Malpaís de Güímar y subida a Montaña Grande 2016-09-20(ferreiro2008)

En esta ocasión madrugo un poquito mas que el otro dia para empezar temprano. Así y todo empiezo más tarde de lo esperado, en la autovia me encontré con grandes retenciones llegando a estar parado en más de una ocasión. Llego al Puertito de Güímar, aparco en la Avenida Cristóbal Colon y me dispongo a realizar esta ruta circular a través del Malpaís de Güímar.
Enciendo el GPS y veo que el sendero pasa a pocos metros del lugar en el cual me encuentro, camino unos metros por una “fallida urbanización” y enseguida enlazo con el sendero. Es temprano. El sol todavía está bajo, con lo cual prefiero hacer la ruta en sentido anti horario, así disfruto de la subida del sol dándome unas vistas diferentes. Sigo paralelo a la costa por la senda perfectamente señalizada pasando por varios tipos de terreno. Durante el recorrido por el malpaís pasamos por unas pequeñas salinas, muy básicas de donde en otros tiempos se extraían pequeñas cantidades de sal.
El sendero en estos primeros kilómetros serpentea por un oscuro caos de lavas negras y restos colapsados de tubos volcánicos que ofrecen acusados contrastes con el azul del mar. Sin duda para mi es la parte más bonita de la excursión. Cuando llevo caminados unos 4 kilómetros toca abandonar la costa e irme acercando hacia la conocida como Montaña Grande, un redondeado cono volcánico de 280 metros de altura donde luego ascenderé. Es la única elevación destacable en el descarnado paisaje de coladas lávicas que hoy recorro. La senda bordea la montaña. La subida a la montaña se divisa perfectamente desde bien lejos, así pues al llegar a la base me tomo con ganas la subida hasta la cima. La dificultad de la subida es la piedrecilla suelta o picón en la cual los pies se entierran que hace que el avance se haga muy lento, a mi me daba la impresión de que intentaba avanzar medio metro con cada pisada pero la piedrecilla resbalaba, el pie retrocedía y solo conseguía avanzar 20 centímetros. Esto me obligó a parar a descansar en más de una ocasión en la subida. Por fin alcanzo la parte superior y observo el cráter. El cono del volcán es asimétrico y en el otro extremo, más alto, está rematado por un vértice geodésico que ya no se encuentra en pie. Decido dar la vuelta al cráter para buscar una bajada, esta zona se encuentra pisada y no ofrece ninguna dificultad. Es un buen mirador y se puede contemplar la Reserva Natural en toda su extensión. La zona se afea un poco con la vista del polígono industrial, pero en algún sitio habría que ponerlo. Encuentro una bajada en zigzag con terreno bien pisado, nada que ver con la subida.
Rápidamente llego abajo, de nuevo me da la impresión que debo tener alguna “piedrecilla” en las zapatillas, toca otra vez descalzarse para sacar lo que haya entrado. Ahora queda poco más de kilómetro y medio para llegar al coche. Una vez llegado al coche deshacerme de lo que me sobra y buscarme un bar para tomarme un café. Bonito y corto paseo que se hace en dos horas, que tanto puedes hacer solo o en compañía. En principio busqué este paseo para realizar en compañía de Laura y Borja (ellos bordearían la montaña mientras yo la subía), pero cuando ayer estábamos en camino para esta zona Borja se puso malo y tuvimos que hacer un cambio de planes.


Datos sacados de una página Web: El Malpaís de Güímar es una Reserva Natural Especial de gran importancia ecológica, declarada zona protegida desde 1987. Es un paisaje volcánico único que se extiende desde Montaña Grande hasta el litoral con 448,5 hectáreas de conos volcánicos y coladas basálticas de gran importancia ecológica. Gracias al clima suave de la zona, se reúnen en este entorno multitud de especies endémicas. Abundan los cardonales y tabaibales; en las zonas costeras dominan la lechuga y la siempreviva de mar; aulagas y cerrillos, en los arenales, y más de 60 especies de líquenes repartidas por todo el Malpaís. El interior del Malpaís está atravesado por gran cantidad de tubos y cuevas volcánicas. La cueva más espectacular es Cueva Honda o Cueva de los Burros, con más de 100 metros de largo y hasta 5 metros de altura en algunos de sus tramos. Para adentrarte en el Malpaís, la mejor opción es recorrer sus senderos y detenerte en los miradores, donde las coladas, cardones y tabaibas, dominan el paisaje. Podrás descubrirlo, poco a poco, disfrutando de un agradable paseo. El paraje está dominado por el cono volcánico Montaña Grande de 276 metros de altura y un cráter de 300 metros de diámetro y una profundidad de unos ochenta metros. Las vistas del Valle de Güimar con el Pico de Cho Marcial desde este sendero son otro aliciente de esta caminata.