Molinos, Castillos, Castaños, Ríos y Yacimiento Pago Jarafí. Lanteira

En esta ruta hemos intentado reunir algunas de las rutas senderistas que circundan la localidad del Marquesado del Zenete de Lanteira. Lanteira o Argentaria, su primer nombre, proviene de la cultura ibero-romana. Más tarde, por la pronunciación nativa durante el Bajo Imperio Romano, se transformó en Argenteira y durante la Edad Media se conoció como Alyanteira. Poco a poco el nombre se ha ido transformando hasta el topónimo actual de Lanteira.

Siempre se ha pensado que Lanteira no ha sido una localidad importante en la época andalusí por estar apartada de las principales vías de comunicación. Sin embargo, todos los restos arqueológicos que se conservan desmienten esta teoría, como los dos castillos medievales para su defensa, o sus baños. Pasó a manos de los Reyes Católicos en su campaña de reconquista del Reino de Granada, que culminaron en el año 1492.

En 1568 se produjo la sublevación de los moriscos, que fueron expulsados tras su represión, por lo que la villa quedó casi desierta. Años más tarde se repobló con colonos procedentes del norte de la Península Ibérica.

Comenzaremos nuestra andanza en la Plaza de la Concordia; donde encontramos el AYUNTAMIENTO, fuentes y LA IGLESIA DE LA ANUNCIACIÓN que destaca por sus importantes artesonados, entre los que figuran el del presbiterio y el artesonado ochavado que cubre toda la nave, con cuatro tirantes y decoración geométrica policromada.

Saldremos de la localidad por la Calle Mineros y junto al Río del Barrio encontraremos los primeros y monumentales castaños secular antes de llegar al MOLINO DE ALQUIFE, al que, a pesar de su estado ruinoso, merece la pena asomarse y ver parte de su maquinaria. Algo más adelante se encuentra la Balsa de Alquife o del Pueblo.

El siguiente molino que veremos será el MOLINO DEL CHATO, reformado como vivienda, no conserva la maquinaria pero si las dos cárcavas, la entrada de agua, hoy entubada y sus dos empiedros.

Junto al Molino del Chato se encuentra el YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DEL PAGO DEL JARAFÍ. En el yacimiento se ha documentado una cronología de ocupación desde mediados del siglo VI hasta finales del XII, que permite conocer mejor las comunidades campesinas y la transición desde época visigoda a la época andalusí.

En la excavación arqueológica se han documentado estructuras y enterramientos tardorromanos (siglos VI-VII) y de época islámica (VIII- XIII). De este periodo son las terrazas de cultivo, los silos para el almacenaje de cereales, estructuras de viviendas, hornos de cerámica y de fundición de metal, un cementerio y una mezquita rural.

La mezquita rural es la única en Andalucía documentada hasta el momento de estas características, lo que aporta más valor aún al hallazgo.

Siguiendo el camino hallamos el MOLINO DE JOSEICO. Situado al cruzar el barranco en dirección a Alquife. Este molino conserva bastante bien su maquinaria. Al lado del molino se conserva una piedra de lavar en la acequia.

Después veremos más castaños centenarios, el Río del Barrio y el Castillo del mismo nombre. EL CASTILLO DEL BARRIO se encuentra en lo alto de una loma accesible desde el cementerio. Por sus características constructiva fue construido en época nazarí, entre los siglos XIII y XV, sobre otra fortaleza preexistente, quizá de origen romano, que tendría su razón de ser en las minas que por aquel entonces se explotaban por la zona. La fortaleza tiene planta rectangular de 30 x 20 metros, y dispone de sendas torres de 4 metros de lados en las esquinas. Se conservan varios lienzos de muralla que permiten apreciar el plano y las dimensiones de la fortaleza. La torre del homenaje, con planta rectangular de 6 x 5 metros aproximadamente, se encuentra adosada al lienzo sureste de la muralla.

Seguiremos paralelos al Río Barrio hasta llegar a un nuevo molino, MOLINO DE TOÑILLO. Este molino estuvo funcionando hasta principios de los 70. Aunque actualmente del molino sólo quedan ruinas merece la pena ir y disfrutar de sus alrededores.

Nos acercamos a ver la gran BALSA DE LANTEIRA; un remanso de paz y sosiego de unas dimensiones considerables habitado por numerosas aves y con un excepcional castaño centenario en sus inmediaciones. El tronco es descomunal.

A la izquierda nos llama la atención el Cerro de las minas, donde se encuentran varios pozos, galerías, escombreras, construcciones, así como la fundición de plata y otros vestigios de la actividad minera. Desde lejos iremos viendo una alta chimenea de la antigua fundición de plata, conocido como el chimeneón.

