Mirador de Rupurupay y cascada del remolino

Desde Aldeadávila pasando por la ermita de la santa a su izquierda sale un artista hasta para vehículos y con indicaciones que nos llevan hasta el parking del Mirador de Rupurupay.
Andando llegamos al mirador y a su derecha sale un camino alisado con marcas blancas y verdes en descenso. Seguimos el camino con vistas a los Arribes y cuando llevamos más o menos un kilómetros hay un cruce hacia abajo marcado con una baliza blanca y verde que tras pasar por las ruinas de dos chozos nos conduce a la cascada del remolino. Ahora nos toca remontar hasta el cruce y tirar a la izquierda siguiendo las marcas blancas y verdes.
Ahora dejaremos de bajar y comenzaremos a discurrir por el tramo que a nuestro entender es el más bonito de la ruta. Vamos a media ladera con vistas al cañón del Duero que van cambiando según subimos o bajamos y descubrimos nuevas perspectivas. El terreno empieza a subir escalonadamente en algunas zonas, alternándose con llanos y pequeños descensos.
En una terraza previa a girar bruscamente a la derecha y empezar a ascender encontraremos un buen terreno para descansar y reponer fuerzas antes de la dura subida final.
Tras este descanso comenzamos a subir haciendo algunos zigzags encontramos las ruinas de una cabaña, después la fuente del Frasquito que da nombre a esta zona y llegamos a un cruce. Nuestro camino continúa de frente, pero a la izquierda pasando por encima de unas rocas y atravesando un puente podremos acercarnos a una majada de gran belleza por la conservación de sus chozos de piedra y por el enclave en el que se sitúa.
Retomamos nuestro camino aún en ascenso y pronto desemboca en una pista de tierra por la que seguiremos nuestro itinerario.
En un primer cruce tiraremos a la derecha y encontraremos una fuente. De momento continuamos siguiendo las marcas blancas y verdes.
El siguiente cruce giraremos a la derecha de nuevo abandonando las marcas que continúan de frente, avanzamos unos pocos metros y giramos a la izquierda sin bajar hacia el río por la pista que se desvía a la derecha (si la tomáramos llegaríamos al mismo sitio pero con más rodeo y bajando y subiendo). Veremos balizas de la vuelta a Aldeadávila en BTT.
Nos encontraremos una fuente y de nuevo una intersección ( a esta misma llegaríamos si hubiéramos bajado en el cruce anterior) en la que giramos a la izquierda y muy pronto a la derecha en el siguiente cruce. Nos encontraremos una cuarta fuente y ya veremos los coches y el mirador de Rupurupay abajo a la derecha. Tenemos ahora dos opciones, en la curva salir de la pista y bajar por las terrazas a encontrar la pista que baja al parking, o continuar por la pista y girar a la derecha por la misma pista que hemos recorrido por la mañana con el coche.
De esta forma finalizamos este recorrido circular, no muy largo, unos 6 km pero algo exigente físicamente por lo que sólo debemos emprenderla con niños acostumbrados a caminar