Marenyà - Puig Segalar - Sant Grau - Garrigoles
near Marenyà, Catalunya (España)
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Derecha
Sant Grau
Aquesta modesta capella romànica es dreça a mig camí del Puig Segalar, enmig de boscos de pins i alzines, i s’hi accedeix fàcilment pel camí que va des de la Creu fins dalt el turó i cap a Garrigoles. Del primitiu temple momés en queda la nau, rectangular i senzilla. L’absis ha desaparegut i en el seu lloc es va aixecar un mur en angle recte respecte els més llargs, que constitueix la façana principal de l’edifici i en el que s’hi va obrir la porta d’accés, de manera que el temple ara està girat, amb la porta a llevant i la façana romànica original convertida en capçalera una vegada tapades totes les obertures. Malgrat que no hi ha dades documentals que ho puguin confirmar, sembla que l’estructura romànica original és del s. XI, mentre que l’actual façana pertany al s. XVIII. Gràcies a la restauració del 1986 es van poder recuperar alguns elements arquitectònics i l’aspecte original de bona part de la nau. Es van tornar a obrir algunes obertures que estaven tapades, finestres i la porta primitiva; fou retirada la capa d’enguixat modern de les parets interiors i la volta i es va refer l’enrajolat del terra. Durant anys l’ermita de Sant Grau ha gaudit de la veneració popular. Des de sempre, sense que es conegui cap període d’interrupció, el dia de Sant Grau, el 13 d’octubre, els veïns d’Albons i rodalies pugen a l’ermita pel vell camí per celebrar la diada. Com que el temple es troba tancat durant la resta de l’any, la imatge del Sant es desa a l’església del poble, però se’l puja expressament aquell dia per celebrar el culte.
Iglesia de Garrigoles
Aunque la advocación a san Saturnino permite suponer un origen antiguo, la iglesia de Garrigoles se documenta por primera vez en 1185, cuando fue donada a la orden del Santo Sepulcro, que debió establecer en ella una pequeña comunidad. Figura más tarde como parroquial, en las Rationes Decimarum gerundenses de 1279 y 1280. El templo es una sencilla estructura de nave única, cubierta con bóveda de cañón apuntado, y cerrada al este por un ábside semicircular, con ventana axial y ligeramente más bajo, y presentado por un doble arco triunfal también apuntado. El único elemento decorativo del sobrio interior es una cornisa que perfila tanto los muros laterales como el cuerpo absidial, en la que apoyan las bóvedas. Hay un coro elevado, de corte clasicista, en el sector occidental. El aspecto exterior del edificio es sólido y compacto, monumentalizado por una gran espadaña de doble piso en la fachada occidental levantada sobre una cornisa plana a doble bocel; cada piso de la espadaña esta formado por dos vanos y tres machones, aunque la diferencia de aparejo permite suponer que el superior (de mampostería bastante tosca) es un añadido postrero. En la misma fachada oeste se sitúa el único acceso al templo, formado por una portada muy austera pero de líneas harmónicas, con tímpano y dintel liso, tres arquivoltas planas en degradación y guardapolvo exterior, que nace de las líneas de imposta. Sobre la puerta se abre una ventana de gran tamaño, de doble derrame y coronada por arco de medio punto. Rompe la simetría de esta fachada un cuerpo adosado en el costado septentrional, que antaño ocupaba casi todo el muro, pero que fue derruido, en parte, durante una restauración llevada a cabo en la década del 1970; este cuerpo debe ser de época moderna, aunque reutiliza parte del aparejo del muro norte original. Al exterior, el cuerpo del ábside está separado de la nave por un muro a dos aguas que supera la altura de cubiertas de ambos cuerpos. En su cúspide se conserva una cruz circunscrita en un círculo, esculpido en piedra caliza. Centrado en este muro, justo en el vértice del tejado del ábside, hay un pequeño óculo. El ábside tiene otra ventana en el eje, de doble derrame y con arco monolítico superior. En toda la fábrica se observa un aparejo en el que se combinan sillares de piedra areniscas y calcárea, de distinto color de manera aparentemente accidental, salvo en las dos primeras hiladas, en que se utilizan mayoritariamente una calcárea a modo de zócalo. En el ábside el material pétreo es homogéneo. Los sillares son de gran tamaño y perfectamente escuadrados, bien pulidos y dispuestos en hileras muy rectas y cuidadas. Se puede ver cómo la piedra más oscura presenta mayor desgaste, sobretodo en la parte de la puerta, en que se ve muy erosionada y meteorizada. Cabe destacar la presencia de un relieve figurativo en uno de los bloques alargados que forman la cornisa del muro meridional, con una figura aparentemente desnuda, muy erosionada. Por la documentación existente y el estilo constructivo se diría que fue erigida a finales del siglo xii o a principios del xiii.
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