Maro, Arroyo Colmenarejo, Pico del Cielo, Cortijo la Sibila, Cortijo Rufino, Nacimiento de Maro

Desde el Nacimiento de Maro, damos inicio a la subida al Pico del Cielo por el cauce del Barranco Colmenarejo el cual abandonaremos a nuestra derecha por el Sendero que asciende ganando altura a los Cortijos de Basilio y de Gómez.

Desde el Cortijo de Basilio las vistas a la Costa, Maro y Nerja ya son llamativas por si solas.

Desde el de Gómez, estás son aún más panorámicas y elocuentes pues el gran angular cada vez es más extenso y abierto.

El Sendero a partir del Cortijo de Gómez es más quebrado y con abundante vegetación rastrera hasta confluir en el carril que asciende al Cortijo de la Sibila, el cual está frente a nosotros.

Estamos en la falda del Cielo, y el Sendero asciende en tramos largos de zigzagueo ganando altura de forma clara y rotunda. Las vistas panorámicas del Almendron, Tajos del Sol, la Costa, Nerja Torrox a vista cenital son espectaculares.

En la cima del Cielo a 1508 msnm la extensión visual, es tremenda y ensoñadora. Panorámicas extensas de todo lo que nos rodea con el Navachica, La Maroma, Altos de la Mina, Loma de la Atalaya y los Pelaos, La Orza y el Espartal, una cuerda circular a vista de pájaro con alturas desde los mencionados 1508 del Cielo hasta los 1831 del Naachica, siendo esta Cumbre la máxima altura de la Sierra de la Almijara, y los 2066 msnm de la Maroma de Sierra Tejeda.

Dejamos el Cielo y por el mismo camino de subida, bajamos al Cortijo de La Sibila, y continuar bajando por el carril, el cual abandonaremos a nuestra izquierda junto a un pequeña nave antigua de depósito de materiales por el sendero del Cortijo de Rufino. El Sendero baja a media ladera entre gran cantidad de vegetación por la cuerda que divide el Río Sanguino y el Barranco del Río Maro para terminar en el Nacimiento de agua de Maro. Manantial que abastece de agua potable esta población y parte de Nerja.

Ha sido un gran día disfrutado junto a dos nuevos amigos (para mi, lo son ya) Carlos y Manolo a los cuales les agradezco su invitación de acompañarles en esta jornada por una Sierra que la conocen como su palma de la mano.

Carlos, Manolo; ha sido un placer. Espero volver a tener la oportunidad de disfrutar de nuevos senderos y recorridos inéditos en vuestra compañía.