Miradores, Cerro del Corzo + Trincheras de la Guerra civil - (Sierra de Huetor)
near Beas de Granada, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
https://youtu.be/rObZby3B5a4
Después vamos a dar un pequeño paseo por nuestra historia mas negra, trágica y espeluznante que data de los oscuros años de nuestra guerra civil visitando una serie de trincheras que se encuentran por toda la sierra. Historia esta que no debería repetirse y ser conscientes de su dolor y tragedia entre familias, amigos y vecinos.
http://www.alfanevada.info/trincheras/a%20traves%20de%20las%20trincheras.pdf
Desde aquí nos iremos al Sanatorio de la Alfaguara Un antiguo hospital de tuberculosos donde el paso del tiempo ha hecho mella convirtiéndolo en ruinas. Un lugar donde una mujer alemana, de nombre Bertha Wihelmi, decidió construir un hospital de forma altruista para poder tratar esta enfermedad que recientemente le había arrebatado la vida a un familiar cercano a ella. Conocido comúnmente como el hospital de Bertha.
https://youtu.be/LzPrr2HA64c
FICHA DE LA RUTA:
Hora Inicio: 10/13/2019 08:50
Hora Fin: 10/13/2019 16:58
Distancia recorrida: 21,6 km (08:07)
Tiempo en movimiento: 05:22
Velocidad media: 2,66 km/h
Vel. en Mov.: 4,03 km/h
Velocidad Máxima: 28,32 km/h
Altura Mínima: 1180 m
Altura Máxima: 1592 m
Velocidad Ascenso: 224 m/h
Velocidad Descenso: -209,4 m/h
Ganancia Altitud: 878 m
Pérdida Altitud: -876 m
Tiempo Ascenso: 03:55
Tiempo Descenso: 04:11
DESCRIPCION DE LA RUTA:
Vamos a comenzar en la Casa Forestal de los Peñoncillos tomando a mano izquierda el sendero marcado por un cartel informativo. La senda asciende suavemente, primero a través de un bosque de pinos y luego por un bosque de encinas. Tras cruzar el Barranco de los Corrales y el cortijo en ruinas del mismo nombre llegamos al primer mirador que nos vamos a encontrar en esta ruta, se trata del Mirador de la Zarraca que nos va a ofrecer unas magnificas vistas del parque como también de la cuerda de los tresmiles de Sierra Nevada, que nos van a acompañar, siempre a nuestras espaldas, en esta pequeña subida. Mas adelante llegamos al Mirador de los Mármoles que nos sigue ofreciendo panorámicas del parque soberbias. Seguimos hasta llegar de nuevo al siguiente mirador en esta ocasión el Mirador del Polvorite en dirección norte atravesando el Barranco de la Majada de los Mármoles, a nuestra derecha quedara el Cerro del Muerto, nos adentramos en el espeso pinar de la Umbría de Polvorite, a cuyo barranco descendemos más delante de forma más acusada y ya si un poco mas adelante cruzaremos el Arroyo del Polvorite alcanzamos la pista.
Aquí tenemos dos opciones, primera la de continuar por la pista hasta un hito de señalización que nos permita subir al Cerro de las Corzos por un sendero o la que nosotros tomamos sin ser la mas factible para algunos. Por el pinar nos vamos a adentrar y vamos a buscar la Cuerda de los Gitanos que esta un poco mas arriba, decir que por aquí tendremos que hacer unas pequeñas trepadas en las rocas que veremos un poco mas arriba, sin ser nada del otro mundo. Una vez arriba para llegar a la Caseta Forestal que apreciamos en su cumbre tendremos que subir por un sendero excavado en la roca que nos permite el acceso a esta auténtica atalaya natural. Las vistas de 360º de este estupendo mirador son sorprendentes, con todo el Parque Natural de la Sierra de Huétor y toda la cuerda de Sierra Arana ante nosotros. Desde este magnífico mirador se puede contemplar: El Cerro del Púlpito, el Peñón de la Mata, el Cerro de las Minas, la Cuerda de la Gallega y Sierra Arana. El Peñón de la Mata a la izquierda y a la derecha, parte de Sierra Arana. La Cuerda de la Gallega al fondo a la izquierda, a la derecha el Puesto de vigilancia contra incendios de Las Minas y justo detrás el Cerro del Corzo.
