Mala - Lomo Cumplido - Los Toscones - Hoya de Castro - Lomo de la Peña - Arrieta 05092022

Desde Mala, inmediaciones de la parada de guaguas Mala Abajo, me fui en dirección a la Calle El Cangrejo para desde ella tomar el camino que esta justo enfrente en dirección al puente de Mampostería. Es un tramo de tierra que enlaza con la calle Nuestra Señora de La Merced y que llega hasta el puente que hay sobre la carretera LZ-1 para luego continuar (calle Pleamar) hacia el Valle del Palomo.
Yo seguí este camino hasta la última vivienda de la zona que está justo al pie del Lomo Cumplido. El objetivo era ascender por este lomo hasta Los Toscones.
Localice el inicio de la vereda y me fui por ella ascendiendo sin salirme del trazado de la misma, hacia algo de viento pero el sol se había escondido para ayudarme en el propósito. La ruta es con algo de pendiente y el suelo es con piedrecitas sueltas, los bastones ayudan en el empuje y en casi una hora de subida, con sus descansos correspondientes, alcancé la parte mas próxima a Los Toscones. Son dos kilómetros, no había urgencia en llegar así que me lo tome con calma.
Tal fue la calma que cuando llegue a la parte mas arriba y empezaba el zigzag (hasta aquí es todo recto) me doy cuenta de que hay una derivación hacia la derecha por la que nunca había pasado, la curiosidad me pudo y me fui por ella. Me ahorré la zona de zigzag en la subida a Los Toscones, que es la parte mas complicada por los resbalones, pero añadí algunos metros a la ruta inicial.
Esta vereda transcurre por el naciente del barranco del Valichuelo (por donde pasa el camino que viene de Mala hacia el valle del Palomo, Calle Pleamar) y es bastante cómoda de seguir aunque algo mas larga, va bordeando La Peñita de Cabrera Peraza, le da vuelta y luego se divide. Parece que continua hacia El Rincón del Valle del Palomo pero yo seguí hacia Los Toscones rodeando La Peñita. Hay varias bifurcaciones pero yo seguí con la idea de pasar por lo alto del Rincón de la Moza y dirigirme hacia la Peña de Matamoros para continuar con los planes del día.
Alcancé la Peña de Matamoros y ahora tocaba descender por su ladera más occidental para visitar una rofera que había visualizado en una salida anterior.
El descenso es entre terrazas por lo que no genera muchas dificultades, se me rompió uno de los bastones y no pude enmendar el roto así que lo guarde y continué con el otro.
Poco a poco se va descendiendo y conseguí alcanzar la rofera que tampoco era para tanto, desde la ladera de enfrente parece otra cosa.
Como ya había pateado por los dos lados del barranco me dirigí hacia la izquierda para hacer el descenso por ese lado que sabia era mas cómodo. Alcancé la vereda bajo la peña de La Iglesia y poco a poco fui descendiendo hasta llegar al cauce del barranco del Valle del Palomo.
La siguiente etapa era ascender por la Hoya de Castro hacia la Peña de La Pequena, tampoco hubo muchas dificultades por lo mismo que antes, nuestros ancestros se curraron un montón de terrazas para su sustento y ahora se lo agradecemos recorriéndolas con respeto y admiración. Alcance una de las veredas, más baja que la última que use la otra vez que anduve por aquí, y continué por ella hasta la pequeña meseta que da término a La Pequena.
La última etapa del día partía de la choza/vivienda que hay en Suerte de Los Negros, desde aquí tocaba descender por el Lomo de La Peña hacia Tabayesco, de nuevo son terrazas, estas mas abandonadas y derruidas por lo que su transito es mas complicado.
Con paciencia buscando siempre la mejor opción fuí descendiendo y en un rato me vi en el camino que rodea La Peña, ya en Tabayesco.
Continué rodeando La Peña por la derecha hasta alcanzar la carretera y la parada de guaguas después e irme por el camino Diseminado de Tabayesco en busca de la zona de Trujillo. Cruce una de las fincas, tuve que lidiar con un perro que me vino a “saludar” y logre alcanzar el cauce del barranco de Seña Luciana en las inmediaciones de la granja de gallinas. La playa de La Garita me recibió con alegría y yo agradecido me cité con ella para un rato después.