Matallana de Torío-Faedo de Orzonaga-Llombera de Gordón-Cueto San Mateo (1.609 m.)-Vega de Gordón.

Actividad realizada por el G.M. Torreblanca

En el día de hoy realizaremos una travesía entre las cuencas de los ríos Torío y Bernesga que nos permitirá conocer, en gran medida, dos de las rutas más clásicas de esta zona de la montaña leonesa. Nos referimos, por un lado, a la ruta del Faedo de Orzonaga, en la vertiente del Torío; y a la ascensión al Cueto San Mateo, en el valle del Bernesga y tierras de Gordón. Eso sí, en ambos casos contemplaremos sendas variaciones sobre los puntos más habituales de comienzo/final de dichas rutas. En lugar de adentrarnos al Faedo de Orzonaga desde el pueblo homónimo, partiremos de Matallana de Torío a buscar un senderillo más “montaraz”. Y finalizaremos en Vega de Gordón, pueblo menos utilizado que La Pola de Gordón ó Santa Lucía para hollar la cumbre del Cueto San Mateo, pero con senda de acceso más preciosa e interesante.

Comenzaremos la ruta en el barrio de La Estación de Matallana de Torío (1.022 m.). Tras cruzar el río Torío por la carretera de acceso a Orzonaga, nos desviaremos a la izquierda por una pista que discurre en paralelo al río en dirección Sur. En realidad, esta pista es un tramo de la Vía Bardaya, el trazado de un antiguo tren minero que transportaba carbón desde la mina Bardaya. Tras unos 700 metros aproximadamente, estaremos atentos para abandonar la pista e introducirnos hacia la derecha para acometer directamente la subida al collado del Horno. Cruzaremos un prado por la servidumbre de paso y, tras superar los restos de una instalación minera, buscaremos la trocha que, con fuerte desnivel, nos encumbra a lo alto de la sierra, enlazando con la pista que procede de Naredo de Fenar. Continuando por ella hacia la derecha ( NO), pronto alcanzaremos el collado del Horno, a donde llega también la ruta de acceso más habitual procedente de Orzonaga.

Desde el collado podríamos continuar directamente por el camino superior hacia el Faedo, pero iremos por el camino inferior hacia el señalizado mirador “Eterno Secre”, terraza de gran visión sobre Orzonaga, que los vecinos de este pueblo minero construyeron en el año 2021 en memoria de José Fernando César Carrera, miembro de la Junta Vecinal. El pueblo de Orzonaga cuenta con una insólita leyenda… Se dice que en el año 1928, un muchacho de la aldea bajó aterrado del Faedo, donde guardaba las vacas, asegurando haber visto un elefante, que seguramente se hubiera escapado (durante una tormenta excepcional) de un circo ambulante que actuaba en León capital. La gente del pueblo fue entonces en busca del elefante, del que nunca más se supo. Pero eso sí, la tradición pervivió, y aún hoy en día, los habitantes de Orzonaga siguen organizando la “cacería del elefante” como evento festivo anual. Nosotros nos conformaremos con tratar de avistar al paquidermo desde lo alto de este excelso mirador.

Retomaremos nuevamente el camino para auparnos a lo alto del cordal por una cómoda pista, hasta llegar al refugio Cimero, buen lugar para hacer un descanso pero que, lamentablemente, ha sufrido un incendio hace algún tiempo que ha hecho desaparecer su techumbre. Ya sólo nos queda caminar un poco más para llegar al collado Cimero, desde donde se nos abre la vista, y ya podemos divisar las cumbres del Pico del Águila, el Alto La Cerra y, aún bastante lejos, el Cueto San Mateo. A nuestras espaldas destaca, sobre manera, el pico Correcillas o Polvoreda, entre otros.

Tras recorrer toda la loma del collado Cimero, ya intuimos la entrada al Faedo de Orzonaga, hacia donde nos conduce la senda. Sin embargo, haremos un pequeño rodeo para adentrarnos en él, y disfrutar de otro acceso “alternativo”. Nos dirigiremos a la izquierda, siguiendo las señalizaciones hacia Candanedo de Fenar y la Cruz del Pastor, y llegaremos a esta última, lugar donde falleció, el 8 de Diciembre de 1913, a los 16 años de edad, el joven pastor Leonardo Viñuela. Desde este punto, iremos ascendiendo, atendiendo a los diferentes desvíos existentes, hasta acabar coronando por una pequeña senda el Pico del Aguila (1.364 m.), cumbre de nula visibilidad y escaso interés montañero, al estar tomada por un bosque de robles. Sin embargo, este pico tuvo su importancia al ser uno de los muchos baluartes que se establecieron en la Maginot Cantábrica, la línea defensiva creada por las fuerzas republicanas para frenar el avance rebelde durante la Guerra Civil. Hoy día aún persisten en esta cumbre los restos de las trincheras excavadas en esa época.

Desde el Pico del Águila descenderemos ya directamente para adentrarnos en el pequeño pero bellísimo Faedo de Orzonaga, el cual dicen que es el hayedo más meridional de la Cordillera Cantábrica. Este hayedo está dividido en dos “porciones”, estando la parte intermedia despoblada de árboles, por lo que desde ella volvemos a contemplar, hacia el Este, otra preciosa estampa sobre el pueblo de Orzonaga. Una vez cruzado y disfrutado el hayedo en toda su extensión, saldremos a la pista de acceso de Orzonaga a Llombera, y nos dirigiremos a este último pueblo tras cruzar el collado Gudina, punto en el que abandonamos las tierras del Torío y entramos en términos de Gordón.

