Minas del Cardenillo, Benahavís

Comenzamos aparcando junto a agrojardin , cruzamos el río Guadalmansa por debajo de la autovía para conocer las minas del Cardenillo.
En la margen derecha del río Guadalmansa, en el término de Benahavís, se encuentran estas minas de cobre que presentan monumentales espacios interiores y evidencia la presencia de cobre sobre sus rocas, que se manifiesta en forma de flor de cobre o cardenillo. Esta última característica resulta del lixiviado de los depósitos de cobre depositado sobre sus paredes. Se trata de un mineral secundario generado por el intenso lavado del agua de lluvia percolada por las grietas y fisuras del terreno, que descompone el azufre de la calcopirita primaria, arrastra el lixiviado en solución con los metales liberados y lo deposita en forma de sales de cobre de bellas tonalidades verdosas y azulonas, sobre zonas porosas de las paredes de roca.

Como recurso geológico, el yacimiento constituye un ejemplo excepcional de la zonación mineralógica de un depósito de cobre con sus tres partes bien diferenciadas en la vertical, de superficie a interior, y que son, la zona de oxidación y alteración supergénica, origen de la primitiva explotación donde se obtuvo un beneficio cómodo y al menor coste de infraestructura metalúrgica, la zona de cementación, y la zona de sulfuros primarios, ambas coincidentes con el nivel freático y el pozo de la explotación, más relacionado con explotaciones retrabajadas más recientemente.

Respecto a su explotación, existen argumentos como las escaleras de acceso, el pozo y la claraboya que ilumina el interior, que inducen a pensar que debe de tratarse de una explotación original de época romana-republicana, datada en los siglos II-I a.C., que volvería a explotarse por última vez en la segunda mitad del siglo XVI, tal vez abasteciendo a una antigua fundición de cobre situada a poco más de dos kilómetros, donde posteriormente se ubicó la fábrica de las Casas del Molinillo.

Las explotaciones mineras que ya no están en funcionamiento no reúnen las características necesarias de seguridad para su visita, por lo que se desaconseja la misma siempre que no se haga en compañía de personal cualificado, en posesión de las autorizaciones pertinentes y respetando escrupulosamente el entorno.

El Patrimonio Geológico es un recurso natural no renovable y, por ello, finito y agotable. Su destrucción es siempre irreversible y su desaparición conlleva la pérdida de una parte de la memoria de nuestro territorio. Debe ser considerado un bien común que forma parte del patrimonio andaluz. Es un legado de nuestro pasado que debemos traspasar a futuras generaciones.

DESCRIPCIÓN GEOLÓGICA

Se localiza dentro de los gneises y migmatitas con cuarzo, feldespato y sillimanita del manto de Los Reales, pero en el contacto mecánico con el manto de Guadaiza, compuesto de serpentinitas y peridotitas serpentinizadas, en el borde sur del macizo de Sierra Bermeja (Complejo Alpujárride). La mina está en un filón coincidente con una falla inversa de dirección N35E y 45° de buzamiento al este. Este contacto con las peridotitas puede observarse en el interior donde aparecen con abundante crisicola, y junto a mineralizaciones de covellina, azurita y malaquita. El origen de la mineralización es hidrotermal de media temperatura con removilizados tectónicos (brecha de falla).