Costa Cantábrica de Galicia. Etapa 2: Ortigueira. Mera ~ Espasante.
near Mera, Galicia (España)
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Trail photos
Itinerary description
En esta segunda etapa iremos desde Ponte Mera hasta el puerto de Espasante, un trayecto de más de 30 Kms predominado en su mayoría por asfalto.
Comenzamos paralelos a las vías de tren hasta alcanzar el apeadero de San Clodio, un camino estrecho y asfaltado con vistas a los prados que en esta zona forma la ensenada de Mera. Un tramo de carretera general nos acerca al lugar de A Sortella donde nos desplazamos para conocer el interesante Muíño de marea de Pol, que se encuentra en una pequeña ensenada donde desagua el río Mayor, entre las parroquias de Santiago de Cuíña y San Xulián de Senra, merece la pena acercase.
Otro par de kilómetros de carretera y alcanzamos el Paseo Marítimo de Ortigueira que rodea esta hermosa e histórica vila de Santa Marta, que bien merece un distendido paseo pues tiene mucho para conocer y disfrutar. Recomendable subir al Campo da Torre, un emplazamiento castreño con restos de una fortaleza moderna que sirven de base a un molino de viento desde donde se obtienen unas espectaculares vistas de la ría.
El Paseo Marítimo forma parte de la Senda Azul que tras unos 5 kms llega a la playa de Morouzos. Pasamos el puerto, los jardines del Malecón.... y seguimos hasta dar con unas escaleras de madera que nos conducen al sendero que nos sorprende gratamente luego de tanto asfalto. Una arboleda junto al mar que desemboca en un paseo de madera que se pierde al alcanzar las dunas y Praias de Cabalar y Morouzos. Este arenal de casi 3 kms de longitud esta rodeado por un extenso pinar y se encuentra en las proximidades del estuario del río Baleo, formando una barrera natural en la desembocadura de la Ría de Ladrido.
Seguimos la prolongada lengua de arena que forma la playa hacia el Este, en este punto nos encontramos frente a la Isla de San Vicente, a la cual se puede acceder si las mareas lo permiten. Una panorámica espectacular!
Subimos entre las dunas hacia el piñeiral de Morouzos, famoso por ser el lugar donde se celebra el Festival Internacional de Ortigueira y que cada mes de julio se llena con las tiendas de camping de los miles de amantes de la música celta folk.
Volvemos al asfalto, pasamos los lugares de Lagares, Contiñadona, A Carmona y O Barral, en este último volvemos a salir a la carretera de la costa que tenemos que seguir durante casi 5 kms y siempre con precaución, especialmente al cruzar el puente sobre el río Baleo. Tras cruzarlo avanzamos unos metros más y tomamos el primer desvío en Pormadeira.
Al llegar a Os Rubidos nos dirigimos primero hacia el Embarcadoiro do Ladrido y luego hasta la Pena do Xuncal, desde ambos sitios la panorámica es preciosa, distinguiendo buena parte del trayecto recorrido.
Al llegar al lugar de Os Castros hacemos un rodeo a la pequeña península donde se encuentra Punta do Carneiro, desde aquí semeja que casi podemos tocar la Isla de San Vicente, hay algunos bancos para sentarse a contemplar esta impresionante postal.
Antes de cerrar el círculo en Os Castros hacemos dos desvíos, el primero para visitar dos hermosas calas, la de Vidueiros y Santa Eulalia, ambas son escarpadas y rocosas y su acceso bastante peligroso, pero se pueden ver sin necesidad de descender hasta ellas.
El segundo desvío lo seguimos con la intención de evitar el asfalto, ya que comienza muy bien pero luego se torna imposible y no tiene salida. Por lo cual recomendamos EVITARLO (1km entre ida y vuelta) y continuar por la carretera que lleva directamente a Espasante.
Estamos en el punto más alto del recorrido, el Monte da Croa (100m). Entre eucaliptos y siguiendo la carretera comenzamos a divisar el final de nuestra ruta. Es mes de diciembre y a estas horas de la tarde en la Praia da Concha se comienzan a encender las primeras luces de su paseo, nos acercamos en un suave descenso, disfrutando de la bonita estampa que pone el punto final a esta etapa.
Un itinerario sin dificultades destacables y prácticamente sin desniveles, excepto como ya mencioné anteriormente, el desvío que va a las calas de Vidueiros y Santa Eulalia. Por ello y por la cantidad de kilómetros la calificamos como moderada, pero bien se podría considerar fácil ya que al ser una ruta lineal se puede acortar o prolongar según las posibilidades y preparación física de cada uno.
Las mareas no son un problema en esta etapa.
Lo peor es el alto porcentaje de asfalto, aunque en buena parte la salva la belleza del entorno y la panorámica hacia la hermosa ría.
Continuará...
