Mines de Ferro de Rocabruna y Font de l'Avellanosa desde Ermita de Bruguers

Resumen:
- Ermita de Bruguers
- Mines de Ferro de Rocabruna (2.2 km)
- Font de l'Avellanosa (3.4 km)

Corta ruta circular, que nos permite adentrarnos en las bocas de entrada de las minas de extracción de hierro en Rocabruna (Gavá), claramente invadidas por la vegetación.
Hema significa sangre y tita piedra, por la tanto el Hematites es piedra de sangre, es mineral de óxido de hierro de color rojo una de las menas más abundantes del hierro.
En el término de Gavà hay un conjunto de cerros (las Ferreres, Orioles y Rocabruna) formados por pizarras y otros materiales que pertenecen al macizo de la era primaria de las Catalánides, hace entre 510 y 290 millones de años.

Es quizas el mineral mas importante para la obtención del hierro, pues contiene casi un 70% de este metal.
Entre estas pizarras aparecen yacimientos de hierro, óxidos de hierro extraídos por los íberos y posteriormente los romanos.
La historia de estas minas es muy larga y está llena de cierres, redescubrimientos, iniciativas de explotación, quiebras ... Señores medievales, castillos.
En el medioevo las minas de Gavà estuvieron bajo dominio directo del señor de Eramprunyà y después varias empresas catalanas explotaron los recursos de esta zona.
En el 1068 ya se documenta una fragua para extraer el hierro situada en San Clemente y los siglos XII y XIII se documentan otras fraguas de este tipo situadas en el casco antiguo de Gavà y al Sitjar donde el año 1286 había una fragua o herrería, cerca de donde hoy se encuentra la ermita de Bruguers.
Se reabrió la explotación minera en la época franquista, dotada de notoriedad, con casetas para los obreros, túneles, vías y vagonetas, y una tolva que también visitaremos lo que queda de ella. Las minas de Rocabruna estuvieran en funcionamiento hasta la segunda mitad de 1950, desde ese momento, el bosque borra los rastros de esta intensa actividad.
Entre los minerales que podemos encontrar en forma de goethita, hematites y limonita, Gava tiene su Cañón del Colorado particular no solo en la zona de Bruguers, el Garraf Rojo en estado puro.
Combinamos escenarios muy diversos, senderos en plena montaña, muy estrechos rodeados de maleza en los bordes, vegetación a través de bosques antiguos de pinos, pistas que transcurren entre vegetación muy tupida. Esta ruta está especialmente pensada para disfrutar del paraje frondoso.
Recorrido
Se sale desde Bruguers, (dónde hay parking gratuito), podemos visitar la ermita de Santa María, sus tres árboles centenarios, Roble, Pino, Olivo, La Creu del Terme y las curiosas paradas de penitencia para el Viacrucis de la ascensión al Castillo, atravesamos la carretera y seguimos por una pequeña carretera que bordea la urbanización paralela a la carretera de Gavá, en una curva cerrada bajamos por un serpenteante sendero a través del bosque en umbría hasta toparnos con el desvío a la izquierda hacia las minas, empezaremos a ver alguna pequeña construcción, hay un indicador de advertencia, un paraje un tanto apocalíptico, hormigón, árboles tumbados impidiendo el paso, troncos secos e invadidos por la zarzaparrilla, partidos hasta llegar al enclave invadido por las zarzas y vegetación, al paraje donde se asientan la primeras bocas de la cueva, debido a recientes desprendimientos hay que pasar por debajos de los troncos de unos pinos gigantes sobre el acceso a la antigua entrada, un gran pozo de 2 metros de diámetro y las bocas de las cuevas en varias direcciones, horizontales y verticales, al salir a la derecha hay un sendero descendente que nos permitirá visitar otras entradas e instalaciones, tomaremos el sendero que nos lleva a Can Amat y su ermita, la pista que de subida nos lleva a la Font Avellaneda y la tolva principal, unos 90 metros mas arriba se encuentra el desvío para la Font El Fangar, una vez visitada seguiremos por la pista hasta la carretera, al lado de una gran masía, se encuentra la pista del sendero de Torrent de les Comes, podremos ver ejemplos de captación del agua filtrada, el torrente que nace bajo la ermita de Bruguers, encontramos un ejemplo de lo que significaba aprovechar el agua como materia prima, ya que en los años diez y veinte del siglo pasado se comercializó envasada. La empresa «Aguas de Bruguers», promovida por el propietario Artur Costa, se nutría del agua sobrante de la balsa (ver fotografía), que hay en la incorporación del sendero a la pista, que a su vez obtenía el sobrante de un pozo. Una serie de embalses y pozo que no sólo frenan el agua en caso de avenidas, sino que también retienen el líquido al terreno, como una esponja, y lo dejan ir despacio. Estos embalses o diques soterrados están situados de manera muy estudiada para poder aprovechar al máximo un recurso y que no se escapen los nutrientes con el empuje del agua en las fuertes pendientes.
Saber mas:
Fonts Gavà

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