Miradores y Sendas… en el Monte Pinar

El Monte Pinar es uno de los tres que rodean Alcalá de la Selva, el mas alto pero con el sambenito de soportar ese engendro que es la urbanización del Solano. Pero si le damos la espalda a esta circunstancia, veremos que dispone de varias rocas, magníficos miradores sobre sus diferentes vertientes, destacando Peña Ojerada. Y un par de recoletas sendas por las que subir y bajar desde la Ermita por la umbría del Pinar.
Aquí es donde hemos visto el mayor rebaño de cabras montesas de la sierra; se contaban por decenas, no por unidades. Hoy solo hemos visto dos grupos de tres ejemplares en cada caso.
En la ruta subiremos por la senda del Solano, recorreremos sus cuatro miradores y bajaremos por la del Humilladero, acabando por la senda Fluvial.
Salimos de la Ermita de la Vega y tomamos la calle junto al Rincón de Juanjo y seguimos por la senda que sube entre terrazas hacia el Solano.
Tras dejar a la derecha una roca con un ojo que la atraviesa llegamos a un paso estrecho junto a unas rocas que regalan unas buenas vistas sobre la Ermita que la que venimos.
Poco después dejamos la senda para remontar por un barranco hasta los Castillejos Altos a espaldas de la Urbanización que no llegamos a ver.
Aqui hay trazas de una vieja senda que orillaba las pequeñas terrazas o garretos en el barranco.
En el cable que corta el camino tomamos la senda que por la Solana del Pinar se dirige hacia el Mirador sobre Valdecerezo. Esta senda en los últimos trabajos forestales la cubrieron con los restos del ramaje.
Valdecerezo es el valle que baja desde el Solano hasta el rio Alcalá en el Mas del Río. Hay un camino paralelo al barranco y una senda por el otro lado que recorre las abandonadas terrazas y pasa por la masía de Val de Cerezo. También está la vieja mina de galena argentífera y el horno donde se calcinaba el mineral.
Tras el mirador salimos al camino que recorre la parte alta del monte. Lo seguimos hacia la izquierda hasta una zona donde se realizó una repoblación hace un par años. Seguimos los nuevos caminos abiertos entonces para llegar al final al barranco por donde bajaremos hacia Peña Ojerada. Esta es una gran roca horadada de lado a lado que permite atravesarla y desde su cumbre nos da una gran vista aérea sobre la revuelta de los molinos, el pueblo y su castillo y el monte Tumborrubio enfrente.
Deshacemos el camino hasta una roca en el fondo del barranco donde nos desviamos a la izquierda para subir hasta el último de los miradores del día.
Este se encuentra sobre el polideportivo del pueblo suministrando una gran panorámica desde el pueblo a la izquierda, toda la sierra del Monegro enfrente, hasta el collado del Buey a la derecha cerrando la Vega en dirección a Linares de Mora.
Seguimos remontando por una ligera trocha hasta la parte alta del monte, donde retomaremos el camino hasta alcanzar el desvio de la senda del Humilladero. Esta baja en cómodas lazadas hasta el sendero fluvial a la altura del Humilladero. Se ve cortada por el camino que se abrió cuando se aclaró el bosque en los últimos trabajos forestales.
Dejamos a la izquierda el camino que nos acercaría a la bandera poco antes de alcanzar el río Alcalá.
Ahora seguimos este tranquilo paseo que es el sendero fluvial habilitado hace unos años y que lleva del pueblo a la Vega. Hoy el río bajaba alegre y transparente tras las lluvias de la semana pasada.
La parte de las sendas por la umbría el monte está muy bien, mientras que la parte alta ha visto como se ha aclarado el bosque en demasía, perdiendo parte del encanto y los plantones todavía tienen los tubos de plástico de protección de las plantas de pino.
La ruta se puede alargar si se viene desde el pueblo por la senda fluvial o acortar si salimos desde la parte alta de la Urbanización del Solano.