Mirador de Zamariain y Txanagra Garaioa desde Aribe
near Aria, Navarra (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta es una sencilla ruta que combina una buena parte de las experiencias que un senderista pide: un puente colgante, un mirador espectacular, paseos por el bosque de hayas y robles y bonitos acebos cargados de bayas.
Comenzamos la ruta en Aribe, en un aparcamiento junto a la carretera y la iglesia. Desde allí partimos cruzando el río por un puente carretero. En la otra orilla tomamos el camino que nos llevó hasta el abandonado balneario de Aribe, que parece ser que los beneficios de su fuente se conocen desde siglos atrás y el balneario estuvo en uso hasta mediados de los años 20 del siglo XX. El camino hacia el puente colgante pasa por detrás de él y se encuentra protegido de posibles desprendimientos por una andamiada.
Llegamos hasta el puente colgante sobre el río Irati y aprovechamos para cruzarlo y volverlo a cruzar de nuevo porque nuestra ruta seguía por el margen izquierdo del río. Retrocedimos unos metros y tomamos la pista de ascenso hacia Berrogarrieta y Urrunaga. En nuestro camino nos encontramos con varias torres de andamio de bastante altura, junto a esbeltas hayas que suponemos que son torres de observación de aves, sobre todo por su disposición.
Llegamos hasta la planicie de la borda de Anso y desde allí tomamos el camino hacia el mirador de Zamariain. Tiene una vista espectacular y el “trampolín” siempre invita a hacerse una foto. Nosotros caímos en la tentación y también el buen número de caminantes que se acercaron hasta allí. Tomamos un pequeño refrigerio y reiniciamos nuestra marcha hacia la cima de Txanagra y el mirador de Francisco Javier (patrono de Navarra y de las misiones extranjeras). En esta parte de la ruta la senda se disimula un poco y caminamos más bien campo a través, aunque a veces se intuía el camino. Tuvimos que atravesar una pequeña puerta de un cercado y llegamos hasta la zona de Txanagra. Ya habíamos visto antes bastantes acebos de buen tamaño y con bastantes bayas, pero en esta zona había ejemplares de gran belleza. En la cima del Txanagra hay un pequeño buzón de montañeros, pero no está muy visible. El monumento a San Francisco Javier es pequeño y bastante integrado con la naturaleza y desde allí pudimos contemplar los Pirineos con una pequeña capa de nieve. Nuestra vista se adentraba bastante en el Pirineo oscense.
Comenzamos el descenso, al principio un poco por intuición y poco más adelante por un sendero que ya nos llevó hasta una pista de tierra que desembocaba en otra pavimentada en hormigón y que seguramente sea usada por los ganaderos de la zona. Por esta pista llegamos hasta Garaioa. Es un pueblo bastante pintoresco con casas típicas y con una iglesia del S. XIII con una portada románica. Atravesamos el pueblo y tomamos el camino de vuelta a Aribe por una senda que se adentra en el bosque de robles, boj y algún que otro enebro. Esta senda está marcada con señales verde y blanco. En algunos puntos el agua ha hechos estragos y las mamposterías que sujetan el camino se han venido abajo dificultando ligeramente el paso.
Llegamos a Aribe recorriendo un pequeño tramo de carretera y cruzando el río Irati por un bonito puente medieval.
La ruta es sencilla sin grandes pendientes, ya que casi siempre se camina por pista. Las vistas desde los miradores son espectaculares y, aunque la ruta la hicimos en invierno, caminar por estos bosques de hayas o de robles siempre es un placer, en invierno o en verano.
Ruta circular desde Aribe pasando por:
- Puente colgante de Aribe (1.7 km)
- Borda Anso (6.7 km)
- Mirador de Zamariain (7.9 km)
- Txanagra (9.2 km)
- Fuente en Garaioa (14.0 km)
Comenzamos la ruta en Aribe, en un aparcamiento junto a la carretera y la iglesia. Desde allí partimos cruzando el río por un puente carretero. En la otra orilla tomamos el camino que nos llevó hasta el abandonado balneario de Aribe, que parece ser que los beneficios de su fuente se conocen desde siglos atrás y el balneario estuvo en uso hasta mediados de los años 20 del siglo XX. El camino hacia el puente colgante pasa por detrás de él y se encuentra protegido de posibles desprendimientos por una andamiada.
Llegamos hasta el puente colgante sobre el río Irati y aprovechamos para cruzarlo y volverlo a cruzar de nuevo porque nuestra ruta seguía por el margen izquierdo del río. Retrocedimos unos metros y tomamos la pista de ascenso hacia Berrogarrieta y Urrunaga. En nuestro camino nos encontramos con varias torres de andamio de bastante altura, junto a esbeltas hayas que suponemos que son torres de observación de aves, sobre todo por su disposición.
Llegamos hasta la planicie de la borda de Anso y desde allí tomamos el camino hacia el mirador de Zamariain. Tiene una vista espectacular y el “trampolín” siempre invita a hacerse una foto. Nosotros caímos en la tentación y también el buen número de caminantes que se acercaron hasta allí. Tomamos un pequeño refrigerio y reiniciamos nuestra marcha hacia la cima de Txanagra y el mirador de Francisco Javier (patrono de Navarra y de las misiones extranjeras). En esta parte de la ruta la senda se disimula un poco y caminamos más bien campo a través, aunque a veces se intuía el camino. Tuvimos que atravesar una pequeña puerta de un cercado y llegamos hasta la zona de Txanagra. Ya habíamos visto antes bastantes acebos de buen tamaño y con bastantes bayas, pero en esta zona había ejemplares de gran belleza. En la cima del Txanagra hay un pequeño buzón de montañeros, pero no está muy visible. El monumento a San Francisco Javier es pequeño y bastante integrado con la naturaleza y desde allí pudimos contemplar los Pirineos con una pequeña capa de nieve. Nuestra vista se adentraba bastante en el Pirineo oscense.
Comenzamos el descenso, al principio un poco por intuición y poco más adelante por un sendero que ya nos llevó hasta una pista de tierra que desembocaba en otra pavimentada en hormigón y que seguramente sea usada por los ganaderos de la zona. Por esta pista llegamos hasta Garaioa. Es un pueblo bastante pintoresco con casas típicas y con una iglesia del S. XIII con una portada románica. Atravesamos el pueblo y tomamos el camino de vuelta a Aribe por una senda que se adentra en el bosque de robles, boj y algún que otro enebro. Esta senda está marcada con señales verde y blanco. En algunos puntos el agua ha hechos estragos y las mamposterías que sujetan el camino se han venido abajo dificultando ligeramente el paso.
Llegamos a Aribe recorriendo un pequeño tramo de carretera y cruzando el río Irati por un bonito puente medieval.
La ruta es sencilla sin grandes pendientes, ya que casi siempre se camina por pista. Las vistas desde los miradores son espectaculares y, aunque la ruta la hicimos en invierno, caminar por estos bosques de hayas o de robles siempre es un placer, en invierno o en verano.
Ruta circular desde Aribe pasando por:
- Puente colgante de Aribe (1.7 km)
- Borda Anso (6.7 km)
- Mirador de Zamariain (7.9 km)
- Txanagra (9.2 km)
- Fuente en Garaioa (14.0 km)
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