar Relieve Invertido: la acción prolongada de la erosión en el macizo de Famara ocasionó lo que se denomina en Geomorfología una inversión del relieve, proceso en el que, a través de un largo período, se origina un desgaste mayor y más acelerado de las partes que originalmente estaban más elevadas y, por el contrario, una erosión mucho menor y más lenta en las zonas que en un principio estaban más bajas. En la parte alta de la montaña se localiza una potente colada de lava que antiguamente discurría sobre un viejo valle. El paso del tiempo ha desmantelado los relieves que cerraban este lugar, dejando en resalte la colada que actualmente corona la Mesa de Los Llanos, denominada Mesa por la forma del relieve de la montaña.
El paseo por la montaña fue breve porque no hay mucha distancia para recorrer, de nuevo el verde resalta ahora acompañados de bejeques, tasaigos e higos tintos (Opuntia Dilleni) maduros, ganas de parar y comer algunos no faltaron, ecológicos 100% seguro. Las vistas son muy buenas, toda la Vega de Máguez, El Cercado de Los Llanos y el conjunto alineado de volcanes comandado por el de los Helechos y que visitaré mas tarde, no hay mucho sol el día está fresco.
Tocaba descender, la jornada se presenta larga y no es cuestión de entretenerse mucho en cada objetivo alcanzado. Me dirigí hacia la zona rocosa frente al volcán de Los Helechos, de cara a la calle Cuervo que parte de Máguez como prolongación a la de Los Llanos. Descendí por la ladera próxima a ese vértice rocoso, mas cómodo que hacerlo por las rocas como las otras veces. Alcance el camino/calle Cuervo y por el continué hasta alcanzar el pie del Volcán de La Corona, pasadas las aljibes ubicadas en la zona y tras una rofera excavada en la montaña se inicia el sendero.
La vereda parte desde la rofera y al pie del camino y va ascendiendo por la ladera del volcán hasta alcanzar los 430 metros de altura que tiene la pequeña lomita que sirve de observación en la boca del cráter. Es una vereda estrecha y en algunos tramos el vértigo puede aparecer por las dificultades de paso y la altura que vamos cogiendo, pero en general con un poco de calma su paso no debe representar ninguna dificultad. Acompaña el paseo las vistas del malpais que se extiende a partir de su base hasta llegar a la costa y para lo que conviene parar de vez en cuando y observar; lo de parar viene porque mientras se va andando la mirada tiene que ir al suelo para que la pisada sea consistente y asegurada.
Al Llegar arriba tenemos que coger dirección a La Lomita y para ello hay que sortear vallas de tela metálica que circundan las parras del lugar. Hay que acercarse al extremo superior (mas cerca del cráter), donde termina la valla para pasarla y poder continuar por el sendero que asciende.
Una vez alcanzamos su cima podemos ver su particular cráter, la mezcla de colores es particularmente llamativa. Desde aquí se observan unas espectaculares vistas. Hacia el norte, contemplamos la inmensidad del mar junto a La Graciosa y Montaña Clara, mientras hacia el este podremos ver el Roque del Este. Además podremos divisar desde lo alto el cultivo de viñas de esta zona, y la peculiar casa conocida como La Torrecita. En esta zona es probable ver algunos ejemplares de cernícalo (Falco tinniunculus), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) y tal vez algún herrerillo (Parus caeruleus).
El día es festivo y en la boca del volcán se notó, mucha gente paseando e interfiriendo en el empeño de hacer alguna foto para dejar constancia de tu paso por este Monumento Natural.
Concluida esta segunda etapa tocaba afrontar la tercera, la del resto de volcanes que configuran, junto con el de la Corona y La Quemada de Orzola, la serie de volcanes alineados que dieron forma con sus erupciones a este lado del mapa de la isla.
Por la vereda de acceso desde Ye al cráter me fui con la idea de buscar salida por las Montañetas para luego alcanzar la zona de Las Rositas, mas concretamente el acceso a la misma desde la carretera LZ-201.
Me subí al macizo de Guatifay por el camino existente a la entrada de Las Rositas, lo atravesé por la pista que transcurre paralela a la carretera hasta bajar por el otro lado y, por la carretera, acercarme a la entrada de Guinate. Por ella, al desvío hacia las calderas por donde se inicia (ó termina) el camino de Gayo. Subí hasta La Cerca, y desde Las Calderetas continué por el sendero que se adentra entre La Caldera de Los Torres hasta alcanzar el cráter de Los Helechos. De nuevo un parón para observar y reanude la marcha volviendo por el mismo camino de entrada. Nada mas salir de la Caldera de Los Torres cogí un sendero que asciende por la ladera norte del cráter abierto para continuar descendiendo por el otro lado de la ladera, pero ya de cara a Gayo, hasta la pista que atraviesa la zona.
Vistas las calderas de este lado tocaba acercarse hasta La Quemada de Máguez así que continué por la pista hasta Las Fuentes de Gallo, allí pegado a los dos círculos de piedra asciende otra pista y por ella me fui.
La pista asciende, ladera arriba, hasta lo alto del macizo para luego descender hacia el otro lado; desde lo alto se ve claramente un sendero que desciende hacia una explanada frente al volcán: La Caldera. La zona resalta por estar cubierta de cenizas volcánicas y sobre las que emergen el verde de infinidad de calcosas, veroles y demás. Es significativo la cantidad de Lavandas que aparecen a medida que avanzas, una gran colonia y lo mismo, aunque en menor medida, se puede decir de la Tedera.
Al llegar abajo, un poco antes del asfalto, hay un desvío hacia La Quemada de Máguez, me fui para completar el circuito y regrese después de hacer la visita. Mientras venia de regreso observe la “Cueva del Ratón”, ubicada casi en el inicio del desvío y no pude resistir la tentación de hacerle una visita. Se trata de una cueva de entrada baja, de no mucho mas de un metro de altura situada en un hueco no muy profundo, parece ser que tiene una profundidad de unos 25 metros y de altura variable. Sólo me acerqué a su entrada, no había mas intención que curiosearla.
Regrese al camino y me incorpore al asfalto recién estrenado, continué por el hasta la aparición del cartel explicativo sobre la montaña de Los Llanos y, justo a su lado, una señal de tráfico de prohibido el paso da pie a la vereda que desciende del lugar hasta la zona de El Tefio. Me fui por ella hasta alcanzar la carretera y por ella adentrarme en Máguez dando por finalizada la jornada.