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MINAS DE VILAOUDRIZ 28 MAR 15

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Trail stats

Distance
1.6 mi
Elevation gain
387 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
387 ft
Max elevation
594 ft
TrailRank 
30
Min elevation
275 ft
Trail type
Loop
Time
one hour 37 minutes
Coordinates
409
Uploaded
March 30, 2015
Recorded
March 2015
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near Puente Nuevo, Galicia (España)

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Itinerary description

Ruta realizada por el grupo de senderismo SERMAR (Guía GERARDO).
Estamos en la Explanada de la Estación de la localidad lucense de A Pontenova.
En este recuperado espacio donde nos hayamos, se situaba la Estación del Ferrocarril de vía estrecha que se construyó para transportar el mineral que salía de la mina de Vilaoudriz hasta el puerto de Ribadeo, distante 34 kilómetros.
Justo enfrente tenemos los 5 hornos de calcinación, que tienen forma ligeramente troncocónica, con 4 mts de diámetro superior, 11 mts de altura, 4 puertas y un cono de fundición en su parte baja, con aletas de distribución.
El mineral hidróxido se embarcaba en los vagones tal y como salía de la mina, pero el carbonato cloritoso debía sufrir un proceso de calcinación en los hornos, por lo que era necesario calentarlo y luego en contacto con el aire, se secaba para que perdiera el agua y el ácido carbónico, verificándose así la combustión de las piritas, pasando de óxido ferroso a férrico.
Pues bien la ruta la comenzamos aquí. Es una ruta corta pero muy interesante. Tras subir por las escalinatas nos acercarnos a los 5 hornos. Damos un paseo entre ellos para contemplarlos de cerca y a continuación tomamos otras escalinatas que hay detrás de ellos.
Una vez arriba tomamos la carretera asfaltada hacia la izquierda (dirección Norte). Caminamos por ella a lo largo de tan solo 30 mts donde tenemos un panel informativo de la “Ruta das Minas” y un indicador de “Subida o Castelo”. La ruta está señalizada toda ella con marcas amarillas y blancas.
Por lo tanto aquí tomamos la pista forestal que va ascendiendo por la falda del monte. Tras varias bifurcaciones se convierte en una sinuosa senda sombría y húmeda, en la que predominan los abedules y los helechos. Durante la explotación de las minas esta senda estaba totalmente escarpada y deforestada.
Así llegamos hasta lo que fue la salida del funicular. En este punto se pueden ver los diferentes niveles de la Mina Consuelo y en la parte inferior se aprecian los cables del antiguo teleférico que sobrevolaba el río Turja (afluente del Eo). Así se conectaba la Mina Consuelo (en la que nos encontramos) con la situada enfrente denominada Mina Boulloso.
Desde aquí descendemos a la boca principal de la mina Consuelo. Un espacio oscuro, sorprendente, de temperatura fresca todo el año. Afortunadamente el lugar ha sido invadido de nuevo por la vegetación y por la fauna. Parece que estamos ante una de las cuevas de Parque Jurásico de la que puede salir un grandioso dinosaurio. Las cuevas que se excavaron aquí son inaccesibles, pero el lugar merece la pena.
Además de los abedules y los helechos, tenemos la suerte de encontrarnos una singular y rara especie botánica, el Musgo Luminiscente, también conocido como Oro de Duende, que tan solo está documentada su presencia en una quincena de lugares den toda la Península Ibérica, y Galicia es uno de los contados santuarios en los que se puede encontrar esta rara avis del húmedo mundo de los musgos.
Entre la pequeña fauna tuvimos ocasión de encontrar algunos pequeños ejemplares, el más importante es el escaso y raro caracol de Quimper o caracol moteado que habita zonas forestales y húmedas de la Bretaña francesa y de la Cornisa Cantábrica. El nombre científico de la especie procede la ciudad bretona de Quimper.
También nos llamó la atención los muy variados colores de las rocas, donde predominan los óxidos del hierro.
Después de disfrutar de este fantástico lugar, toca regresar por el mismo camino hasta la Explanada de la estación.
