Mazarrón (Ramblas de la Rata y de Los Molares)

En un primer momento ideé la ruta manualmente, aprovechando un poco la experiencia de otra ruta que transcurre cerca, la de las ramblas de la Alameda y Los Molares; de hecho, la segunda parte de la nueva ruta va por el lecho de ésta. Ambas ramblas son fácilmente practicables, umbrosas y de fácil continuidad.
Peeero: la rambla de la Rata no tiene nada que ver con aquéllas. Escombros, densísima maleza, nos obliga a, no sin dificultad, buscar por sus márgenes caminos y rastros de senderos (hay uno, bastante desusado, en la parte alta de la rambla, frente a un bancal en el otro margen, que a primera vista pereciera una camino, que se inicia en su margen derecha, luego la cruza, y sigue por su izquierda). Casi al final y poco antes de llegar al camino que bordea todo el macizo del Lomachón, alcanzamos una escalonada zona de repoblación forestal, que nos dará un respiro tras el tramo tan “salvaje” que hemos pasado.
Llegados al camino, lo seguimos hacia la izquierda, buscando el punto de inicio de la rambla de Los Molares... que ya es otra cosa (aconsejo tomar el ágape en una pequeña anchura en su margen derecha, bien arbolada, unos metros por encima del lecho de la rambla y del inicio de la misma). Sin apenas dificultad, nos llevará hasta otro camino, que hemos de seguir hacia la izquierda y que tras alcanzar una pequeña altura, nos permitirá ver gran parte de la rambla de Valdelentisco y el gran convento que al otro lado de la carretera se alza, así como alcanzar el punto de inicio de esta ruta.
El coche se puede dejar, junto al cañaveral que hay en la rambla de Valdelentico. A este lugar se accede desde la carretera Nacional 332 que une Cartagena con el Puerto de Mazarrón, a unos centenares de metros de la ermita de la Esperanza. El acceso está señalizado (“Rambla de la Rata”).
No es una ruta de masas, sino más bien de curiosos a los que no les importe volver a casa con algunos rasguños.