Mala - Arrieta (Lomo Cumplido - Los Tablones - La Pequena - Chafaríz - Temisa) 21022022

Al macizo de Famara he subido (vivo en la costa) infinidad de veces (muchas, vale) y entre todas las posibles “escaleras” para ascender a la montaña hay dos que aun no había decidido afrontarlas para la escalada. Hoy voy a intentar solventar esa “timidez” y lanzarme al ascenso por Lomo Cumplido en las inmediaciones de la Presa de Mala.
Partí desde Mala y por el barranco del Valichuelo (calle El Cangrejo) me fui en dirección al puente de mampostería que hay al final de la Calle Nuestra Señora de La Merced y que sobrevuela la carretera LZ-1. Pasado el puente me sitúo en el camino que viene del Valle del Palomo (Calle Pleamar) y por él empece a ascender hacia el pie del Lomo Cumplido. Tenia localizado el inicio del sendero que sube por el lomo en la curva del camino pasada la vivienda que se encuentra en él mismo y allí me situé.
Pertrechado con el bastón de “mando” inicie la subida con una cierta inquietud por lo que me pudiera encontrar, pero la misma desapareció pronto; el sendero está bien claro y se nota transitado así que sólo quedaba afrontar la pendiente y proseguir la escalada.
Era muy temprano y el día estaba fresco y tranquilo así que el ascenso lo hice sin agobios de calor ni viento. Alguna parada para observar el Valle Grande y las vistas de Guatiza y Mala y el resto fue tranquilo; muchas tabaibas amargas en flor con su dorado casi brillando y las vistas de la finca de papas del Valle de Mala con un color verde intenso animaba el subir.
La primera parada en condiciones la hice al llegar a un “castillo” , una especie de zona rocosa plagada de tabaibas en la que llamaba la atención los muros de piedras que habían levantado en un tiempo pasado y que no acierto entender para qué. En la ladera que da al Valichuelo por donde transcurre el camino de subida al Valle del Palomo se observan multitud de nateros por lo que deduzco una cierta relación.
Sigo el ascenso y de nuevo me sorprende la presencia de Jarilla (Helianthemum bramwelliorum), hay muchas matillas con esa flor amarilla preciosa con sus estambres a modo de antenas y mirando mas al fondo de todo se observa una especie de cueva situada en la ladera que da a Valle Grande.
Me acerco a la cueva y veo que se trata de una zona excavada donde han extraído rocas pero no logro entender para que, no parece carbonato cálcico (caliche) pero mis conocimientos no llegan a tanto discernimiento y decido dejar la elucubración y continuar la marcha.
Sigo el ascenso y ahora la sorpresa me la dan las cebollas almorranas (Scilla latifolia) que aparecen casi como una plaga. Es sólo un tramo porque sigo subiendo y no las vuelvo a ver.
Ya casi en la “cima” la cosa se complica un poco, aparece el zigzag para solventar la pendiente y el camino casi se pierde sobre una zona rocosa lavada por el agua en su arrastre. Un poco mas y estamos arriba del todo y ya se visibiliza el Volcán de La Corona, la Peña de La Pequena, la del Silvo y todos los indicativos que nos informan que el camino ya pasa a ser en horizontal (o casi).
Estoy en Los Toscones, que es la pequeña meseta que hay nada mas terminar el ascenso, me dirijo en dirección al Rincón de la Moza. Quería bordear este zona del Valle del Palomo y por el acercarme a la Peña de Matamoros, el transito por la parte alta del barranco fue muy agradable, hacia fresquito y estaba lleno de dorados: tabaibas, cerrajón del risco, tajasnoyo, y un sin fin de variantes.
Alcance la vivienda de la zona (la que está sobre las roferas) y desde ella me dirigí hacia la Peña de Matamoros para desde ella pasar a Los Tablones y coger el camino que desciende al Valle del Palomo.
Deje el camino para acortar distancias y me adentré entre las fincas hasta de nuevo situarme en el camino, alcanzado los alrededores de la Peña de la Gallina inicie por la ladera el ascenso hacia La Pequena. Ya arriba tocaba buscar el sendero de bajada por El Agujero hacia Chafaríz, localizado inicie el descenso siempre agradeciendo el fresquito que siempre reina en esta zona y que da como fruto un precioso verdor en el que predominan los Bejeques.
Alcanzo el estanque de Chafaríz y lo bordeo por su parte inferior hasta alcanzar la vereda de acceso a la zona. Llego a la carretera y me voy por el sendero que bordea el barranco hasta el fondo del valle. Continuo su trazado hasta Tabayesco y me voy en dirección a Arrieta atravesando la zona de Trujillo.