Mar y montaña.

Se trata de una preciosa y agradable ruta montañera con vistas de los montes del gran Bilbao y del Durangesado, sobre el mar y los acantilados de Astondo y el islote de Billano, visitaremos los retos de un castillo y vamos a curiosear por el interior de las baterías de costa de cabo Billano y a su lado el orgulloso faro, icono del pueblo de Gorliz, llegando a la cima del monte Ermua con sus 292 metros.
Partimos del parking que se encuentra enfrente de la playa de Gorliz por un paseo amplio que pronto nos dejara a nuestra derecha en unas escaleras rústicas de piedra con una barandilla de madera que arrancan en claro ascenso y se introducen en el pinar. A este primer tramo escalonado sigue una parte bastante llana entre la vegetación que de vez en cuando nos permite ver las vistas hacia los acantilados del Cantábrico, continuamos por tramos donde se cierra el cielo por la vegetación y se abren claros donde nos permite ver la inmensidad del mar. A nuestra izquierda, más abajo, veremos las ruinas del fortín de Azkorriaga, hay un cartel anunciador del "fortín a 200 m", hoy destruido casi en su totalidad y que se encuentra en un saliente a unos cuantos minutos andando. Conocido popularmente como (el castillito) o ( el castillo roto), era una fortificación con una batería de costa de unos pocos cañones construidos a finales del s. XXVII en el puntal de Uztrikoetxe ( hay documentos qué lo datan de 1795) para proteger la bahía de posibles ataques piratas, sobre todo de Ingleses, que de vez en cuando hacían incursiones por mar en algunas poblaciones de la costa vasca.
Regresamos por el mismo camino para retomar la ruta que veniamos haciendo, ascendemos de forma brusca dejando la alambrada de la gran finca ganadera de la Diputación a nuestra derecha. La ascensión es bastante exigente, quizá la parte más exigente de toda la ruta, llegamos al alto en unos minutos donde ya podremos ver nuestro primer objetivo, el Faro.
Continuamos la senda bien marcada hasta llegar a un cruce donde tomamos una pista asfaltada que en apenas (20 min) nos dejara junto al faro. Justo cuando empiezan a empinarse los 100 m finales de la subida al faro por la carretera, si nos fijamos bien, veremos a nuestra izquierda, entre helechos, un sendero bastante cerrado por la vegetación que nos acerca directamente hasta uno de los antiguos puestos de batería sitiados bajo el faro. Llega un momento que el caminito se aproxima bastante al vacío, así que por allí hay que ir con mucho cuidado y si se va con niñ@s, mantenerlos controlados. Se trata de los túneles y casamatas de las baterías de costa que estaban instaladas en esa zona y que hasta hace tan solo cuatro décadas estaban aún en funcionamiento. Toda esta estructura está comunicada interiormente por túneles horadados en la roca. Esta estructura bélica fue construida en 1941 por el régimen de Franco y por los prisioneros del bando republicano como protección costera ante una hipotética invasión aliada,ya que a pesar de que España en teoría permaneció neutral en la II Guerra Mundial era manifiesto su apoyo material y logístico a Hitler y al régimen nazi durante la contienda. Temía que los aliados invadieran España por el norte durante la guerra europea y por ello construyeron estas baterías de costa.
Regresamos a los pies del Faro de Gorliz de 21 m de altura, fue construido en 1990 y es regentado actualmente por Bilbao Port, la institución oficial que gestiona los faros de Bizkaia. El faro carece de farero, estando la instalación automatizada funcionando por control remoto, proyecta su haz de luz hasta las 25 millas del interior de la mar. Como curiosidad, debemos decir que el faro de Gorliz es el de mayor actitud sobre el nivel del mar de todos los faros del Cantábrico; 165 metros.
Seguimos adelante por el camino bien indicado y llegamos a una valla entre encinas con una red para evitar la salida del ganado ovino que a veces pasta por estas campas, la abrimos y cerramos para dejarla como estaba y que nuestro paso por esa zona no se note . Vemos los caseríos de Fanos ( casas rurales típicas del País Vasco ) a nuestra derecha y rebaños de ovejas en los pastos bajos, es una imagen pastoril muy bucólica. A partir de aquí entramos en el típico encinar cantábrico, donde las ramas a veces hacen de techado, pareciendo que andamos por un túnel. El mar abajo y el abismo siempre cercano a nuestra izquierda nos acompaña en este tramo de la senda hasta la llegada a nuestro segundo objetivo de hoy. Seguimos nuestra ruta entre esta joya de la naturaleza y sin apenas ascensiones, al cabo de unos minutos llegamos a la cumbre del Ermua mendi ( 292 m. de altura) situada a nuestra izquierda, un poco oculta tras las ramas de las encinas y que si no estamos atentos la podemos superar y nos la dejamos de lado. Son unos peñascos con dos buzones: uno el más antiguo, en forma de casita para dejar la tarjeta correspondiente, el otro, una escultura que imita el faro verdadero que se divisa al fondo. Tras unos minutos contemplando el horizonte e hidratarnos el descenso a Gorliz desde la cumbre lo podemos hacer por el mismo camino por el que hemos subido, pero nosotros cogeremos la pista asfaltada que nos llevará más directos y bajaremos por ella hasta el paseo de la playa para retomar el camino al parking donde hemos dejado la furgo.
Ruta sencilla y con muchas vistas magníficas.