Tras un merecido descanso y la contemplación del horizonte en todas las direcciones, es hora de deshacer el camino y regresar hasta el lugar del desvío de la pista. Recordar que es en bajada y en un principio nos vamos a encontrar con mucha pendiente y piedra suelta por lo que debemos estar atentos. Una vez en la pista nos encontramos de frente descendiendo por otro sendero que nos dirige hasta El Púlpito, una mole de roca caliza a modo de pirámide de 1.426 metros de altura, que comparte grandeza con el Cerro de Garay, a la derecha, y con el Calar de los Mármoles, a nuestra izquierda. Este monte que rodeamos para alcanzar un pequeño prado lleno de pinsapos y hermosos ejemplares de pinos, avanzamos sin sendero dirección oeste por entre los pinos dejando atrás el pequeño prado y alcanzamos la pista. Continuamos por esta pista dejando atrás el Barranco de la Hoz y un poco mas adelante a nuestra derecha nos encontramos una tablilla indicadora del lugar y coordenadas de la primera de las trincheras que vamos a visitar.
Como hemos dicho avanzamos por el sendero de la derecha y lo primero que nos encontramos es la Fuente de los Llanos del Fraile en un pino rodeando a este de forma singular, mas adelante llegamos ya a las Trincheras de los llanos del Fraile (posiciones de los Pocicos). Estamos ante unas trincheras que han llegado muy bien conservadas hasta nuestros días, constan de varios pozos de tirador y puestos de observación. Hay dos nidos de ametralladora y hasta un puesto de mando bastante protegido ante posibles ataques de la artillería. Con todo ese laberinto de pasadizos que conducían a los casamatas para los dos nido de ametralladora que cubrían los dos extremos de la línea de vanguardia, y puestos varios de observación, tiro y escucha repartidos por toda esta antigua construcción militar. Completándose la defensa con dos alambradas que cubrían los dos barrancos ubicados a cada lado de la colina. Contando esta antigua guarnición-posición de "Los Pocicos", con un pelotón (dieciocho soldados) y una escuadra de ametralladoras (un tirador, un cargador y un proveedor). Contando el personal con una reserva de alimentos para cuatro días a base de garbanzos, judías, tocino y chorizo para preparar comidas calientes y latas de sardinas e higos secos para consumir en frío.
Tras una pequeña exploración de la zona volvemos por el sendero de antes de vuelta hasta la pista de nuevo continuando por esta . Llegamos mas adelante a una explanada que deberemos de cruzar, una vez abandonada la pista, para dirigirnos, siguiendo el camino de tierra hacia la arboleda del fondo. Lugar, para más señas, que sirvió hasta no hace mucho, como antiguo helipuerto para el INFOCA. Y tras un corto llaneo, con posterior y pequeña subida incluida, a través de una ancha senda de tierra, que llegamos a este cruce de caminos. Pudiendo visitar, según tomemos el desvío de la derecha y/o el de la izquierda, sobre esta última e interesante zona de trincheras, las del cerrete o Cerro de la Yedra, respectivamente. Trincheras con vistas hacia el peñón de la Mata. Tomando el desvío de la izquierda las conocidas como las de la posición de Alonso; a las que nada más llegar nos encontramos con una trinchera con sus dos muros de hormigón ligeramente volcados por la acción del empuje del terreno y del tiempo. Encontrándonos justo al lado con la entrada al puesto de observación que vemos, y que nos lleva a un nido de ametralladora. Recorrido que termina en el nido de ametralladora y con vistas, cómo no, hacia el Peñón de la Mata. Aunque con el tiempo, como vemos, la vegetación ha cubierto la zona. Siendo el Peñón de la Mata uno de los focos más importantes de la resistencia republicana. Trincheras que cuentan con un pequeño entramado de pasadizos, cuya mayor parte del conjunto se puede visitar a través de la trinchera principal con desarrollo hacia uno de los puestos de observación y hacia un segundo ramal forrado con encofrados de hormigón, que desemboca a su vez en el puesto de mando. Llamando la atención el arco de herradura que decora el vano de acceso al puesto de mando y bajo el que nos encontramos ahora así como de sus acondicionamientos; ya que disponía de chimenea, y de un pavimento de cemento enlucido y decorado, bastante bien conservado por cierto, aunque totalmente descubierto en la actualidad por la caída de su techumbre. Tomando el desvío de la derecha, visitaremos las ubicadas en lo alto del cerrete de la Yedra tras superar unos roquedos. Trincheras situadas en el extremo oriental del Cerro de la Yedra, sobre este alargado promontorio con caídas bastante acusadas en sus laderas. Siendo el eje de esta posición defensiva una larga trinchera que organiza toda la circulación. Pariendo desde ésta otras secundarias que bajan hacia la vertiente sur del cerro, superando fuertes pendientes. Desembocando la más representativa en un nido de ametralladora. Terminando las demás en pozos de tirador de diferente tipología. Completando la posición varios puestos de observación más, a los que se llega recorriendo un estrecho sendero que bordea la ladera sur. Siendo el elemento más llamativo esta escalera elevada que domina la posición y cuyo mortero, el cemento, se confunde con la piedra del tajo sobre el que está materialmente encajada.
