Mesa del Ramonal desde Valleseco

• Excursión 1159. 19 Octubre de 2020. Lunes. (Anaga 188ª).
Mesa del Ramonal.
Municipio: Santa Cruz de Tenerife
ENP: Parque Rural de Anaga
De 14.44 a 18.44h. De 15 a 479 a 15m.
Distancia: 7,5km. Duración: 4h.

Mi objetivo hoy es subir a la Mesa del Ramonal, una loma entre el barranco de Valleseco y el de María Jiménez. Es una loma de cima ancha e inclinada, inclinada entre los 390 y los 480m y de unos 500 metros de longitud. Tiene un perfil muy característico cuando se la observa desde el barranco de Valleseco. Y es también muy distintiva desde el paseo marítimo de Santa Cruz, destaca como una gran montaña inclinada sin picos y que termina abruptamente con una caída hacia la izquierda.

Quizás hoy no sea el mejor día si lo que quiero son vistas, está nublado e inestable pero lo importante para mí es subirla y ver qué hay arriba y hasta dónde puedo llegar. No existe ningún sendero para subir, pero la pendiente no excesivamente fuerte y la vegetación rala permiten moverse por esa ladera. Vamos a ver. Esa es mi expectativa.

Salgo en guagua desde el intercambiador de Santa Cruz hacia la Avenida Marítima y me bajo en la entrada al barrio de Valleseco. Aquí hace sol y un poco de calor, hacia arriba está nublado, hacia las cumbres de Anaga está muy gris y las nubes lo cubren todo. Sin embargo, hace calor. Cruzo la avenida y me meto por la calle principal (Reverendo Onésimo) y en unos metros me desvío y cruzo (hacia la derecha) el viejo puente de piedra que salva el cauce del barranco. Aquí (10m) ya empieza la ladera y no hay ninguna valla ni impedimento. Inmediatamente me pongo a trepar por la pared, digo trepar porque tengo que usar tanto las manos como los pies. No hay ni demasiadas pencas, ni demasiadas tabaibas, ni muchos enredadores cornicales. Tengo que ir eligiendo cómo subir para evitar las partes más rocosas y verticales. Así y poco a poco voy ascendiendo y llego a un llanito (110m) con vistas a los grandes depósitos cilíndricos del muelle (Dársena de Petróleos) situados en la antigua cantera de La Jurada y más todavía al otro lado de la carretera, además de las grandes grúas y el muelle (El Bufadero), es una visión notable ver todos estos enormes depósitos de tamaños gigantescos tan juntos. Cuando miro hacia la derecha, hacia la ladera de enfrente, es impresionante la vista de las casitas blancas con toques ocres de los tejados planos que se arraciman en la ladera. Es de una densidad tremenda. Este patchwork de casas está dividido por el cauce de un barranco (Hoya del Cilantro) estrecho y encauzado.

Tras este repecho sigo subiendo por la ladera, algo alejado del borde de la ladera. Voy repartiendo el desnivel yendo en oblicuo. Me encuentro con un vallado que paso por debajo y más arriba vuelvo a pasar el vallado que no sé qué encierra, aquí no hay nada. La vegetación es más densa y frondosa y de mejor aspecto, sobre todo los cardones, los verodes y las tabaibas. Me voy echando hacia la derecha, hacia la arista cuando la pendiente se va suavizando y aprox. en los 190m llego a otra parte relativamente llana y ancha. Paso tres torres de electricidad y se me acaba el sol, se nubla. Sigo subiendo por la traza de un sendero a la derecha de la arista y llego a otro repecho (Montaña La Jurada, 290m). A mi izquierda en la ladera opuesta del barranco de Valleseco veo las casas dispersas del barrio de La Cardonera, también dispuestas en una ladera. Empiezan a bajar nubes de lo alto. Sigo subiendo por la arista de la loma por un sendero y con bastante pendiente entre tabaibas y por fin llego al principio (380m) de la Mesa del Ramonal, llego al plano inclinado por el que sigo subiendo por un camino amplio. La vegetación tiene un aspecto muy ajado, muy batido, antiguo, parece que he retrocedido en el tiempo.

El suelo es arenoso, es un terreno de cabras, no las veo, pero sé que es un terreno de cabras, a las pencas le faltan trozos y todo está recomido. Para añadirle sensación de abandono y de desolación se nubla más y empieza a soplar un viento fuerte. Sigo subiendo por la Mesa ahora ya con poca inclinación. Por momentos dejo de tener vistas hacia el puerto y Valleseco, las nubes que suben lo cubren y después pasan y lo vuelvo a ver. A medida que me voy acercando al final de la Mesa se va estrechando y por una parte rocosa llego al final, a la punta y veo que por debajo hay una caída vertiginosa, un salto insalvable, un abismo, es como la proa de un inmenso barco y no hay manera de bajar a la degollada que hay abajo, todos los laterales de esta punta son igual de verticales e imposibles. Definitivamente no puedo seguir. He tardado una hora y cuarenta minutos en subir. Desde este punto también tengo una vista muy buena, aunque poco luminosa hacia María Jiménez, a sus calles rectas y paralelas, al cauce del barranco y aquí me pregunto si habrá alguna manera de bajar hacia María Jiménez. Vale. Regreso.

Vuelvo por el borde que da hacia Valleseco, más o menos por dónde he subido, y la sensación es la misma de antes, de desolación y abandono, el suelo arenoso y polvoriento contribuye también a esta impresión. Las nubes suben y me van ocultando y descubriendo las casas de La Cardonera. Tengo que volver otro día con mejor tiempo me digo cuando voy bajando (cumpliré mi palabra casi tres años después). No me cuesta mucho trabajo reproducir por donde he ido subiendo. La única parte un poco confusa es la bajada justo después del final de La Mesa (370m) donde hay que echarse a la izquierda para evitar un salto rocoso. Y después de las antenas (190m) no logro ir por el mismo sitio, es que no hay sendero solo se trata de ir descendiendo lo más que se pueda. En el último repecho sobre los grandes depósitos de agua veo que hay una pequeña pista que lleva a una caseta medio oculta y ya por el otro lado. No me acerco. Ahora simplemente voy destrepando y destrepando con un contador en la cabeza que va acumulando los metros que voy descendiendo y llego prácticamente al sitio por donde empecé Cuando miro el reloj veo que he tardado exactamente lo mismo en bajar que en subir: una hora y cuarenta minutos.

Y como la excursión ha sido en realidad corta en kilómetros regreso caminando hasta el intercambiador.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla. No uso gps durante la excursión