8. Matalindo y la sierra del monte Villaneda

INDICE IBP de Dificultad de la Ruta

Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/

El resultado del análisis IBP es de 66 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.

El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 650 metros (superior al que estima Wikiloc).


Seguimos el trazado en Wikiloc de 'Angelbur' ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/villaneda-desde-matalindo-20658461 ) y nos documentamos con su información en 'Sendas de Burgos'. En ella es fácil orientarse porque siempre tenemos los puntos básicos de referencia a la vista: el lugar de origen y destino, el camino casi recto por la cima en el monte, con el borde rocoso cercano, una clara indicación del inicio del descenso, y el valle y la llanura de vuelta a nuestros pies. Así que la atención del senderista queda totalmente libre para empaparse y disfrutar del paisaje.

La ruta parte de la iglesia ubicada entre los pueblos de Cabañas de Juarros y Matalindo, y aparentemente compartida por sus parroquias, en un precioso enclave. Asciende hasta la cumbre del pico Villaneda, dentro de la Sierra del Mencilla, desciende hasta las proximidades de Urrez, y faldea en el retorno por la base del monte a través de dehesas de robles y laderas de brezos hasta Matalindo y, finalmente, el punto de partida.

Dentro del sobresaliente general de la ruta, hay dos aspectos especialmente destacables: el primero es permanente (sólo hace falta elegir un día claro con el cielo despejado); el segundo es probablemente más estacional (desde el final de la primavera hasta el final del verano). Nos referimos, en este orden, a la infinitud del horizonte que se percibe desde la cumbre y a las extensas alfombras de florido brezo en las laderas.

Una vez que se superan las primeras rampas, y a lo largo de varios km, podemos disfrutar con la visión de la interminable meseta burgalesa hacia el oeste y de las lejanas y recortadas cumbres por el norte. Quizá la belleza sobria en los paisajes no tenga la grandiosidad o la magia más ornamentada de las rutas de excelencia, pero ciertamente las panorámicas elevan el espíritu. Pudimos contar al menos 36 poblaciones (incluida la ciudad de Burgos); creo que sin exagerar (y sin la agudeza visual de un lince).

El brezo multicolor era algo con lo que no contábamos y su presencia nos produjo un impacto muy favorable. Tal vez las flores no habían eclosionado aún cuando nuestro "guía" virtual (Angelbur) hizo y documentó la ruta en una fecha más temprana (07/06) que nosotros (03/09). El brezo estuvo presente a lo largo de parte del ascenso y el descenso, y durante todo el regreso, tiñendo el paisaje de rosa y malva (y naranja; empezando a agostarse), en llamativo contraste con el verde de otras plantas.

Todo ello, unido a unos tentadores bosques de esbeltos pinos y helechos a lo largo de la cumbre, y una dehesa de robles centenarios tras el descenso del Villaneda, así como el bonito y bien cuidado pueblo de Matalindo (por Cabañas no pasamos caminando), hace de ésta una excursión muy atractiva y disfrutable. Da pena que se termine... Y, además, está relativamente cerca de la ciudad, no es dura físicamente, y tiene fácil orientación.