Minas de Meazuri y cascada.

La ruta parte del parking de Gorostardi, desde el que se puede ver Aiako Harria, el pico más alto de la zona, al SE, así como la línea de costa donde se separan los territorios español y francés al N.
Se desciende por la ladera Norte de Meazuri hasta llegar al río Aitzondo. Tras cruzarlo en por primera vez, podemos ver las antiguas edificaciones mineras, que se yerguen en ruinas entre la vegetación. Continuando el recorrido y cruzando de nuevo el río, podemos acceder a una primera bocamina, a la que se accede fácilmente. Tiene un recorrido interior de unos 30 metros y en su interior se pueden observar restos de cuarcitas, especialmente en el brillo del techo.
Al salir, remontando el río, tras pasar por encima de una tubería, llegamos a un puente que se eleva sobre las cavidades más profundas de los pisos inferiores de la mina, y que arrastra una importante corriente de agua. Si continuamos remontando este río, con cuidado por el barro y la estrechez del camino, alcanzaremos dos pequeñas cascadas. La última de ellas es la llamada cascada de Meazuri.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta las construcciones mineras y, tomando la izquierda, llegamos a un punto de cruce del río. Si giramos a la izquierda de nuevo antes de cruzar, encontraremos, entre el agua y la maleza, una segunda bocamina, mucho más pequeña que la anterior, pero con mayor recorrido. Siguiéndola, llegaremos a las galerías principales que pudimos ver desde el puente por el que fuimos a las cascadas. La sencillez de este recorrido dependerá del estado del terreno, ya que por el suelo del túnel discurre una corriente de agua que, durante nuestra última visita, cubría unos 30-40cm.
Al salir de esta bocamina y cruzar el río, puede observarse una charca que en diciembre se encontraba repleta de huevos de anfibio, por lo que se espera encontrar abundante fauna en otras épocas del año.
Esta sencilla caminata nos permite adentrarnos en los restos del pasado minero de la zona, así como algunos accidentes geográficos interesantes.