Minas de Cerro Muriano y Torreárboles desde Villa Enriqueta

ESTA RUTA TIENE PROBLEMAS DE PASO. LEAN ATENTAMENTE LA DESCRIPCIÓN.

Partimos desde Villa Enriqueta, cogiendo a la ida la antigua vía Córdoba-Almorchón con el objetivo de pasar por el Túnel de la Mocha, que siempre divierte a los niños. Andar por la vía no es cómodo, pero hicimos un corto tramo que no se hace muy pesado. Al llegar a un antiguo apeadero, cogimos a la derecha por un camino que en el mapa de IGN pone que es la pública Vereda Pasada del Pino. En el cruce de la vía con el camino hay una cancela abierta y carteles donde avisa de que es un camino privado y se prohibe el paso. Tras una consulta a A Desalambrar, ellos creen que es camino público aunque no la Pasada del Pino que pasa algo más abajo en la misma finca, por tanto también usurpada. Por tanto, hay un camino público en la finca que no está habilitado ni inventariado por el Ayuntamiento, por lo que al caminante se le quita su derecho de servidumbre de paso en esta finca. Menos de un km después torcemos a la izquierda por el bonito Camino de la Cuesta del gallo, que desciende a la vera de un seco arroyo. Al poco nos encontramos una puerta cerrada en el camino, fácilmente salvable por el lateral, supongo que la puerta de salida de la finca. Para evitar los problemas de paso descritos, desde el cruce con la vía puede coger el arroyo que se abre a la derecha (dominio público hidráulico) y coger el Camino de la Cuesta del Gallo poco después de la cancela cerrada, como hicimos en esta ruta. La bajada por el arroyo es muy bonita, pero más incómoda.

Seguimos camino, nos cruzamos con la Vereda Pedrocheñas que dejamos a la derecha y, justo después, cogemos una vereda que sale a la izquierda antes de llegar a una nueva cancela. Esta vereda va también paralela a un arroyo, al lado de una malla que no respeta en absoluto el dominio público hidráulico. La vereda, a pesar de la malla, es bastante bonita y te deja al inicio de la subida a las minas de Cerro Muriano. Una vez en ellas, visitamos la Piedra Horadada y ascendemos por las ruinas de las instalaciones, muy divertidas también para los niños. Después de un pequeño descanso, salimos a Cerro Muriano y buscamos el GR48 para subir a Torreárboles.

En el cruce de la Ermita de Pinares, decido coger un camino que bordea la montaña por el sur. Nada más empezar nos volvemos a encontrar con carteles amenanzantes y al poco rato otra puerta cerrada, fácilmente saliendo unos metros bajo la pista. Una pena, porque el camino es un bonito sube y baja con preciosas vistas a Córdoba y al valle de Pedroches; afeado, eso sí, por un chabolo donde parece que se le sirven bebidas a los cazadores. El camino abraza la montaña hasta reencontrarse con el GR, poco después de pasar cerca de unas colmenas. En la unión, curiosamente, no hay ningún tipo de puerta, ni cerrada ni abierta. Subimos al Torreárboles por el GR48, por la empinadísima ladera oeste. Coronamos y bajamos por la clásica de subida. Descansamos un rato en la ermita y volvemos a Villa Enriqueta por el Camino Mozárabe.