Manzaneda-as Ermidas

Ruta lineal por lo que es necesario contar con medio de transporte al inicio y al final de la ruta.
Iniciamos la caminata en la plaza del ayuntamiento de Manzaneda para dirigirnos hacia el antiguo poblado de Iberdrola y luego de dejar la aldea de Seoane adentrarnos en unos bosques de castaños que no vamos dejar durante gran parte de la ruta. Abandonamos la pista en las proximidades de la carretera que lleva a las Ermitas para girar a la izquierda siguiendo las marcas de una ruta marcada por el ayuntamiento y que se encuentra totalmente abandonada, para por un camino ancho llegar hasta la zona de O Campo, y antes de entrar en el impresionante bosque que forma la Devesa girar a la derecha por una senda que un poco más adelante toma hacia la izquierda para ir descendiendo hasta cruzar el arroyo de Tintín y siguiendo un camino ancho siempre por zona de castaños alcanzamos el caserio de San Paio. Cruzamos la carretera para coger una senda que nos lleva a unos bosques de robles para alcanzar el camino que desde San Pedro se dirige a Borruga. Pasamos el arroyo de a Mourela para adentrarnos en unos espectaculares bosques de castaños, sin duda es esta zona una de las mayores productoras de castañas de la provincia. El camino se va empinando suavemente hasta alcanzar la aldea de Borruga donde podemos efectuar un descanso para reponer energías.
Salimos del pueblo por el ancho camino que lleva a Cubeiros para posteriormente dejarlo por el margen izquierdo y cruzar el arroyo de Peneda y adentrarnos en una vegetación totalmente diferente dejando por un largo tramo la zona boscosa. El camino va ganando en altura y con ello la panorámica va ganando en vistosidad pudiendo ya ver nitidamente la Estación de Montaña y las poblaciones que se encuentran en sus laderas incluidas Manzaneda y Pobra de Trives y más en la lontananza San Xoán de Río y el alto del Cerengo. Llegamos a la carretera que se dirige a Trabazos la cual seguimos durante escasos 2 kms para llegar a un punto bellísimo como es la Portela do Vento con una panorámica increible de Valdeorras, O Bolo, los montes del Courel y Trevinca.
Este punto bien merece una amplia parada antes de dar inicio a la parte más dura de toda la ruta debido a la fuerte pendiente que alcanza el camino que nos va llevar al Alto da Cruz, sobre todo en su comienzo, para luego ir suavizando y más mitigado por las extraordinarias perspectivas que se presentan ante nuestros ojos en un ángulo de casi 360º. Una vez en el Alto da Cruz ya va ser todo descenso hasta el final de la ruta pasando por la la aldea ya deshabitada de Rebodepó, adentrándonos de nuevo en los bosques de castaños, salpicados de pradería que desembocan en un bellísimo sendero en el que ya podemos encontrar otro tipo de vegetación como encinas y jaras que lleva hasta la que era última aldea del ayuntamiento de Manzaneda, As Escadas. Deshabitada y en ruinas hace años. La senda por la que llegamos se encuentra en bastante estado de abandono por lo cual si no efectúan una limpieza en poco tiempo se volverá impracticabe.Increible que el ayuntamiento no mantenga estos bellísimos rincones en perfecto uso y fomente su disfrute.
La última parte de la ruta discurre paralela al río Bibey por zonas de viñedos y olivares para a escasos metros de su final y en un recodo del camino encontrarnos con la espectacular imagen que forman el Santuario dedicado a la Virgen de las Ermidas y su entorno. Cruzamos el puente y es obligada visita para deleitarse de cerca de tan bella obra de arte y dar por finalizada la ruta.