Máguez - Los Molinos - Peñas de Tao- Las Hoyas 05062021

La última vez que estuve por esta parte de la Isla observé cómo una de esas honduras, Hoyas, se me quedaba pendiente; intente recorrerla pero al final desistí y la deje para otro dia. Hoy doy rienda suelta a esa inquietud y me organizo el día para bajar por ella.
Como otras veces, le busco compañía al itinerario y le añado un tramo por Los Molinos que no había pateado.
Salgo de Máguez, desde la parada de Guaguas (Molina de Máguez) y por la calle Las Casillas me voy en dirección a la montaña de Los Llanos hasta alcanzar el camino que pasa por el Cercado de Los Llanos (Calle Cuervo). Por este camino continuo y paso por el Aljibe situado a los pies del Volcán de la Corona y por la zona de roferas situadas igualmente en la ladera del Volcán y me dirijo al camino que transcurre por Los Molinos con la idea de visitar Los Jameos de la Zona. Es sobrecogedor pasar bordeando esos huecos en el suelo sabiendo que continuan por debajo de donde estas pisando. En principio hay en esta parte tres jameos (El Jameo de Seña Juliana, El Jameo de Tomás Ribera y El Jameo de Frasco Gómez) y por los tres pase y observé lo que pude, desde el último de los tres ya se observa la carretera y en esa dirección me fui. Desde la carretera me acerque al Jameo del Ayuntamiento, el primero de los cuatro que se denominan Los Jameos de Arriba y desde el y por la carretera LZ-204 me fui a la zona de Las peñas de Tao. Por el sendero, ya transitado otras veces, me fui en dirección de la zona de la aljibe para después de un rato de aprovisionamiento comenzar el descenso.
La idea era bajar procurando ir por el centro de la hoya, así que fui zigzagueando de balcón en balcón (nateros) aprovechando los huecos dejados entre ellos. A medio camino me intrigo una especie de enredadera que cubría toda una zona y que después averigüé se trataba de una Brionia, tenia unas bayas redondas del tamaño de una aceituna y que parecían suculentas pero después supe que son tóxicas así que hice bien en no morderlas. Todo lo que se observa es lo mismo que se ve en toda la zona, mucho curro para sacar algo de fruto a esta parte del malpais de La Corona.
Llego abajo, hay una vivienda y su pequeña finca cuidada y queda una parte que ya está abandonada, parras sobre todo.
El siguente paso proyectado era atravesar el tramo siguiente pegado a las peñas que sobresalen en el lado izquierdo de la marcha. De nuevo un hoyo para atravesar, bajar y subir, y al otro lado de la hoya tenía que buscar el camino que atraviesa Las Hoyas, terreno ya conocido de las otras visitas.
Ya en el camino me dirigí a la derecha en busca del sendero que comunica esta parte con la parte de La Peña de Tonico. Aquí y sin saber porque perdí cobertura y la señal del móvil se me fue al carajo. Así que me costo encontrar el sendero pero una vez ubicado en él, ya todo consistía en seguir las huellas y la sensaciones recordadas de las otras dos veces que había pateado por él. Subí al cerro sin muchas dificultades y lo baje al otro lado ya en territorio amigo. De aquí a la carretera y esperar a que llegara el taxi que me acercara a casa.