Trincheras ambas, las de esta última zona visitada, que dejamos atrás, volviendo sobre nuestros pasos, y atravesando de nuevo la explanada hasta cruzar la pista por un senderillo que nos va a llevar a el Área recreativa de la Alfaguara sin llegar a ella saldremos un poco mas arriba para dirigirnos al sendero que parte desde el Área recreativa conocido como Sendero de Fuente fría El agua vuelve a surgir en Fuente Fría, uno de los manantiales más conocidos de la sierra de la Alfaguara. Lo hace a una temperatura que se mantiene por debajo de 10 grados durante los meses más cálidos del año. Es el punto clave de un paraje natural que se sitúa en pleno corazón de los bosques altos de la sierra de la Alfaguara. El agua, a pesar de que no es constante y depende de la abundancia de lluvias y las filtraciones al subsuelo, genera un ecosistema casi de ribera. Los grandes árboles que crecen junto a la fuente, encinas que se ven cubiertas de una gran masa de hiedras, y el matorral típico de las zonas sombreadas de media montaña, favorecen la presencia de numerosas aves que utilizan como bebederos los regueros de agua y el pequeño abrevadero que hace décadas se construyó para el ganado. Fuente Fría, que hace años contó con una pequeña alberca y una zona recreativa con sus bancos para descansar, es también el punto medio de un recorrido que se interna en los bosques de la Alfaguara y que, de forma circular, conecta con las trincheras del cerro de la Encina y con el antiguo sanatorio antituberculoso que creo y mantuvo Bertha Wihelmi, un lugar sobre el que parapsicólogos y aficionados a los fenómenos paranormales aseguran que se pasean los fantasmas de quienes habitaron en el viejo sanatorio: pacientes, enfermeras, un cura, e incluso un perrito que vivía con ellos. Una leyenda que ha convertido estos parajes en uno de los más concurridos de la sierra de Huétor, a través de la ruta de Fuente Fría, las trincheras y el camino de los espectros.
Tomando el desvío señalado, que encontraremos a la izquierda según el sentido que llevamos de la marcha, situado a unos 500 m. de Fuente Fría, si queremos visitar opcionalmente unas interesantes trincheras de la época de la guerra civil. Trincheras a las que llegaremos tras salvar primeramente una pequeña vaguada situada a la vera misma de este camino, y subiendo a continuación, casi perpendicularmente por la la loma que le sigue, a través de un estrecho senderillo, algo perdido, eso sí, entre los pinos de repoblación, llegando al final a la cumbre del cerro sorteando algunos chaparros. Trincheras que andan situadas en lo alto del cerro de la Encina, las conocidas como del Cura, con estas soberbias vistas hacia el este: las del Calar de los Mármoles, hacia los miradores del sendero de la cañada del Sereno incluidos. Por debajo se encuentra, como referencia el barranco de la Hoz y la Fuente de la Teja; y al otro lado del barranco, el cerro del Carbonero. Topándonos, a esta vertiente del cerro, con la mayor concentración de instalaciones y, cómo no, las de Sierra Nevada. Y hacia el oeste, con la mira puesta sobre el Peñón de la Mata. Estando ubicadas a este otro lado las estructuras para las viviendas. Unas estratégicas trincheras, sin duda alguna.
Bajando ahora por la loma para volver al carril principal y retomar el sentido circular de la marcha llegando, ahora sí, a las ruinas del antiguo sanatorio de la Alfaguara, que fue promovido por Bertha Wihelmi (1858-1934), pionera en la lucha antituberculosa en la provincia de Granada. Tras su muerte y el estallido de la Guerra Civil, dos años mas tarde, estas instalaciones sufrieron un reciclaje para fines militares, ya que disponían de buenas comunicaciones y suministro eléctrico, proveniente de la localidad de Alfacar, con transformador de paso incluido junto a la Cueva del Agua - al día de hoy aún en pie-,por lo que fue elegido como puesto de mando de la Plana Mayor de la zona. Situándose en la cima del cerro vecino, dos pequeños observatorios para su protección. En el mes de febrero de 1939 estaba defendido por una sección (cincuenta y cuatro personas) y la Plana Mayor. Estaban dotados de cuarenta y cuatro fusiles, un fusil ametrallador y cuarenta y siete dispositivos de artificios y señales.
