Umbría de los Anguijones. Puntal de la Pililla. Miller

Extraordinaria ruta en la Sierra del Segura, partiendo desde la pequeña localidad de Miller, con un recorrido circular por sus puntales, unos balcones naturales desde donde tendremos imponentes vistas y el paso por la Umbría de los Anguijones. Con inmejorables vistas al cañón del Segura en su encuentro con el Zumeta y del embalse de Anchuricas.

Ascendemos unos cien metros y nos topamos con el molino donde hay varias indicaciones de PR. Dejamos el asfalto para introducirnos en un senderillo con el agua como protagonista que nos elevará atravesando los Atocheros hasta el Collado.

En el Collado nos reencontramos brevemente con el asfalto hasta llegar a una nave desde donde, a la izquierda, parte una pista en decidido ascenso. Tomamos la pista y alcanzamos pronto el collado Millarete, donde vemos una bifurcación de los senderos PR-A 100 y PR-A 104. Seguiremos un poco más por la pista y abandonamos esta para comenzar un duro ascenso por PR-A 100 al alto de la Pililla.

Cuando llegamos a unos juncales, sabemos que estamos atravesando el barranco de la Cueva del Agua. El ascenso es muy progresivo y en todo momento iremos bajo la sombra que nos ofrece el pinar a primera hora de la mañana. Conforme ascendemos tendremos unas excelentes panorámicas de esta parte de la sierra donde predomina el pinar.

Por buena senda llegamos al primer Puntal,el del Aire,en el km 2'6. Breve parada para contemplar las magnificas vistas al oeste del Puntal de Misa en la Loma del Calar de Cobos

Tras una hora y media de ascenso llegamos a la Fuente de la Pililla. Comenzamos a rodear el alto por la ladera más al Este de la cima siempre siguiendo los hitos presentes en la zona.

Llevamos unos 4 Km y 2:00 horas desde el inicio y llegamos a la cima del alto de la Pililla, fácilmente identificable por poseer las ruinas de un viejo refugio. El día está despejado y la panorámica desde la cima es formidable en todas las direcciones. Frente a nosotros, entre los puntales de la Misa delatado por su blanca caseta se adivinan en el horizonte el Navalespino y, más elevado, a la derecha, el calar de la Sima. Abajo, el coqueto embalse de las Anchuricas y numerosas aldeas y cortijadas ancladas al valle. Arriba, sobre las aguas del Segura el puntal de las Buitreras inconfundible con sus antenas.

En la lejanía la inconfundible silueta de la Sagra granadina, más al norte, la sierra albaceteña de las Cabras. En la cercanía del horizonte Riverte, Jutia y los Macalones, allí donde me cuentan que está esa increíble raja, paso inverosímil a la cumbre: la Molata de los Almendros. Breve paseo y oteo por el calar y bajamos a comer al bosque buscando la sombra.

Caminamos de nuevo por el impresionante bosque de repoblación, salpicado de majestuosos larícios. Apenas reparamos que descendemos, la senda es admirable. Llegamos a un lugar donde se produce un cambio de vertiente, es el lugar donde debemos de girar a la izquierda, sin senda definida.

Descendemos hasta la cota 1440 m. A partir de aquí vamos por un sendero que no presenta bifurcaciones y cuyo trazado es por un pinar. Mantendremos la cota de nivel a 1400 m hasta ver el puntal de los canteros donde deberemos ascender ligeramente para aproximarnos a él. El paisaje es muy bonito, veremos numerosas cuevas en la roca, el fondo del valle y la cabecera del pantano de las Anchuricas.

Encontraremos una bifurcación de la senda que procede de una variante PR-A 100 más larga que viene del Puerto de Marchena. Estamos en el Puntal de los Canteros. En verdad que asombra al asomarse a este tajo desde el que se divisa el gran valle del Segura. Me encuentro en el área triangular delimitada por tres vértices representados por el puntal de cabeza de la Mora al NE, el de la Misa al NW y el de la Pililla al SE. En esta área se concentra uno de los parajes más bellos de nuestra sierra de Segura, Cazorla y las Villas.

Volvemos a la senda sabiendo que estamos pasando por encima de esos dos grandes ojos que el calar de la Pililla tiene para mirar al Segura: las cuevas de los Anguijones. Sin dejar de bajar salimos del bosque de larícios para ver de lejos nuestro próximo objetivo El Puntal de la Escalera
Desde aquí, la senda desciende suavemente hasta llegar a un colladete donde arranca a nuestra izquierda el segundo de los grandes miradores, el Puntal de la Escalera. Solo es el inicio del encantamiento. Casi sin querer, otro puntal y el impresionante barranco del Pilón, donde dice Justo Robles que, en invierno, se forman una sucesión de impresionantes cascadas. Ahora tenemos que conformarnos con imaginarlas.

Al frente el puntal de Cabeza de la Mora, aún lejos, el Calar de Cobo y su Puntal de la Misa Abajo el valle donde asoman las aguas esmeraldas del embalse de Anchuricas y las aldeas y cortijadas de su ladera.

El paso por la Umbria de los Anguijones sobre el km 10'4, hace que nuestras cabezas miren hacía arriba contemplando esas paredes de roca y esos picos que acaban en aguijones o como las llaman ''Anguijones''. En el km 11 llegamos al Puntal de la Cola de Yegua, desde donde la Umbria se contempla imponente, era el sexto Puntal.

Ahora y hasta llegar al Puntalón el camino es un constante bajada, solo interrumpido si salimos del mismo para asomarnos a las balconadas que la naturaleza nos regala.

Pasamos por el Cenajo de la Cerrá y un poco más lejos por el de las Gotera. Una subidita para llegar al último de los miradores al abismo: el Puntalón.

Por senda magnifica llegamos de nuevo al Collado del Millerete, por el que ahora pasamos en el km 14 de la ruta. Volvemos por el camino, ahora en bajada. Después por una parte de asfalto y senda llegamos de nuevo a nuestros vehículos y dábamos por finalizada esta espectacular ruta en la Sierra del Segura.

Dábamos por bien empleadas las cuatro horas de coche desde Valencia hasta Gontar en el Hostal Casa Pedro, donde nos hemos hospedado el fin de semana y donde nos han tratado de maravilla y se come de lujo.

Una ruta que nos ofrece unas panorámicas y paisajes muy bonitos, ideal para finales de otoño y antes del comienzo del invierno.