MOCLIN, CERRO DE CATENA, CERRO DEL HACHO, RUTA DEL GOLLIZNO, PINTURAS RUPESTRES

Esta es una ruta, por un lado, básicamente para contemplar sus vistas y para disfrutar del precioso sendero que recorre el rio Velillos y que conocemos como Ruta del Gollizno, por otro lado.
En la segunda parte hemos cumplido con nuestro objetivo, pero no asi en la primera, pues el dia gris y nublado nos ha impedido disfrutar de las magnificas vistas que nos hubieran podido ofrecer tanto el Cerro Catena como el Cerro del Hacho, máximas altitudes de todo el entorno y desde las cuales se pueden observar, en días claros, desde las cumbres de Sierra Nevada, la Sierra del Manar, S. Almijara, S. Tejeda, S. Alhama, las mas cercanas de Parapanda o Sierra Elvira, hasta completar el circulo con la Sub-Betica cordobesa, la Sierra de Cazorla en la lejanía, o Sierra Arana en primer termino.
Una pena el dia gris en ese sentido, pero no por ello hemos disfrutado menos de este magnifico dia de naturaleza haciendo lo que mas nos gusta. Ademas, el hecho de no tener buenas vistas hoy, nos obliga a volver en otra ocasión, cosa que agredecemos, pues la ruta nos ha encantado y creo que merece la pena.
Por otro lado, la Ruta del Gollizno, con su precioso sendero a las orillas del rio Velillos, sus puentes y pasarelas, su famosa fuente Corcuela y las no menos interesantes pinturas rupestres (para las que, desde aquí, pido el máximo respeto y cuidado, pues forma parte de nuestra maravillosa historia, y es algo que , entre todos, debemos conservar), conforman una muy interesante ruta, no exenta de belleza y además, creo, al alcance de un amplio abanico de publico, teniendo, quizás, la única dificultad técnica en la subida al cerro de Catena por la vertiente que nosotros la hicimos, pues no encontramos vereda alguna en su tramo superior ( la visibilidad era muy escasa), lo que nos obligó a ir subiendo por donde buenamente pudimos, sorteando tramos pedregosos, matorral bajo y orientándonos a través del bosque. Por lo demás, sin ninguna otra complicación técnica, tal vez la ultima subida a Moclín por la Cuesta del Silencio es la que se hace físicamente algo mas pesada, pero solo eso.
Ademas de la propia belleza e interés de la ruta, esta posee una faceta histórica que no podemos obviar. Y es que Moclín, desde muy atrás en la historia, ha constituido la puerta de entrada a toda la vega granadina desde su vertiente norte, lo que le ha otorgado a este enclave una importancia vital en lo que se refiere a la defensa o reconquista de Granada, no en vano, su castillo aguantó mas de 100 años el asalto y acoso de las troas castellano-aragonesas en su afán de reconquista del Reino Nazarí, hasta que los Reyes Catolicos vieron la extrema necesidad de tomar este lugar, llave y escudo de Granada, mandando en un primer lugar al Conde de Cabra al frente de una hueste de mas de 100 caballeros y 3000 infantes que fracasaron ante el caudillo El Zagal, que se apostó en la fortaleza con mas de 1000 jinetes y otros tantos infantes. Ante tal fracaso los Reyes Catolicos valcaron todos sus esfuerzos en la conquista de esta importantísima plaza, consiguiendo esto tras muchos días de asedio el 26 de Julio de 1486.
Aun así, el castillo de Moclín, es el único de la época Nazarí que conserva al completo todo el recinto amurallado, aunque su recinto interior se encuentra muy deteriorado ( hoy en dia en restauración).
Moclín, después de su conquista, continuo siendo una plaza de vital importancia hata la toma de Granada, lo que se reflejó incluso en el mismo texto de las famosas Capitulaciones de Santa Fe para la entrega de Granada.
También encontramos en Moclín, en lo que antaño fuera la mezquita, la iglesia del Cristo del Paño, cuya romería esta documentada desde el S.XVII, aunque hay que suponer su existencia anterior, ya que, cuenta la tradición oral, que el lienzo fue utilizado por los Reyes Catolicos como estandarte de guerra y una vez que entraron en las fortalezas Nazaries lo desplegaban como símbolo de conquista. En agradecimiento por la conquista de la difícil plaza de Moclín y mientras los reyes castellanos, junto al "Infantico", hijo de Boabdil, que estuvo rehén hasta la Capitulaciones,y permanecían en su castillo hasta la firma de las mismas, Isabel y Fernando donaron el estandarte a la Villa de Moclín.
Esta antiquísima romería cuenta con una fuerte tradición histórica, al ser muchos los años que la imagen del Cristo lleva siendo adorada en su santuario de NªSª de la Encarnación, aunque su culto, sin embargo, no llegaría a hacerse verdaderamente popular hasta bien entrado el S.XVII y en el que, según la tradición, el sacristan de la parroquia la sacó para limpiarla con agua y un lienzo y que movido por el fervor y la devoción interior llegó a besar el pie de la sagrada imagen y limpiose la cara con el lienzo con el que hubo limpiado la imagen del Cristo. Al instante quedo curado de la vista "empañada de nubes" (cataratas) quedando asi curado de la "enfermedad del Paño". De ahí la denominación dada al Cristo como "Cristo del Paño". Desde entonces la imagen es honrada cada 5 de octubre con misas y procesión por las calles del pueblo, teniendo una gran devoción entre sus fieles, llegados de toda la geografía andaluza.
En definitiva, una muy bonita ruta, muy interesante y cargada de historia. Un placer haberla concluido y deseando repetirla con buen tiempo.

Nos vemos en los montes.

NOTA:
La dificultad de cada ruta depende de factores tan distintos como la longitud de la misma, el desnivel positivo, el desnivel negativo, el estado del terreno que pisamos, la meteorología reinante en ese dia y sobre todo la condición física y psicológica con la que afrontemos la ruta. Por lo tanto la calificación de cada ruta es subjetiva y habrá de amoldarse a todos estos factores en particular.