Marmolejo - Santuario Virgen de la Cabeza

Ruta bastante bien señalizada, pues forma parte del GR-48, conocido como "Sendero de Sierra Morena" correspondiente a la primera etapa del mismo que discurre por la provincia de Jaén. Según la web oficial:

"Esta primera etapa del GR-48 en la provincia de Jaén parte desde la localidad de Marmolejo y finaliza en el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Un camino tradicional
utilizado por los romeros y peregrinos a lo largo de todo el año, con especial intensidad en los días precedentes al último domingo del mes de abril, fecha en la que se celebra
la multitudinaria romería en el cerro del Cabezo.

El recorrido es claramente ascendente, sobre todo al principio pero ello es recompensado por las bellas panorámicas de la falda de la sierra y el valle del río Yeguas, límite natural
de entre las provincias de Jaén y Córdoba. No olvidemos que nos adentramos en el Parque Natural Sierra de Andújar y en una de sus zonas con más alto valor ecológico por lo que nuestro discurrir por el sendero debe ser lo más respetuoso posible con este frágil entorno.

Los miradores naturales de las Majadillas o desde el cortijo de Navalasno nos han de mostrar la perspectiva en primera persona del paisaje de esta parte de Sierra Morena donde los cauces labran abruptos valles en la roca con laderas pobladas de jarales y encinares.

Esta primera etapa por tierras jiennenses es dura por dos motivos: su longitud sobrepasa la treintena de kilómetros y el desnivel que salvamos supera los trescientos metros.
A buen seguro podemos decir que es una de las más bellas etapas del GR-48 en todos los aspectos y el ascenso al Santuario será un recorrido inolvidable para el caminante"

La ruta es relativamente fácil de seguir, a pesar de existir numerosos caminos, pues se encuentra bien señalizada con marcas rojas y blancas.

Nosotros hemos salido desde la calle del Calvario de Marmolejo, bajando hacia el río Guadalquivir, que cruzaremos por el magnífico puente renacentista existente, en el lado opuesto abandonamos
el asfalto y tomamos la pista de la derecha que sube paralela al margen del río, en dirección a “La Aliseda” y “La Centenera” (J-5001).

Seguimos por la ribera del río hasta que, pasada la central eléctrica y antes de cruzar un pequeño puente, dejaremos el asfalto y comenzará la ascensión por la falda de la sierra que conduce hasta las lomas más altas de La Centenera.

Poco a poco los olivos serán sustituidos por encinas y arroyos, que en estas fechas (afortunadamente) corren alegres. Dejaremos la pista unos kilómetros más adelante, para internarnos en un sendero rodeado entre jaras, que asusta un poco... pero tras esta subida, llegaremos al Mirador de las Majadillas. Nosotros no hemos tenido demasiada suerte con las vistas, pues el día estaba nublado.

Un poco más adelante, retomaremos el camino (con demasiado tráfico para mi gusto, en este caso por culpa de la micología) y poco a poco iremos descubriendo la inmensidad de la sierra que nos rodea.

Habrá que desviarse de este camino en la bifurcación que encontraremos más adelante, siguiendo las indicaciones de "La Aliseda" hasta que lleguemos al acceso al Parque Natural.

Por la entrada peatonal habilitada a la izquierda de la cancela volvemos al camino que girará bruscamente a la derecha ante la caseta, en un acusado descenso por la cañada de la fuente de La Perdiz. En este bello tramo de bajada va a ir apareciendo una vegetación de umbría representada por brezos, cornicabras y quejigos, abriéndose a nuestra izquierda el barranco de Espinarejo y la loma de La Parra.

Y un poco más adelante, por primera vez, podremos divisar nuestro objetivo, el Santuario de la Virgen de la Cabeza, con el valle del Jándula a sus pies.

La pista forestal ha descendido hasta un enclave de pinares, ignorando los accesos laterales nos encontramos de frente con una portera de pilares de granito y un cable grueso que la cierra. Al pasar la entrada, poco después, el camino se bifurca en dos: el de la derecha es por el que se autoriza a las carretas y los vehículos en su peregrinaje al Santuario; a la izquierda, el correcto dentro de nuestra ruta, nos conducirá al itinerario que debemos seguir.

Llegaremos a la bifurcación de la vía forestal donde hay que prestar atención, ya que una pista continúa hacia abajo y otra asciende, por esta última a unos doscientos metros tomaremos el sendero señalizado como vía pecuaria del Santuario y nos separamos por el momento de pistas forestales.

Pronto nos asaltará una cancela verde que habrá que abrir y volver a cerrar. En este punto el sendero se hace bastante pedregoso e incluso se encaja en el terreno por una pequeña cárcava que añade dificultad. El pinar ha sido sustituido por matorral en su mayoría de jara.

En un entorno más adehesado de jóvenes encinas que alternan con dehesas quedará un pequeño abrevadero a la derecha y un atajo que en ocasiones utilizan los romeros. En nuestro caso continuaremos por el camino que marca la dirección y que llanea a la vez que da vista a numerosos
afloramientos de granito rosado que ven la luz por la erosión del agua en las vaguadas. En estos ambientes pedregosos abundan de nuevo los grandes ejemplares de enebro.

De nuevo hay que observar bien las indicaciones ya que nuestro itinerario se saldrá del camino y tomará una senda a la izquierda. A la señalización del GR se une otra añadida de color blanco y verde con la indicación “a la Virgen”. En este tramo se continúa por una senda que puede inducir a equivocación a no ser por seguir la dirección descendente de la vaguada que nos conducirá a una especie de embudo entre dos mayas cinegéticas.

Justo al vadear un pequeño arroyo plagado de juncos y mastrantos arribamos a un camino que tomamos a la derecha unos quinientos metros volviéndolo a abandonar en una curva cerrada para acceder a la portera verde situada a la izquierda, entrada a la finca La Navarra. Los eucaliptos a la puerta del cortijo sobre la loma nos servirán de referencia. Ya en el interior de la finca, un pozo con abrevaderos y dos pilares en un entorno de pastizal donde suelen descansar los peregrinos para que abreven los animales, en su travesía hacia el santuario. Sobre la loma se erige el cortijo de Navalasno Viejo custodiado por grandes eucaliptos.

Continuaremos nuestro sendero dejando a la izquierda el cortijo y al otro lado una nave agropecuaria. Siguiendo el cortafuegos hacia el este, tras caminar 600 m encontraremos la puerta de la Fuencubierta, que nos devolverá a Lugar Nuevo y que dejaremos cerrada a nuestro paso. La senda discurre ahora por una joven dehesa de encinas, atravesando perpendicularmente un camino que ignoraremos siguiendo al frente donde poco a poco se irá encajando buscando el valle.

El último tramo del descenso puede entrañar cierta dificultad por la pendiente y la pedregosidad del sendero que a veces se encaja en el terreno, finalmente llegaremos a un puente de puente de madera.

Al pasar el puente, continuamos por el pinar localizado al frente prestando especial atención a la señalización de continuidad de la senda. El trazado va a ir girando levemente hacia la derecha tomando una loma bastante ascendente, escoltada en ocasiones por muretes de piedra que delimitan la vía pecuaria y que nos conducirá hasta la cancela que enlaza con la pista forestal.

En este último tramo confluye el Camino Viejo o cordel de los Molinos. Este sendero es el camino tradicional de peregrinación desde Andújar hasta el Santuario de la Virgen de la Cabeza, al que llegaremos, finalizando la jornada, un poco más adelante.