Mina As Talladas. Anthercas

Aparcamos junto a la Casa Rural La Ferrería (Km 35, SE-1, GPS: 43°14'53.49"N 7° 0'52.57"W).

Cruzamos caminando la carretera hacia la aldea de Ferreirela de Baxo, pasando por una fuente llegamos al Museo Casa Natal Marqués de Sargadelos, en la que vivió hasta los veinte años; de familia hidalga y pocos recursos, se dedicó al comercio con las Indias, creando la primera siderúrgia integral de Españala: la fundición de Sargadelos; proveía al estado principalmente de municiones de cañón, fue distinguida como Reales Fábricas, contaba con personal militarizado, también creó una fábrica productora de loza estampada.
Considerado erudito ilustrado y creador del capitalismo gallego, se granjeó muchos enemigos políticos y económicos, que promovieron su linchamiento durante la Guerra de Independencia Española, acusándolo de afrancesado.

Tras echar un vistazo al hórreo y carro gallegos, tomamos calle abajo por pista con encharcamientos, producidos por uno de los numerosos manantiales de la zona; bordeando un prado, cruzamos el puente sobre el Río Agüeira para acceder a la aldea As Barreiras, sus viviendas están construidas con muros de roca, tejados de pizarra y solanas de madera, dispone de fuente y la ermita de la Milagrosa y San José.

En corto ascenso enlazamos con pista asfaltada y vistas del caserío de Parada; entramos brevemente en la aldea restaurada de Ferreriras pasando bajo su típico hórreo; descendemos a su área turística con parque infantil, zona de baño y alquiler de canoas; un sitio encantador y placentero de cautivador paisaje; continuamos pista arriba a la aldea deshabitada As Talladas.



Abrimos la puerta de entrada, cuenta con servidumbre de paso, aunque se trata de una propiedad privada a respetar; el estado de sus construcciones acusa el paso del tiempo; seguimos de largo en el primer cruce de subida a las minas, nos así en el de bajada, unos metros más adelante, mientras Rosa espera tomando el mantente, voy raudo a realizar una visita a la Mina Carmina.

El sendero al principio asciende progresivamente, será al cruzar el arroyuelo, donde veremos una bocamina, cuando la pendiente se torna acusada; lo primero que se distingue es la enorme escombrera encumbrando las instalaciones mineras; tras el cruce de senderos, hay que cruzar el arroyo por rústico puente de madera, pasando por el molino, la tolva y el edificio destinado a la forja y cuadra; dejando el compresor (A finales del año 1951 la llegada de la electricidad por cable desde Ferreira, permitió la utilización de equipos de barrenar neumáticos, gracias al compresor) a la izquierda, entro en la galería donde hay un calderín, su iluminación está destruida y no es momento de explorar sin el material y guía adecuados; bajo a la otra entrada con escaleras y barandilla junto a un mirador y la caseta del transformador con idéntico resultado.

“La minería de plomo y cinc en la región se inició a mediados del siglo XIX, de modo artesanal y con grandes altibajos, siendo el período comprendido entre 1918 y 1925 el de mayor actividad. Los primeros kilogramos de mineral (plata, zinc y plomo) salieron a lomos de un único mulo capaz de dar cuatro viajes diarios desde la mina hasta la zona de carga que estaba próximo a Villarín de Transmonte”.

La vuelta entre castaños, trepadoras y coloridas tonalidades provocadas por la actividad bacteriológica, se hace amena, aunque hay un tramo corto con mucha pendiente donde extremar las precauciones; continuamos descendiendo por la pista, cruzamos un arroyuelo caminando a media ladera por pinar rodeando El Moural; tras el collado descendemos al curso de un arroyo en zona selvática de gran belleza y vistosidad.

Cruzamos el puente sobre el Río Barcia, un paraje de postal por cierto, subiendo por Outeiro a Caraduxe; ya por asfalto continuamos hasta una casa rural, para descender en el cruce a Ferreira de Abajo, enlazando con el track de la ida al aparcamiento.

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