Mediana de Aragón- Nacimiento rio Ginel-Ermita de la Magdalena

Mediana de Aragón es un municipio de la provincia de Zaragoza, ubicado en la comarca de Comarca Central, a unos 30 km de la capital, antiguamente Celtiberia (siglo XIII a. C.). Está situado al sureste de la comarca. Del óvalo elevado donde confluyen la autopista autonómica ARA-A1 y la carretera N-232, parte la carretera autonómica A-222, en dirección a Teruel por Belchite y Utrillas, y a la altura de cuyo pk 8 se encuentra la intersección en diamante desde la que se accede a Mediana. Las principales actividades son la agricultura y la ganadería, sobre todo ovina.


Rio Ginel.

El río Ginel es un corto río de la provincia de Zaragoza, afluente del Ebro por su margen derecha.

Nace cerca de la ermita de María Magdalena (La Malena) en Mediana de Aragón, riega Rodén y afluye al Ebro cuando pasa por Fuentes de Ebro, a unos 8 km de Mediana. Riega los campos, la mayoría de alfaces (alfalfa), de Mediana, Rodén y Fuentes de Ebro.

En la vega del río Ginel tuvo lugar el asentamiento ibérico de Los Castellazos, zona que según los investigadores fue de las primeras en las que se desarrolló la agricultura de regadío en el Valle del Ebro.

El río Ginel es un corto afluente del Ebro, de tan sólo 17 kilómetros de longitud, y que transcurre íntegramente en la Comarca Central. Concretamente por los municipios de Mediana de Aragón y Fuentes de Ebro, donde desemboca. Se trata de un río bastante caudaloso para nacer en medio de un terreno estepario. Brota de una fuente, quizá la única de estas características en toda la comarca.

El nacimiento del Ginel se ubica a los pies de la Ermita de La Magdalena, o La Malena, como la nombran en el pueblo, a unos cinco kilómetros al suroeste de Mediana de Aragón. Al paraje se accede desde la carretera A-222, que une la N-232 desde El Espartal con el pueblo de Belchite. A unos 7 kilómetros de la rotonda que da acceso a la carretera se ubica el desvío a Mediana de Aragón, desde donde está indicado el camino hasta la ermita de La Malena. También se puede acceder a Mediana desde la carretera que, partiendo de Fuentes de Ebro, cruza por Rodén hasta la localidad, atravesando todo el valle del Ginel.

Tras un buen recorrido por caminos, a rato asfaltados, a rato no, se llega a la ermita, reconstruida por la Dirección de Regiones Devastadas durante los primeros años de la dictadura. Con esta información ya deberíamos intuir que este territorio fue escenario de importantes batallas durante la Guerra Civil, y así es. Las diferentes incursiones, ora de los republicanos, ora de los sublevados, sobre el pueblo de Mediana de Aragón, en el marco de la Batalla de Belchite, hicieron mella en la ermita, que quedó destruida.

El entorno es desértico, con altozanos, lomas, vales y vericuetos. Una primera inspección ocular del terreno nos hace imaginar fácilmente cuáles fueron los lugares en los que se fraguaron las escaramuzas y se picaron las trincheras, que todavía pueden verse. La contienda por conquistar el punto elevado del Sillero, de 696 metros de altitud, y que domina las tierras tanto de Valmadrid al oeste como del pequeño valle del Ginel al este, haciendo frontera con el Campo de Belchite, supuso innumerables bajas y continuas idas y venidas del frente.

Desde la ermita de la Malena, donde podemos aparcar el vehículo, se abre un pequeño pinar al este. Allí se inicia un camino que nos lleva directamente en un pronunciado descenso hasta el nacimiento mismo del río Ginel, a 320 metros de altitud sobre el nivel del mar. El agua brota en el interior de una caseta desde la que se toma el agua de boca de Mediana de Aragón, aunque algunos metros más arriba, una barranquera intuye que la cuenca se extiende unos centenares de metros más, a juzgar por la vegetación de ribera y por la caída de la loma sobre la que se ubica el pinar contiguo a la emita.

La ermita de la Malena fue, como decía, un punto estratégico en las diferentes luchas por la conquista del Sillero, en las que participaron varios batallones de Marruecos, y cuyos muertos siguen enterrados en las cercanías; ya que suponía el control del agua, tanto para abastecer a las tropas, como para cortarle su suministro al enemigo. Y es que el constante brotar de las aguas del río Ginel hace que a los pocos metros de su nacimiento se vislumbre un entorno muy fértil, que contrasta considerablemente con la sequedad desértica característica del sur de la comarca.

Aprovechado en casi su totalidad, el río Ginel atraviesa y riega un fértil pero corto valle en el que la alfalfa es la gran protagonista. Horada un territorio de casi 700 km² y hace contrastar el verde fondo del valle con los secos altozanos que lo protegen. Dominarlo desde la loma al norte de Rodén, junto al asentamiento íbero del Cabecico de la Horca o del Morrudo, es toda una delicia. Aconsejo hacerlo al atardecer.


Ermita de la Magdalena.

La ermita de Santa María Magdalena está situada a unos 3 km del pueblo y es lugar de nacimiento del rio Ginel. Es, principalmente, un enclave lúdico que se presta a la convivencia y al reencuentro con el medio ambiente. En sus salas se celebran todo tipo de celebraciones: bautizos, comuniones, comidas de amigos y familias.
Consta de dos cuerpos diferenciados: el templo de estructura medieval, con terminaciones que asemejan arcos fajones góticos, resultado de sus varias reconstrucciones, cubierta con tejado a dos vertientes con doble cúpula y cupulín en la cabecera, profusamente decorada. Mantiene un retablo clasicista en deficiente estado dedicado a la santa. En el ábside figura una placa en la que consta que fue restaurada por Regiones Devastadas en 1947. El otro cuerpo, de estructura moderna, está destinado a albergar a los romeros en la fiesta lúdica. Dos pisos con amplias salas dotadas de alcobillas para hacer fuego, cocina y baño para necesidades de las concentraciones populares. En el exterior, hay asadores y una amplia plaza que se hace pequeña cuando llega la fiesta. Allí nace el río Ginel "como de una muela de agua", como citara el viajero Ponz en el siglo XVIII.