Desde el sanatorio seguimos por el carril hacia el Oeste y antes de cerrar el circulo que hemos trazado para visitar el Cerro de la Encina y el sanatorio ,descendemos a otro carril que hay más abajo y que discurre por la Cañada de la Cuna, para lo que utilizamos una vereda. Llegamos a un collado junto al Cerro del Pino, la cañada por la que veníamos sigue hacia el Sur, pero nosotros tomamos un sendero que sale hacia el Este y que en fuerte pendiente desciende hasta el maravilloso paraje de la Fuente de la Teja, acompañando a un barranco. En este paraje encontramos dos fuentes: la de la Teja (sin agua) y otra con un indicativo del ICONA (de la que mana abundante y fresca agua). La Fuente de la Teja se encuentra en el Barranco de Polvorite. Seguiremos por la pista hasta encontrarnos con el Mirador de las Veguillas. Desde este mirador podemos ver vegetación de ribera, encinas, pinos o pinos de repoblación.
Justo debajo de este mirador se encuentra el estanque de Las Veguillas y el río Darro. Con esta preciosa estampa llena de contrastes, abandonamos este mirador, ya nos queda unos dos kilómetros para llegar a nuestro punto de partida después de haber pasado el Barranco de las Tejoneras.
Waypoints
Barranco de los Corrales
Cortijo de los Corrales
Situadas próximas al camino, veremos unas viejas construcciones ganaderas.
Mirador de la Zarraca
Al llegar a este mirador donde espectaculares vistas de Sierra Nevada nos esperan.
Mirador de los Mármoles
Desde aquí seguimos teniendo inmejorables vistas de todo el parque.
Barranco de la Majada de los Mármoles
Mirador de Polvorite
Bonitas panorámicas nos esperan desde este mirador con el Peñon de la Mata como predominante.
Umbría del Polvorite
Es en estas zonas donde crecen verdaderas joyas botánicas, equiparables a los valores paisajísticos de la umbría observables desde esta pista, con gran densidad de pinares de un verde intenso.
Arroyo del Polvorite
Cuerda de los Gitanos
Hasta llegar a esta cuerda tendremos unos pasos algo delicados en los que deberemos de ayudarnos con las manos.
Cerro del Corzo (Mirador de las Minas)
En la mismísima cumbre del pico del corzo, se encuadra este mirador que ofrece unas impresionantes vistas de 360º. El mirador Las Minas, que comparte espacio con un puesto de vigilancia contraincendios, posee una panorámica que abarca las Sierra de Huétor, Sierra de Arana y Sierra Nevada.
Derecha
Cerro el Púlpito
Esta es una mole de roca caliza a modo de pirámide de 1.426 metros de altura, que comparte grandeza con el Cerro de Garay, a la derecha, y con el Calar de los Mármoles, a nuestra izquierda.
Trincheras de los Llanos del Fraile (Posiciones el Pocico)
Los Pocicos, aunque a fecha de hoy es más conocido como Trincheras de los Llanos del Fraile y así consta en los diferentes trípticos e información editada por la Junta de Andalucía, así como en los carteles informativos. Estamos ante unas trincheras que han llegado muy bien conservadas hasta nuestros días, constan de varios pozos de tirador y puestos de observación. Hay dos nidos de ametralladora y hasta un puesto de mando bastante protegido ante posibles ataques de la artillería.
Trincheras de la Yedra (Posiciones Alonso)
Al llegar al lugar encontramos una trinchera con dos muros de hormigón ligeramente volcados por la acción del tiempo y el empuje del terreno. Justo al lado se abre la entrada de una trinchera cubierta que nos transporta a un puesto de observación y a un nido de ametralladora. La mayor parte del conjunto se puede visitar a través de la trinchera principal, en su desarrollo hacia uno de los puestos de observación y hacia un segundo ramal, forrado con encofrados de hormigón, que desemboca a su vez en el puesto de mando. Llama la atención el arco de herradura que decora el vano de acceso a este recinto y sus acondicionamientos, ya que dispone de chimenea y de un pavimento de cemento enlucido y decorado.
