Molina - Paraje - Mota (Mula /Segura) - Contraparada - Mota Segura - Ribera de Molina- Vía Verde - Molina

Travesía de algo menos de 20 kms. (en el túnel de la Vía Verde el gps se volvió un poco loco) que he calificado de moderada más por su distancia que por su dificultad (sin desnivel que, para los caminantes habituales carece de intensidad). Partimos desde un hectómetro al sur de la antigua Estación de tren de Molina de Segura (hoy sede de Cruz Roja) para adentrarnos posteriormente al margen izquierdo de la Mota del Segura y, tras cruzar el Puente del Paraje sobre aquél, dirigirnos y atravesar éste. Nuestro caminar nos lleva hasta la Torre Vieja (también llamada de Alguazas o de los “Moros”), llegando posteriormente al Río Mula que atravesamos por un puente acompañándolo varios hectómetros por su margen derecha en asfalto. Lo abandonamos retomando mota de tierra hasta su desembocadura en el Segura. Desde aquí, unos cinco kilómetros por la Mota segureña que abandonamos momentáneamente para cruzar la Rambla Salada y volver posteriormente a aquella. No la abandonamos hasta llegar a la zona de la Contraparada a la que accedemos desde un puente sobre el Segura. Vueltecica por su Área recreativa con contemplación del Gran Azud para, saliendo momentáneamente por asfalto, tomar la margen izquierda en dirección norte durante unos cuatro kilómetros y abandonándola en la pedanía molinense de la Ribera. Desde aquí, en dirección este y por asfalto en el Camino del Cementerio, accedemos por un pequeño tramo ascendente, acondicionado con escalera, a la Vía Verde. Desde aquí, solo nos quedan que recorrer unos tre kilómetros por la misma para llegar a nuestro destino (y origen) completando la circular. Por tanto, se trata de un recorrido mixto (bueno también para entrenos largos de “correteo”) que aúna zonas de asfalto rurales, Motas de ríos (Segura y Mula) y la Vía Verde del Noroeste. Comentar, como curiosidad, que senderamos por parte del GR-250 del Apóstol (Mota desde Contraparada a la Ribera). Como aspecto negativo, destacar el estado de desatención por parte de la Mancomunidad en muchos tramos de la Mota segureña con las cañas invasoras campando a sus anchas y dificultando el normal deambular. Por último, advertir que es una travesía a evitar en épocas estivales ya que la umbría, como es fácil deducir, es inexistente.