Moclín y la Ruta del Gollizno desde Olivares

Completa y divertida circular que hemos disfrutado en familia, muy recomendable para hacerla con niños si están acostumbrados a subir algo de desnivel. Preferimos empezar en Olivares (concretamente en el Barrio Alto), ya que así hacíamos la subida a Moclín al principio, aún frescos y con temperatura más agradable. El tramo hasta Moclín coincide con el Camino Mozárabe. El camino es amplio y de buen firme, con pendiente constante pero asequible. Conforme vas subiendo ganan las vistas a la Hoz del Velillos, plato final y fuerte de la ruta, y también a Sierra Nevada, aunque nosotros no tuvimos la suerte de tener buena visibilidad al sur. Varios miradores y una ermita salpicados por el camino hacen más agradable el ascenso.

Llegamos al pintoresco Moclín, pero no paramos de subir hasta llegar a lo que queda de su castillo. Callejeando un poco nos encontramos con el ayuntamiento y un par de fuentes de agua fresca. Ya arriba, visitamos la parte baja del castillo, una cueva costumbrista y un mirador que nos adelantaba lo que venía: la bajada hasta el río Velillos. El descenso hasta curiosa la Fuente de la Corchuela es bastante agradable, pues la mayor parte se hace a la sombra de un pinar. Dejamos para otra ocasión la visita a las pinturas rupestres de la Cueva de las Vereas, pero dejo el desvío marcado con un waypoint. Nos refrescamos y fotografiamos la bonita Fuente de la Corchuela, donde la pendiente se recrudece un tanto y el piso se afea. No obstante, hay cuerdas quitamiedos en todos los puntos que pudieran ser complicados, por lo que haciéndolo despacito no tiene ninguna dificultad. Antes de llegar a la Hoz del Río Velillos, pasamos por el precioso Mirador del Tózar que nos da la bienvenida a la última parte de la ruta, que transcurre siempre por la ribera del río.

Un cómodo sendero nos ayuda a meternos de lleno en la hoz y disfrutar desde abajo de sus impresionantes tajos. Después de un km, la hoz se encajona más si cabe, pero el paso es fácil y agradable gracias a unas pasarelas de madera muy bonitas, que nos llevan hasta un puente colgante. Este es, quizá, el punto más pintoresco de toda la ruta animado también por una cascada artificial.

Superado el puente solo queda acompañar al Velillos en su camino hacia Olivares, pasando por la Fuente de Buenaventura donde hay una preciosa vista al Tajo de las Palomas. En este tramo hay un desvío hacia la zona arqueológica de Tózar, que dejaremos también para la siguiente ocasión, pero que marco con un waypoint. Aparecemos en Olivares después de atravesar otro puente, este menos espectacular, justo a la altura de la antigua central hidroeléctrica tras la que nos aupamos al llanete donde teníamos aparcado el coche, poniendo fin a esta notable circular del Gollizno.