Mámoles: Cascada de las Lastras, Molinos del Arroyo de la Rivera

MÁMOLES: Lagares Rupestres, Mirador del Cueto, Cascada de las Lastras de Aguas Bravas. Mirador del Testero del Burro, Fornillos de Fermoselle, Arroyo de la Rivera con sus puentes y molinos.

RUTA NO RECOMENDADA EN EL TROZO QUE DICURRE DESDE EL MIRADOR DEL TESTERO DEL BURRO Y FORNILLOS DE FERMOSELLE, debido a lo complicado que resulta caminar entre la maleza, aunque si la recomiendo por los paisajes que se contemplan.


Mámoles se encuentra en pleno corazón del Parque Natural Arribes del Duero. Es uno de los pueblos de la comarca de Sayago que por su gran valor paisajístico y faunístico forman parte de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza, denominada por la Unesco, Meseta Ibérica.

Iniciamos la ruta en Mámoles, un pequeño pueblo de calles angostas en las que los huertos y las viviendas se entretejen configurando un singular entramado urbano. Vinculado desde antiguo a la cultura vitivinícola, el pueblo de Mámoles cuenta con una cuidada zona de viñedos situados al borde de los arribanzos. También conserva unos antiquísimos lagares rupestres de gran valor etnográfico.
Los Lagares Rupestres son oquedades excavadas en rocas próximas a los cultivos de vid, que se utilizaban antiguamente para pisar la uva o prensarla y extraer el mosto. A continuación el mosto era trasladado a las bodegas familiares y se dejaba fermentar. De ese modo se elaboraban los vinos .Las laderas más inclinadas del arribanzo a lo largo del tramo del río que se dirige al Sur, han estado desde hace mucho tiempo pobladas de viñedos. Estos viñedos como es el caso de Mámoles, pertenecen a propietarios de varios pueblos ya que la zona se considera ideal para producir en ella uno de los vinos más afamados del entorno.
Nos disponemos a visitar dos de estos lagares, primero el Lagar de las Pizarras, que se encuentra en el interior de una pequeña construcción de piedra, actualmente en ruinas, aunque eso si la puerta estaba cerrada con llave y el tejado derruido.
A continuación dejamos momentáneamente el pueblo para dirigirnos al mirador del Cueto, un mirador con expléndidas vistas sobre el Duero, que se encuentra en un pequeño arapil en las afueras del pueblo, además de las impresionantes vistas, existen los restos de una caseta que era el antiguo puesto de vigilancia de los carabineros.
Regresamos al pueblo por un sendero entre cortinas para dirigirnos al segundo lagar que visitamos hoy: el Lagar del Prado del Señor, también con su panel explicativo; este lagar está al aire libre, está excavado en una peña de granito, que se ha aprovechado para labrar el espacio donde se encajaba una viga de madera para prensar las uvas, el mosto se obtenía, no pisando la uva sino aplastándola con una gran viga de madera que portaba una enorme piedra. Su nombre puede hacer referencia a un olvidado santuario rupestre.
Después abandonamos el pueblo por un camino agrícola delimitado desde el inicio por las paredes de piedra, típicas de Sayago, denominadas “cortinas” dirigiéndonos hacia el Arroyo de la Rivera con sus molinos y la Cascada de las Lastras de Aguas Bravas, primero por caminos agrícolas y después por antiguos senderos, hoy en día abandonados, pero se avanza sin dificultad.
Cruzamos el arroyo por una zona donde existen varios restos de molinos y nos dirigimos a la cascada contemplando en todo momento los cortados de la garganta fluvial de los Arribes del Duero

Las escarpadas paredes verticales horadadas durante millones de años por el río Duero, se hacen palpables en esta parte de la ruta. Además, es sencillo ver sobrevolar buitres leonados sobre las aguas y posarse sobre los farallones rocosos. Es todo un espectáculo de la naturaleza que se aprecia correctamente desde el Mirador del Testero del Burro.
El salto de agua formado por el arroyo de la Rivera de Mámoles se desliza entre las formaciones graníticas, desde una altura aproximada de 70 m, para ir a desembocar en el río Duero. En las inmediaciones de la cascada se han labrado unos escalones e instalado unas cuerdas para poder ver mejor el torrente de agua, pero, aun así, no es posible acercarse mucho a la cascada sin riesgo y hay un cartel que prohíbe bajar hasta su base.

Desde el Mirador del Testero del Burro nos aventuramos a ir campo a través por los arribanzos, primero nos asomamos a otra especie de mirador en la zona de la Barranca, posteriormente nos dirigimos a los lugares del Carballal y la Carrasquera, aquí se nos complica bastante el poder avanzar entre la maleza, ya que senderos que antiguamente existían se encuentran totalmente abandonados y cubiertos de maleza, pero vamos avanzando poco a poco, unas veces entre la maleza y otras buscando las piedras mas grandes para ir progresando lentamente, pero siempre con vistas impresionantes de las Arribes del Duero con sus aguas estancas debido al Embalse y Presa de Picote.
Hay gran cantidad de encinas, alcornoques, enebros, escobas, retamas, matorral de pequeño porte, y plantas herbáceas y aromáticas y gran variedad de formaciones rocosas que embellecen el paisaje.
En un recodo espectacular por donde discurría un pequeño regato, entre encinas, alcornoques, piedras y musgo nos disponemos a dar cuenta de las viandas que portábamos, y después de un merecido descanso nos disponemos a seguir hacia Fornillos de Fermoselle. Su nombre proviene de los hornos de cerámica, muy abundantes hace algún tiempo y de los que aún se pueden encontrar algunos restos, Nosotros no vimos ninguno.
Ahora nos disponemos volver a Mámoles por el camino de los Arrieros, que es por donde discurre la Senda del Duero, el GR 14, Después de llevar recorridos 2 kms por dicho camino decidimos abandonarlo e ir por otro camino agrícola hacia Palazuelo de Sayago, pero antes de llegar a esta localidad seguimos aguas abajo el Arroyo de la Rivera. Encontrándonos, multitud de molinos, unos en ruinas y otros restaurados. Y también varios puentes. Destacan los siguientes molinos:

A) Molino de Facundo

B) Molino de Serafín:
Es el molino de planta y alzado más grande del municipio, además de ser el único que posee una cernidora en uso. Cuenta con un soportal abierto, en la entrada, dotado de poyos de piedra, que facilitan la carga y descarga de harina y grano. El agua es retenida en una gran balsa paralela al cauce de la ribera. La entrada de ésta en el molino es doble, a través de dos portones independientes que, cuando son retirados, permiten la entrada de agua en el molino.

C) Molino de los Fraguales

A lo largo de todo el recorrido encontramos una gran variedad de Pozas donde hay cantidad de anfibios y vegetación, Fuentes como la del Sapo, la Senara o la de la Reñidera, , Puentes, Pilas de piedra que los animales utilizan como abrevadero, Molinos.