Waypoints
Sin salida
Muiño de marea de Pol
Situado en el fondo oriental de la Ría de Ortigueira, en una pequeña ensenada donde desagua el Río Mayor, entre las parroquias de Santiago de Cuíña y San Xulián de Senra. Las obras fueron promovidas entre 1905 y 1910 por un emigrante retornado de Cuba. La estructura incluye una presa para coger el agua en la subida de las mareas, soltándola después para que la fuerza de salida mueva el engranaje del molino. El embalse está delimitado por todos los lados por un muro de bloques. El dique frente al mar cuenta con una compuerta de madera en posición central y un aliviadero al lado del molino. El edificio presenta una planta casi cuadrada y dos alturas. La parte baja (infierno del molino) queda semienterrada en marea alta. Tiene una estructura formada por siete arcos que permiten la circulación del agua. Se trata de una construcción de pequeño tamaño, con los muros de mampostería y un sistema de cubrición con una estructura de madera que sustenta la loseta de la techumbre. Tiene dos puertas, una de entrada al molino y otra para acceder al embalse desde el interior. Se trata del último molino de mareas construido en Galicia.
Macelo municipal
El matadero de Ortigueira Para todos aquellos pueblos que tenían un cierto número de habitantes, los mataderos públicos fueron una necesidad de primer orden. Esto se debía a que no todos sus vecinos disponían de un local donde poder sacrificar, despiezar y eliminar los despojos de los que animales que destinaban a su consumo particular o a la venta. Ortigueira ya contaba con su propio macelo antes del siglo XIX, y el Ayuntamiento como propietario del mismo, sacaba su gestión a concurso cada año. Pero, como todo servicio público, la experiencia de uso y las costumbres de cada momento fueron Obras civiles de Ortigueira en el siglo XIX (2)haciendo que se tuvieran que abordar algunas modificaciones para su mejora. Esto fue lo que hizo que el Ayuntamiento de Ortigueira procediera a su renovación en 1877, ejecutando en él distintas obras. Una de ellas consistió en la elevación de su suelo con el fin de impedir que el local, que entonces se encontraba situado en una isleta en la ribera de la ría, se anegase durante las mareas altas, lo que lo inhabilitaba para su cometido, a la vez que dificultaba el acceso a él tanto de animales como de personas. Debido a ello, no solo se elevó el piso del macelo, sino que también se fabricó una calzada desde la orilla de la ría hasta él para mejorar su acceso. Otras obras que se efectuaron tuvieron por objeto subsanar el deterioro ocasionado en el edificio por el paso del tiempo, como fue el caso de las goteras del techo, para lo que se dispuso cambiar el anterior tejado por otro nuevo a cuatro aguas. Desde entonces y hasta no hace tantas décadas, el macelo ortegano cumplió con su función primigenia, pero, como decimos, los tiempos cambian y con ellos muchos aspectos que antes no eran considerados importantes o a los que no se les daba un valor significativo se convierten en prioritarios e, incluso, en trascendentales para la sociedad. Esto fue lo que les ocurrió a todos los mataderos municipales y particulares diseminados, no solo por toda la geografía gallega, sino también por todos muchos países de nuestro entorno, al comprobarse las deficiencias con que contaban y los perjuicios que causan a los animales, lo que llevó a dictar y aprobar numerosas nuevas normas sobre las condiciones sanitarias de los animales y su padecimiento a la hora de su sacrificio, así como sobre la eliminación de los restos y despojos producidos. Todo ello produjo una renovación de unos viejos y obsoletos macelos por otros más adecuados a las exigencias legales y sociales. De este modo, el modelo de pequeños mataderos municipales fue agotando su vida útil, dejando paso unos procedimientos en los que presta una mayor atención a la calidad de vida de los animales, a su sanidad e higiene y a una muerte menos traumática, a la vez que sus residuos son transformados por medio de procesos más sensibles con el medioambiente. La mayoría de los antiguos mataderos han sido abandonados a su suerte y solo unos pocos han llegado a tener una segunda vida, cumpliendo ahora nuevas funciones como la de talleres o sala de exposiciones, como le ocurre al de Ortigueira, lo que permite aún verlo como una prueba viviente de cómo se hacían las cosas en otras épocas. INFO: GaliciaDigital.
Escultura: Os Avezados. Muelle y praia do Malecón
Os avezados es el nombre de esta escultura de Diego Villamediana que se encuentra en el puerto deportivo de Santa Marta de Ortigueira. Es el monumento a los héroes anónimos que, allá por el año 1589, divisaron las naves inglesas del pirata Drake y mandaron aviso a Coruña, pocos días antes del ataque de la armada inglesa. Esto fue posible gracias a un sistema de fachos y atalaias situados en Bares, Espasante, SantaMarta, Cariño y la Capelada, que avisaban de la llegada de barcos enemigos.
Os Castros. NO seguir camino izquierda NO tiene salida, continuar por asfalto.
Comments (2)
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Una ruta larga con bastante asfalto pero que merece la pena.
Se pueden hacer menos kms. Hay alternativas 😉
Gracias por tu comentario y valoración.