Tras cruzar la pequeña carretera minera que une Candanedo de Fenar con Santa Lucía de Gordón, accederemos a Llombera de Gordón (1.240 m.) por un pequeño senderillo que se acerca hasta sus vegas. Una vez en este pueblo, comenzaremos la segunda parte de la travesía, saliendo por la parte alta de este hacia la fuente del Pando y el collado Gustillo, a los pies del Alto La Cerra. Desde este collado ya vemos con claridad lo que nos resta para ascender al Cueto San Mateo: seguiremos la pista en trazado prácticamente horizontal, desechando el desvío a la izquierda que desciende a Samés, y acomodándonos los más posible a la derecha. Al llegar a una explanada de la mina de Santa Lucía, en lugar de ascender por la izquierda a través de Collalampa, seguiremos la pista por la derecha hasta finalizar en un talud minero. Desde aquí ya nos alzaremos, por el crestón NE que parte de la cumbre, a atajar el sendero balizado que en cómodo ascenso nos aúpa hasta el Cueto San Mateo (1.609 m.). A pesar de su modesta altitud, esta montaña se erige como una gran atalaya que domina todo el valle del río Bernesga, pudiendo divisarse desde ella la incipiente meseta sureña con La Robla a sus pies e incluso León capital, así como una inmensidad de montañas en derredor: Fontañán, Amargones, Pedroso, Cirbanal, Ubiñas, Brañacaballo, Fontún, Bodón, Correcillas, Valdorria, Peña Galicia, Peña Corada… Pero quizás lo que más nos impacte es visualizar a nuestros pies la enorme cicatriz creada por el hombre representada en la mina a cielo abierto de la Hullera Vasco Leonesa de Santa Lucía, a modo de gran anfiteatro.

Desde el Cueto San Mateo descenderemos por la vía normal de la cara Oeste hacia el collado existente a sus pies, pasando al lado de la Cueva de San Mateo, lugar escogido por este monje para dedicarse a la meditación, como buen eremita que era. Continuaremos el descenso, no sin antes advertir que toda esta zona ha sido recientemente adaptada para la práctica de BTT, por lo que nos encontraremos senderos de nuevo cuño que podríamos utilizar esporádicamente, aunque el track descrito discurre por los caminos tradicionales. Una vez alcanzado el collado del Cueto San Mateo, giraremos hacia la derecha, para continuar, primero hacia el Norte, y luego hacia el O-NO, por todo el cordal del Alto del Rasón. Debemos evitar todo desvío a la izquierda (que nos conduciría hacia La Pola de Gordón), y a la derecha (que nos llevaría a Santa Lucía), para seguir en la misma dirección hasta el Chano Luteiro, lugar donde encontraremos una portilla y alambrada, que no debemos cruzar.

En este punto, buscaremos a la derecha los jitos que, bordeando la Cimera del Chano Forcón, señalizan el bonito camino de descenso hacia Vega de Gordón, población que llegaremos a divisar ya en todo momento una vez doblemos dicha elevación. Este sendero discurre en traza en diagonal por toda la ladera que vierte hacia el valle del río Bernesga, que recibe el nombre de El Abesal. Una vez a la altura del río, la senda transcurre por un pequeñísimo sedo para, después de cruzar el Bernesga, llegar a las vegas del pueblo. Tan solo nos quedará cruzar las vías del ferrocarril y la N-630 para finalizar esta travesía en el bar de Vega de Gordón.

Vías de escape

• Al tratarse de una travesía, debe realizarse íntegramente esta, aunque las dos cumbres programadas pueden ser obviadas y continuar el trayecto sin ascenderlas.

• No obstante, al no tener la travesía dificultades especiales, cabrían multitud de vías de escape llegado el caso. La principal sería realizar la mitad de recorrido, finalizando en Llombera de Gordón. En la primera mitad de la travesía hasta Llombera, y en función del punto donde realizar el escape, se podría optar por desviarse hacia el pueblo de Orzonaga, o cualquier otro pueblo del valle de Fenar (Robledo, Solana ó Candanedo de Fenar). En la segunda parte de la travesía (a partir de Llombera), lo mejor es continuar hacia Vega de Gordón, cabiendo la posibilidad de utilizar vías de escape más rápidas a la Pola de Gordón (principalmente) ó Santa Lucía de Gordón. (G.M.Torreblanca)

Tipo: Indefinido
Hora Inicio: 9:55 5 nov. 2023
Hora Fin: 16:59 5 nov. 2023
Distancia recorrida: 19,2 km (07:03)
Tiempo en movimiento: 05:41
Velocidad media: 2,71 km/h
Vel. en Mov.: 3,37 km/h
Velocidad Máxima: 6,97 km/h
Altura Mínima: 989 m
Altura Máxima: 1571 m
Velocidad Ascenso: 298,5 m/h
Velocidad Descenso: 330,1 m/h
Ganancia Altitud: 866 m
Pérdida Altitud: 834 m
Tiempo Ascenso: 02:54
Tiempo Descenso: 02:31