Para los que dispongan de tiempo y quieran completar la ruta de 11 kms, tendrán que ascender de nuevo pueden continuar por un túnel de unos pocos metros, tras el cual el camino desciende hasta una pista que discurre por algunas aldeas como Pacios y Conforto. Desde ahí, sigue la ruta circular, aunque esa parte tiene bastante asfalto.
Breve historia de las Minas
Las minas de Vilaoudriz surgen cuando la Sociedad Comanditaria "Sucesores de J. B. Rochet y Cía" de Bilbao, adquiere un conjunto de minas de hierro fosfórico situadas en el Ayuntamiento de Vilaoudriz, en la actualidad A Pontenova.
El mineral fosfórico comenzaba entonces a cotizarse en Europa dado que en el año 1879 se descubrió el proceso de desfosforación del mineral de hierro en hornos de calcinación, método que permite eliminar los residuos fosfóricos del hierro y utilizar éstos como fertilizantes.
El impulsor de la sociedad explotadora de estas minas va a ser el ilustre vasco don Julio de Lazúrtegui, promotor de otras minas en el resto de la Península, y hombre vinculado a las sociedades del hierro y el acero que en este momento se desenvuelven en Europa.
En marzo de 1900 se constituye en Bilbao la "Sociedad Minera de Vilaoudriz", que establece su domicilio social en la misma villa.
La mina tiene dos centros, los grupos "Luisa" y "Vieiro" en el monte de Vilaoudriz, y el grupo "Consuelo-Boulloso" en las montañas de Boulloso, distante un kilómetro de los anteriores.
Las primeras en explotarse son las minas "Luisa" y "Vieiro", a continuación el grupo "Consuelo-Boulloso", y la última mina que se pone en explotación es la llamada "Eneas", que comienza a funcionar en el año 1907. Hasta el año 1911, la explotación de las minas se realizó mediante contrata, pero en este año ya se hizo cargo la propia sociedad concesionaria.
La comercialización comienza a finales de 1902, siendo Alemania, Francia, Bélgica e Inglaterra los principales compradores, y el total del mineral arrastrado por el ferrocarril es embarcado en el puerto de Ribadeo.
Cuando en el año 1914 estalla la Primera Guerra Mundial el mercado alemán se cierra y hay también dificultades con el mercado inglés.
Los embarques regulares de mineral se ven suspendidos, y esto obliga a paralizar las labores en las minas. Debido a la dificultad para garantizar los fletes, en el mes de marzo de 1915 la Sociedad Minera decide comprar un vapor de 2.200 Tm., al que años más tarde seguirá otro denominado "Villaodrid".
Posteriormente, se volvió a extraer mineral, pero ya no se alcanzaría la producción de los años anteriores, por un lado porque la chatarra de la guerra va a ser reutilizada como materia prima, y por otro, porque nuevos países comienzan a vender hierro en el mercado internacional.
Sin embargo se sigue trabajando hasta el año 1932, comerciándose fundamentalmente con el mercado inglés. Es en el año 1925 cuando se decide montar un quinto horno en A Pontenova.
Durante la Guerra Civil, la mina funcionó a medio régimen, hasta que se apagaron los hornos por falta de carbón. Posteriormente, en el año 1938, el grupo Krupp-Montana llevaría a cabo una explotación de las minas y el ferrocarril.
Terminada la guerra, se contrató una brigada especial de conservación, que reparó varios desprendimientos producidos en el interior de la mina. La explotación se mantuvo hasta la década de los 50, y el ferrocarril dejó de funcionar definitivamente en el año 1964.
El cargadero fue derrumbado y vendido como chatarra, y salvo algunos puentes, algún túnel semiderrumbado y la estación de Vilaoudriz, no queda nada más del ferrocarril.
Hoy en día perviven los cinco hornos de calcinación de Vilaoudriz (A Pontenova), que permanecen así como un símbolo de lo que fue la mina y de más de sesenta años de trabajo. A Pontenova, que nació con la mina, conserva ahora sus hornos, y con ellos una parte importante de su memoria, una parte importante de su historia.
Este resumen de la historia está tomado de: "Os fornos de Vilaoudriz", (1989) cuya autora es: Correa y Fernández de Carrascosa, María Teresa

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