Trincheras de la Yedra (Avanzadilla de Nivar)
Estamos ante un sistema defensivo del VI Centro de Resistencia del bando sublevado. La Guerra en Granada empezó el 20 de Julio de 1936, ya el día 27 de Julio de ese mismo año, por las fuerzas sublevadas se empieza a construir una red defensiva de fortificaciones para frenar a las fuerzas republicanas que rodean a Granada, que se ha convertido en un pequeño islote. Estamos en la 32 división del ejército de Franco, aquí se organizan tres grandes sectores de resistencia Pinos, Güevejar y Huetor Santillán. En el Segundo sector hay VI zonas, en esta es en la que no encontramos que coincide con los municipios de Güevejar, Nívar, Cogollos, Alfacar y Víznar. El VI Centro de Resistencia tenía a su vez dos subsectores uno en Cogollos y otro en la Sierra de la Alfaguara con el objetivo de evitar las vías de comunicación que había desde Murcia con Granada a través de Huetor Santillán y la Sierra de la Alfaguara a través de caminos secundarios. La Trinchera de la que estamos hablando se sitúa en esta primera linea en la que estamos, tenía como misión impedir y contener un ataque enemigo mientras que a retaguardia estaba la verdadera fuerza del ejercito sublevado. Y se ubicaban en la Sierra de la Yedra, dominando el río Bermejo y a una distancia de unos 2 kilómetros sobre el Peñón de la Mata donde se ubicaban las fuerzas Republicanas. Estas trincheras miraban directamente hacia las del Peñón de la Mata que en este caso estaban en manos republicanas. También hemos de pensar que el entorno no tendría la masa de pinos que hoy podemos encontrar y que estaba todo mucho más pelado, lo cual es mucho más lógico a efectos defensivos de una posición militar.
Fuente Fria
Es este uno de los manantiales más conocidos de la sierra de la Alfaguara. Lo hace a una temperatura que se mantiene por debajo de 10 grados durante los meses más cálidos del año. Es el punto clave de un paraje natural que se sitúa en pleno corazón de los bosques altos de la sierra de la Alfaguara.
Trincheras del Cerro de la Encina o del Cura
Trincheras que andan situadas en lo alto del cerro de la Encina, las conocidas como del Cura, con estas soberbias vistas hacia el este: las del Calar de los Mármoles, hacia los miradores del sendero de la cañada del Sereno incluidos. Por debajo se encuentra, como referencia el barranco de la Hoz y la Fuente de la Teja; y al otro lado del barranco, el cerro del Carbonero. Topándonos, a esta vertiente del cerro, con la mayor concentración de instalaciones y, cómo no, las de Sierra Nevada. Y hacia el oeste, con la mira puesta sobre el Peñón de la Mata. Estando ubicadas a este otro lado las estructuras para las viviendas. Unas estratégicas trincheras, sin duda alguna.
Sanatorio de Tuberculosis de Bertha
En 1923 se construyó este sanatorio en funcionamiento hasta la Guerra Civil. El enclave, rodeado de bosques, sería el lugar perfecto para la recuperación, aunque tan sólo fuese parcial, de los pacientes. La alemana Bertha Wihelmi decidió dedicar su vida a los demás luchando contra la tuberculosis tras que su hermano muriera de dicha enfermedad, que por aquella época era en muchos casos incurable. Como mal menor, los infectados por la mortal dolencia que eran tratados a tiempo, disfrutaban de una muerte digna y de cierta calidad de vida en el escaso tiempo que los separaba de su inexorable final. Aquel triste suceso marcaría para siempre a la alemana.
Mirador de las Veguillas
Desde el Mirador de las Veguillas podra observar a la izquierda una masa de encinar bien conservada. Es la vegetación propia de estas zonas en su estado natural, cuando no ha sufrido arteración por parte del hombre. En las zonas más húmedas estos encinares se enriquecen con quejigos. Al fondo del valle, en el cauce del Río Darro y en algunos barrancos de los alrededores quedan restos de vegetación de ribera, muy diferente de la que la rodea y fácil de identificar en otoño ya que sus hojas cambian su color a amarillo antes de caer.
Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Travesia por un lugar lleno de nuestra historia la cual nunca deberiamos olvidar para ver si mejoramos en algo. Desde el cerro del corzo y su mirador las vistas son simplemente 💯✖💯
Historia que nos hace recordar lo terribles que llegamos a ser los seres humanos. Lo has dicho bien, no debemos olvidar y caer en los mismos errores. Gracias por las valoraciones y comentarios.
Salud y buena montaña.