Masías de Ejulve - Masada los Barrancos -Carrascas monumentales-Cueva Muñoz-Masada los Barrancos

ANTES DE INICIAR LA RUTA: Las masías de Ejulve se encuentran enclavadas en un territorio protegido por las figuras de Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Reserva de Caza y en un entorno de importante interés medio ambiental, paisajístico y geográfico reconocido por las declaraciones de las figuras de Parque Cultural del Maestrazgo. Cercanas a ellas se localizan algunos de los elementos geográficos más relevantes del Maestrazgo: los Órganos de Montoro, el nacimiento del río Pitarque, el curso del río Guadalope y las Grutas de Cristal de Molinos. Es aconsejable llevar prismáticos ya que las vistas son espectaculares!
¿CÓMO LLEGAR HASTA EL PUNTO DONDE ARRANCA LA RUTA? Las Masías de Ejulve se ubican pasado el punto kilométrico 20 de la carretera A-1702, la cual une Ejulve con Villarluengo y Montoro de Mézquita. Se trata de la carretera conocida como The Silent Route. En este lugar se encuentra una caseta de madera que en tiempos fue punto de información turística pero actualmente se encuentra cerrada. Un poco más adelante hay una señal y un desvío hacia la izquierda que indica la dirección a seguir para ir a las Masías de Ejulve. Se abandona la carretera para tomar una pista de piso muy bueno. Siguiendo siempre la pista principal se llega hasta el punto indicado donde comienza la ruta no sin antes pasar por la Masía el Galán (a 2.52km del cruce con la carretera) cuyos muros se encuentran revocados con cemento. Transcurridos 4.30 km desde el cruce con la carretera se llega a una pequeña explanada junto a la Masía los Barrancos. Aquí se aparca el coche y comienza la ruta.
Tras apearse del coche, se deja atrás la Masía de los Barrancos y siguiendo una pequeña senda se llega a un conjunto de carrascas monumentales que formaban parte de la Masía de los Barrancos. Estas encinas tienen un tamaño que alcanza los 9m de altura y un perímetro de tronco que superan los 3,20m aunque con el temporal Gloria de enero de 2020 se vieron gravemente afectadas. Debajo de ellas se han habilitado varios bancos que sirven de descanso. Después de haber contemplado las carrascas se desanda lo andado hasta la Masía de los Barrancos y justo detrás de este edificio, se toma una senda señalizada con un pequeño letrero. Aquí comienza el ascenso hasta adentrarse en una zona frondosa de árboles y pasar por un puente construido por la propia naturaleza. Este camino conduce a la pista principal por la que anteriormente se ha pasado con el coche y a su vez, a una explanada que sirve de parquin a todos aquellos visitantes que quieren conocer la Cueva Muñoz por lo que si se quiere acortar esta ruta se puede dejar en este lugar el coche.
Junto a la zona de parquin de la Cueva Muñoz hay un cartel que detalla la ruta y además, se han colocado una serie de postes a lo largo del itinerario que van señalizando el camino. Estos postes tienen la nomenclatura "SL-TE 29 Barranco de la Cueva Muñoz" junto a una línea blanca y otra verde ya que en realidad se trata de un Sendero Local.
A partir de este punto solo es cuestión de seguir el camino marcado. Al principio es una pista flanqueada por pinos pero pronto se convierte en una senda zigzagueante. Entre las vistas destaca Avifauna (ruta también disponible en este perfil de WIKILOC) y el Torrejón; un relieve en forma de ruina generado por la erosión de la tierra y del agua puesto que en origen su base se alzaba sobre el fondo marino. Esta ruina es uno de los ejemplos geológicos más bellos e importantes de Ejulve y del Maestrazgo. A lo largo de la ruta hay tramos con piedra suelta por lo que es recomendable tener cuidado para evitar resbalones y torceduras.
Transcurridos 2.5km de la ruta se llega hasta el mirador de la Cueva Muñoz donde hay una serie de bancos para observar el paisaje. Tras detenerte unos minutos, comienza la bajada por una senda zigzagueante con tramos de piedra muy suelta. Al final del recorrido aparece un cruce para bajar hacia el Guadalope y la Cascada de Travertino. Es una opción muy buena para completar el recorrido pero se recomienda hacerla solamente si se está en un estado físico bueno y además, si no se va acompañado de ningún niño ya que el terreno es muy abrupto. Además, al ser una zona de barranco se debe de tener en cuenta la climatología evitando bajar a esta zona si el pronóstico es de tormenta. Además, las señales en este tramo son orientativas pues la duración no se ajusta con la realidad.
Unos metros más adelante se encuentra la Cueva Muñoz la cual sirvió como vivienda por lo que aún conserva el horno y parte de su estructura. Cuenta la tradición oral que en este lugar apartado de los municipios más cercanos vivió un gigante aunque en realidad solamente fue un hombre más alto de lo normal. Al estar viviendo alejado de las urbes y de los recursos que le daba el bosque se le comparó con un ermitaño. Es por esto por lo que a este rincón también se le suele denominar como Cueva del Ermitaño.
Una vez llegados a la Cueva Muñoz solo queda disfrutar del paisaje y volver hacia el coche desandando lo andado.