Máguez: Los Llanos - Las Calderas - Los Helechos - La Quemada - 02102023

Desde la parada de guaguas junto a la iglesia de Máguez me fui por la calle Luis Morote al encuentro de la calle Los Llanos, por ella anduve hasta las últimas viviendas del lado derecho, pegadas a la montaña. Hay un camino que se adentra en la ladera, por ese lado, y por él me fui.
La vereda va ascendiendo, poco a poco, por la ladera y hacia la mitad de la montaña, por las inmediaciones de una rofera, aparecen varias bifurcaciones. Yo quería ascender por ese lado y empecé a buscar alternativas, vi un amago de vereda y empece a subir. La subida tiene algo de pendiente y marcha sobre picón, mucha veroles refrescando lo seco del entorno acompañan la búsqueda de caminos de subida. Llegue arriba y tocaba dar un paseo por “La Mesa”, esta montaña (no es volcán) es un ejemplo de lo que se ha dado en llamar Relieve Invertido: la acción prolongada de la erosión en el macizo de Famara ocasionó lo que se denomina en Geomorfología una inversión del relieve, proceso en el que, a través de un largo período, se origina un desgaste mayor y más acelerado de las partes que originalmente estaban más elevadas y, por el contrario, una erosión mucho menor y más lenta en las zonas que en un principio estaban más bajas. En la parte alta de la montaña se localiza una potente colada de lava que antiguamente discurría sobre un viejo valle. El paso del tiempo ha desmantelado los relieves que cerraban este lugar, dejando en resalte la colada que actualmente corona la Mesa de Los Llanos, denominada Mesa por la forma del relieve de la montaña.
El paseo por la montaña fue breve porque no hay mucha distancia para recorrer, de nuevo los veroles despuntando es casi lo único verde que se ve acompañados de higos tintos (Opuntia Dilleni).
Las vistas son muy buenas, toda la Vega de Máguez, El Cercado de Los Llanos y el conjunto alineado de volcanes comandado por el de los Helechos y que visitaré mas tarde, el sol empieza a picar y agobia un poco.
Tocaba descender, el calor no ánima a la contemplación y no es cuestión de entretenerse mucho en cada objetivo alcanzado. Me dirigí hacia la zona rocosa frente al volcán de Los Helechos, de cara a la calle Cuervo que parte de Máguez como prolongación a la de Los Llanos. Descendí por la ladera próxima a ese vértice rocoso, alcance el camino/calle Cuervo y por él continué hasta alcanzar el pie del Volcán de La Corona, en las proximidades de La Peña de Afite.
Me desvié a la izquierda y continué por la pista de tierra que comunica esta parte con el asfalto de LZ-201 que viene de Máguez.
Alcancé la carretera de entrada a Guinate y por ella me desvié por la pista que asciende hacia Gayo y que se conoce como El Camino de Gayo.
Ascendí por la pista hacia Las Calderetas, es un edificio volcánico circular formado por varias bocas eruptivas, Las Calderetas. De reducido tamaño y con el cráter poco profundo y espacioso, de no menos de 400 metros de diámetro. Está abierto hasta casi a ras del fondo por su lado mas al Norte, y por su parte Sur tiene otra abertura también amplia y otra mas por el lado que mira hacia la vecina montaña de Los Helechos.
Dejé la pista y nos adentramos en el cráter, lo primero que llama la atención es que su cráter (o cráteres) fueron utilizados con fines agrícolas, se ve en su amplia superficie aplanada huellas de ese uso, hay hasta un taro pequeño y una pista de tierra que lo recorre. Atravesé la caldera principal y me acerque a la secundaria, ubicada mas a la derecha, las dos parecen en realidad una.
Me fui al extremo abierto en su cara mas al Norte para observar Guinate desde lo alto, continue por el borde de la meseta hasta alcanzar la vereda que recorre la pared del cráter que da hacia el pueblo. Ascendí e hice varias paradas para observar el Valle, las laderas que conducen a Gayo y la siguiente etapa en la lista, El Volcán de Los Helechos.
Descendí por el otro lado y acabe en la pista de acceso y en las proximidades de la señalética que explica las características de Las Calderetas. Desde la pista de tierra que continua hacia Gayo subí a una vereda que va bordeando toda la zona previa al volcán para continuar hacia el interior del cráter. En este caso también hay dos calderas: las de Los Torres que es la primera que nos encontramos y de un tamaño pequeño, unos 150 mts de diámetro y la caldera mayor, Los Helechos, de unos 400 mts de diámetro. Esta caldera mayor casi acoge a la pequeña en su escotadura y entre sus paredes crece el helecho que le da nombre al conjunto, el Pteridium aquilinum.
Subí por la pared interior hasta alcanzar el borde del cráter, hoy corría una ligera brisa (no el terrible viento de la última vez) y a pesar de eso el calor ya se volvía insufrible. Empece a ascender despacio pero con la curiosidad necesaria para observar a un lado la Montaña de Los Llanos y Máguez y por el lado derecho el interior del cráter. Hice alguna paradilla para reponer líquidos y para observar los laterales y alcancé la parte mas al sur de la vereda que bordea toda la boca del volcán de cara a Máguez.
Llegue al cilindro de hormigón que marca el vértice geodésico de la montaña y de nuevo una breve parada para respirar, beber, coger algo de resuello, disfrutar del momento y para mirar los alrededores.
Había que descender en dirección a La Pescosa y ascender al cráter de La Quemada pero ya el calor me lo desaconsejaba, así que me fui por la vereda que recorre su ladera hasta alcanzar la que desciende por su frente hasta la carretera que une Máguez con Gayo (calle La Caldera), recorte camino descendiendo la ladera para entrar al pueblo por la calle El Dice y llegar al punto de inicio, la parada de Guaguas.