Masueco-Pozo de los Humos

Empezamos la ruta desde el pueblo de Masueco, donde se señaliza perfectamente el camino a seguir tanto a pie como en coche (si vamos en coche, la bajada al Pozo de los Humos hay que hacerla caminando igualmente).

Por un pequeño problemilla con el GPS, no pude empezar a grabar hasta 5-10 minutos después de haber salido del pueblo. Además, con varias compañías móviles se coge la señal de la antena de Portugal, así que es posible que os quedéis sin internet a no ser que tengáis roaming.

Tras un rato caminando por una senda junto a un riachuelo, llegamos a un pequeño merendero que también hace las veces de parking. El único sitio con sombra de todo el lugar. Junto a él, podremos tomar unas panorámicas espectaculares de la zona.

Pasamos una valla que impide el paso de vehículos y empezamos a bajar al Pozo de los Humos. El sendero de bajada es pedregoso, por lo que hay que bajar con cuidado, sobre todo si ha llovido. En nuestro caso nos sobró sol. A mitad de camino de bajada, decidimos desviarnos por un pequeño camino en busca de una buena panorámica pero después de andar un rato nos dimos cuenta de que no íbamos a ninguna parte así que volvimos sobre nuestros pasos y seguimos descendiendo.

Llegamos al Pozo de los Humos, donde nos recibe una impresionante cascada con 3 pequeños miradores desde donde tomar fotos. A pesar de que había llovido las semanas anteriores, no traía mucha agua. Aún así, las vistas son espectaculares. Hacemos una pequeña parada para comer en el único sitio a la sombra que hay por allí, tomamos unas cuantas fotos y decidimos volver, ya que íbamos con el tiempo contado para ir a visitar otros miradores.

Sufrimos la subida de vuelta debido al intenso calor y al sol y nos sentamos a descansar en el merendero de arriba, donde también tiramos la basura en el contenedor que hay habilitado para ello. Después de recuperar el aliento y el color, nos disponemos a regresar al coche por el mismo sendero por el que vinimos para poner rumbo al Mirador del Picón de Felipe y al Mirador del Fraile, parada obligatoria de este viaje.