Maravillas del Cantábrico: Picos Candina y Solpico desde Oriñón. ⬆️ Paso del Francés ⬇️ Arcos de Llanegro

Entre Laredo y Oriñón, justo sobre el pequeño pueblo de Sonabia, se extiende uno de los tramos más agrestes y bellos del litoral cántabro. Este impresionante macizo kárstico, que cierra la desembocadura del río Agüera por el oeste, es uno de los sectores más espectaculares con una caída de casi 500 metros sobre el mar. En el sector norte del monte Candina se encuentran dos arcos horadados en plena roca, desde los que se contempla una original panorámica del Cantábrico: se conocen como los Ojos del Diablo o Arcos de Llanegro.
Más sorprendente aún es la única colonia de buitres leonados del litoral, y la más cercana al mar de la que se tiene noticia en toda Europa. Estas rapaces, que eligieron estos peñascos como lugar de residencia, comparten hogar con alimoches y buitres blancos. Por lo tanto, no es en absoluto extraño que se pasen la mayor parte de la ruta sobrevolando nuestras cabezas.

Otro fenómeno de la naturaleza es la Ballena de Oriñón, una pequeña península que a ras del mar se asemeja a una ballena que emerge a la superficie, sólo accesible en bajamar.

Curiosamente, es una ruta muy bien señalizada en su mayoría a pesar de transitar por terreno agreste e incómodo de caminar, aunque en ocasiones hay que pararse a revisar las marcas. Nosotros hemos subido por la cara Oeste para conocer el espectacular Paso del Francés, un sendero muy estrecho que bordea el macizo justo sobre el mar. Luego, las marcas azules nos llevan directamente a Solpico sin apenas dificultades, una trepada un poco aérea a lo sumo.

Las vistas del litoral cantábrico son brutales un día despejado. Por lo que, si no hay una buena previsión meteorológica, ni te molestes en venir.

Con buen día es una gozada.