Modorra de Cucalon y su pequeño bosque de tejos

En la cara noreste del Pico Modorra de Cucalón, en una pequeña terraza, se esconde un pequeño bosquecillo de tejos que se acompaña de otros árboles y arbustos impropios de estos lugares. La humedad, la altura y la orientación del lugar hacen que se mantenga de manera sorprendente esta maravilla.

El itinerario parte del pueblo de Cucalón. Salir de la Autovía Mudéjar en la salida de Romanos o en la de Ferreruela y continuar hacia Cucalón. Una vez atravesado el pueblo siguiendo la carretera hacia Bádenas, nada más pasar una balsa a nuestra izquierda, aparece una pista a la derecha que va poco a poco subiendo entre campos. Lo aconsejable es dejar el coche por la pequeña ermita de San Lorenzo y comenzar a caminar que el paisaje es muy bonito y los bajos del coche os lo agradecerán. Seguir el camino que avanza paralelo a la Modorra hasta casi llegar a su final. Entonces surge un pequeño camino a la derecha que va ascendiendo hasta unos campos en los que se han plantado unas carrascas.
A partir de aquí comienza la verdadera ascensión sin una senda definida por un bosque de rebollos que cubre toda la ladera sur de la montaña. El track marcado sigue la ruta más bonita de esta cara sur y que evita las pedrizas que a la bajada son molestas y hasta peligrosas. Una vez llegamos al pico las vistas son preciosas: el Campo de Romanos recorrido por el río, valle del Colladico, la virgen de Herrera y unos espectaculares cortados a la cara norte.

La cumbre está muy “pelada” y sin apenas plantas. Nada hace sospechar que unos 5 - 10 metros más abajo se extiende una pequeña y alargada terraza con plantas “exóticas” para estos lugares. Para llegar hasta ella hay que descender unos metros hacia la derecha por la poco inclinada espalda de la montaña para luego girar 180 grados y pasar por entre la cumbre y el cortado. Tranquilos que la ruta no es peligrosa y no hay ningún paso aéreo ni complicado. Allí nos encontramos con un pequeño bosquecillo, orientado hacia el norte, en su mayoría de tejos. Cuando los veas te entrarán ganas de matar a Bambi, a su padre y a su puta madre pues todos ellos están comidos hasta un metro y medio de altura por completo por estos simpáticos animalillos. Esto hace que los árboles mayores estén sufriendo mucho (de más hacen con subsistir por estos lugares), los pequeños están prácticamente secos y hay una imposibilidad de regeneración por nacimiento de nuevos árboles. Además de tejos nos encontramos con arces de Montpellier, acebos, avellanos, guillomos y también plantas nitrófilas pues en estas rocas descansan y anidan buitres y otros pájaros rupícolas.

El itinerario del track da la vuelta a la cumbre hasta llegar al mismo camino de subida. En total, chino chano y con buenas paradicas unas tres horas. ¡Ah! no olvidarse de parar en el bar de Cucalón a tomarse una cervecica.......