Mirador del fin del Mundo Purullena y Marchal

Esta increíble ruta recorre parte de los acantilados (“badlands”) que miran hacia el valle del río Alhama antes de que desemboque en el Fardes. Los habitantes de la zona de Guadix llaman a estas extraordinarias formaciones “El Fin del Mundo” y todo aquel que recorra esta ruta comprenderá el porqué.
Se sale de la pedanía de Paulenca por el camino que deja a la derecha las Cuevas del Bicho. Al llegar a la Rambla del Manco, torcemos a la izquierda y la seguimos unos 500 m. hacia arriba con la Sierra Nevada al frente y los cerros de la Meseta del Manco a la derecha. Antes de llegar, tendremos que salvar el desnivel de la meseta por una de las muchas sendas que apenas se distinguen entre los pinos. Nosotras buscamos una poco pronunciada para subir, lo que nos obligó a dar un pequeño rodeo.
Ya en la parte de arriba, seguimos el carril a la derecha, rodeando las placas solares. Atravesamos la rambla de María y subimos la loma con la referencia de una torreta eléctrica. Vemos ya la parte izquierda de los acantilados, llamada “Fin del Mundo del Marchal” por encontrarse encima de esta localidad. Continuamos por un estrecho sendero a la izquierda (no es especialmente peligroso, pero los niños deben ir bien sujetos) que rodea los badlands, con la mirada puesta en las pequeñas villas de El Marchal y Cortes de Graena. y en los cerros lunares que el agua ha ido escavando a lo largo de siglos. Al fondo siempre, la silueta del Picón de Jerez ya nevado coronando la sierra.
Descendemos hacia el valle por un alcorce y continúamos por un ameno camino paralelo a la Rambla de Zamar hasta la localidad de El Marchal. Atravesamos el río Alhama (o lo que queda de él) y subimos hacia los miradores de las cárcavas.
Estas interesantes formaciones han propiciado un bien cuidado paseo que nos dirige hacia el cementerio y, más allá –atravesando el Haza de la Hoya– hasta los Baños de Graena que apenas se rozan por su punta norte ya que giramos, a la derecha, en dirección hacia Purullena.

Recorremos la calle central de esta localidad con fama de tener los mejores panes y tortas de la zona. Lo comprobamos en el bien surtido bar “La Taberna” donde nos tomamos un café con una riquísima torta de manteca.
Para salir de Purullena, hay que coger -desde la carretera- la calle Pablo Neruda, continúar por calle Inmaculada y seguir hacia los cerros por Los Pozos, atravesando una zona descuidada que deja mucho que desear. Por la Rambla de María recorremos, en sentido contrario, el final de la etapa Guadix - Purullena dentro del Camino Mozárabe. Los acantilados del Fín del Mundo quedan a nuestra derecha y es importante seguir las indicaciones de la ruta para encontrar el sendero de ascenso adecuado ya que algún que otro sendero alternativo puede hacernos pasar un mal rato, sobre todo con aire.

Remontamos el acantilado y salimos a la zona norte del Fin del Mundo, la que mira hacia Purullena y al Cerro Jabalcón. Gran momento que hay que disfrutar despacio, acordándose de cerrar la boca de vez en cuando.

El descenso lo realizamos por el mismo camino por el que llegamos desde Paulenca. La Meseta del Manco la bajamos por un sendero con más desnivel que el de ida para ahorrarnos algo de camino.
El punto final del recorrido no puede ser otro que una birra en la “Almazara de Paulenca”, un lugar con historia que no podemos dejar de visitar.