Mirador de Xenacs - Puig Rodó - Roca Lladre (100 Cims FEEC) - Cova Rocalladre - Sant Martí del Corb - Fageda d'en Jordà

Volcanes, cuevas, cimas, bosques de hayas, ermitas, miradores... se puede pedir más? Pues esta es la ruta que hemos hecho en la maravillosa Garrotxa.
Aparcamos tempranito en el aparcamiento del restaurante Cal Deu en un parking con mucha sombra ideal para dejar el coche, y comenzamos a caminar con fresco aunque el día apunta a caluroso como los anteriores.
Enseguida nos encontramos con les Fonts de la Deu, un rincón fresco con una fuente que lleva un caudal considerable, acabamos de empezar la ruta y esta fuente nos indica que no vamos a parar de encontrar sorpresas en el día de hoy.
Caminamos entre fincas en un camino llano y muy agradable, cruzamos el vecindario de Pocafarina y nada más cruzar la carretera ya vamos siguiendo las marcas amarillas de Itinerannia que están en toda la zona, ya caminamos por la Serra de Xenacs y poco después ya comenzamos a subir, el camino es de sombra como la mayoría de esta ruta de hoy, ideal para hacer en verano y en cualquier época del año, aunque seguro que en otoño estará espectacular, subiremos por el sendero, con hayas a los dos lados, hasta que llegamos a un claro (es la colada de lava del volcán Racó actualmente un campo de trigo), y seguimos subiendo en una subida pronunciada pero preciosa bajo los árboles que nos resguardan de este sol que ya va castigando.
Después de esta subida tan exigente la recompensa la tenemos en el Mirador de Xenacs, un mirador a Olot y a gran parte de la Garrotxa que sinceramente me ha enamorado, el hecho de haber subido muchas de las montañas que se pueden ver desde aquí me dejó embobado mirando, hasta el gran Canigó estaba allí enfrente, Comanegra, Puig Ou, Talló, la zona de Vallter, Balandrau, la Serra Cavallera, impresionante.
Justo al lado del mirador está el Área recreativa de Xenacs, que aprovechamos para comer algo en las mesas de picnic, hasta aquí se puede llegar en coche, por si queréis subir si estáis por la zona, os encantará.
Seguimos el camino y cruzamos la Plaça Carbonera, donde unos paneles nos dan información de la fabricación de carbón vegetal o de como hacer una barraca entre otra cosas.
También hay un itinerario botánico, no damos a basto con tanta información, es una pasada.
Más adelante nos desviamos para visitar el Puig Rodó, con su maravilloso mirador, casi igual de bonito o más que el anterior, desde aquí ya podemos ver el Cim de Roca Lladre, nuestro gran objetivo de hoy.
Continuamos más o menos 1,5Km por bosque cerrado con unos rincones maravillosos donde la luz del sol casi no puede entrar, caminamos en silencio por no molestar al bosque, disfrutando de este lugar.
Llegamos al Baixant d'en Camps, y desde allí subimos al Cim de Rocalladre, Cim recién incorporado desde el 1 de Julio de 2022 a la Llista dels 100 Cims de la FEEC, a partir de ahora seguro que será más visitado, un Cim con grandes vistas aunque no llegan a ser de 360º, pero digno sin duda de pertenecer a este maravilloso reto.
Disfrutamos de esta cima, y continuamos la marcha ahora ya de bajada hasta el Pas d'en Vidal, donde giramos a la derecha y seguimos el sendero hasta encontrar el desvío hacia la Cova Rocalladre, bajamos la ladera y llegamos a esta cueva con una entrada estrecha y que hace un fresco que se agradece mucho, con los frontales puestos investigamos algo su interior sin profundizar mucho, eso ya para los espeleólogos, nosotros solo somos curiosos en la cuevas,
Subimos de nuevo hasta el sendero y llegamos al Baixant d'en Camps de nuevo y comenzamos a bajar.
Cuidado con esta bajada, en su inicio es una bajada muy pronunciada que combinada con las hojas secas y las piedras hacen que sea una bajada que hay que tomarla en serio y sin prisas, eso si, en un lugar increíble, menudo bosque.
Después de esta vertiginosa bajada ya el camino se suaviza y llegamos a Sant Martí del Corb, que junto con Sant Miquel del Corb que visitaremos más adelante conforman el románico más secreto y escondido de la Garrotxa.
Hacía mucho tiempo que quería visitar esta ermita, ha superado con creces mis expectativas, situada en un lugar bucólico con una luz de cuento y con la Font de Sant Martí al lado que nos ha servido para reponer agua fresquita que ya estábamos escasos.
Ya continuamos y pasamos junto a la Masía y Font de l'Artiga, el camino serpentea por muros de piedra seca, que indican la forma de construir y parcelar los campos en tiempos pasados, hasta llegar a Sant Miquel del Corb, otro lugar que deseábamos visitar, también preciosa, otra joya que se ha de visitar si estáis por la zona.
Deshacemos nuestros pasos y ahora por pista asfaltada siguiendo el GR 2 miramos hacia arriba y vemos arriba la carena por donde hemos caminado dentro del bosque, las nubes pintan el cielo y en este tramo no tenemos sombra, así que los gorros nos protegen.
Un panel indicador nos dice que entramos en la reserva natural de la Fageda d'en Jordà, la Gredera d'en Jordà nos enseña un pequeño trozo de las tripas del Volcà d'en Jordà y pasamos junto a la Masía d'en Jordà, que da nombre a toda esta zona.
Ahora ya si caminamos por dentro de la parte menos concurrida de la Fageda d'en Jordà, como en una película del oeste una carreta tirada por un caballo nos adelanta, es todo como de cuento, que color, que lugar, que magia.
Ya vamos volviendo y el cansancio ya se va notando, nos desviamos a ver la Font de la Rocassa, pero no lleva agua, aunque como todo en esta zona está en un lugar muy bonito, y casi sin darnos cuenta salimos de la reserva natural de la Fageda d'en Jordà,
y vamos encarando el tramo final de la ruta, pasamos por la aldea del Triai y vemos de lejos su cruz que indica el triste episodio que sucedió en otra época.
Ya llegamos al final de esta exigente ruta, que ruta, que bonita, si queréis solamente hacer el Cim de Rocalladre esta no es vuestra ruta, si queréis una ruta completa y que os dejará cansados pero con muy buen sabor de boca, esta es sin duda la que buscáis.