Unos metros más y encontramos el MOLINO DE VÍCTOR; situado en la solana del barranco muy cerca del río. Este molino a la vez era una panadería. Se encuentra total y perfectamente restaurado; y si se quieren ver las Cárcavas, hay que rodear la extensa valla que delimita la parcela del Molino y bajar hasta el río. Una pena que no se pueda visitar.

El siguiente molino que encontraremos será el MOLINO DEL TÍO PEPE Y EL ACUEDUCTO. Este molino contaba con los dos clásicos empiedros. Uno de piedra blanca (para consumo humano) y otro de piedra baxa (para piensos animales). En los años 50 instalaron un nuevo salto y lo convirtieron en una central eléctrica aunque por su escaso caudal no daba la energía necesaria.

Tras pasar por las ruinas de la Central eléctrica llegaremos al ÁREA RECREATIVA RÍO DEL BARRIO; ideal para pasar un día en familia o con los amigos disfrutando del entorno natural con el río allí mismo, fuentes de agua pura, mesas y bancos de piedra, barbacoas y mecedores para los pequeños.

Al final del área recreativa tendremos que pasar bajo una valla y comenzar un duro ascenso, casi campo a través, que culmina al llegar al Camino de los Molinos junto a un precioso mirador natural. Seguiremos con un ascenso algo más suave por este camino que nos llevará hasta la Pista Forestal Perimetral del Marquesado. Seguiremos la cómoda pista entre pinares de reforestación hasta llagar al puente del Río Barrio cambiando de ladera del Barranco y ascendiendo en dirección al PEÑÓN DE LANTEIRA. Este tramo del sendero es muy atractivo tanto por su recorrido entre bosques de coníferas como por su belleza paisajística sobre todo desde el mirador del Peñón en sus dos vertientes. Desde él podemos visualizar sierras tan atractivas como la de los Filabres, Baza, Cazorla o Sierra Mágina. Además podemos ver los pueblos del Marquesado, entre otros y unas espectaculares panorámicas de la cara norte de Sierra Nevada.

Después de superar la cota máxima de esta ruta iniciamos el descenso encaminándonos hacia el Valle del Río Poblado; pasando por los Barrancos de la Solana del Tío Cayetano y el de la Cabañuela. Hay que buscar un difuso sendero que serpentea en paralelo al transcurso del río. Debido al deshielo y al día lluvioso, el caudal del RÍO POBLADO era muy abundante, dificultando en gran medida este divertido descenso por un marco de belleza incomparable. Aquí hay que poner piedras, allí colocar un tronco y algo más allá blincar como gacelas con el objetivo de no mojarnos demasiado al cruzar casi una docena de veces el río (Ninja Warrior).

La vegetación de ribera es abundante y muy variada, encontramos setas Negritos en una chopera con arboles caídos. El bramar del agua es potente debido al caudal; las cascadas se suceden en decenas. Un paraje súper tranquilo, no como otros tan concurridos en zonas cercanas.

Siguiendo con nuestro aventurero descenso del Río Poblado, llegaremos a la Hoya del Ciego, unas ruinas junto al Barranco del Quejigo. Después veremos unos Castaños enormes y llegaremos al paraje de Cavero , donde está la deriva que toma el agua para la acequia madre de Lanteira. Continuamos por la vereda que va junto a la acequia para desviarnos bruscamente a la izquierda para iniciar el descenso que nos ubicará el MOLINO DE DON FERNANDO. Este molino, hoy convertido en restaurante y casa rural (“Posada Piedra de la Herradura”), conserva su estructura intacta y es visitable. Se encuentra en un entorno rodeado de castaños centenarios.

Más adelante iniciaremos el último ascenso que nos llevará hasta el CASTILLO DE BARRANCO SECO O DE LA REINA. Castillo árabe de los siglos XIII-VX, con posibles orígenes romanos, vinculado a las minas de plata. El castillo se encuentra en una situación estratégica, desde la que se domina parte de la Hoya de Guadix y casi todo el Marquesado del Cenete. Se conserva todo su perímetro, cuyos muros se adaptan a las irregularidades del terreno. Se conservan además tres torres unidas por un amplio. La entrada al recinto debía encontrarse en la parte sur y estaría flanqueada por un torreón.
En el este hay un aljibe excavado en la roca de casi 6 x 3 metros de lados, en cuyo interior pueden verse grafitis de época posterior a la conquista cristiana. Dentro del recinto militar existen restos de otro recinto destinado a poblamiento.

Posteriormente veremos el MOLINO DE TERESICA O DE MAGÜEY. Reformado hace pocos años, es una construcción de grandes dimensiones que conserva la maquinaria del molino, aunque no es posible visitarla. Si son visibles las dos cárcavas. Se ubica muy cerca del río y tiene un canal a media ladera con un salto o cubo inclinado.

Aquí comienza el amplio y cómodo Paseo de la Cañada, jalonado por castaños y que nos lleva hasta Lanteira; veremos el Panel informativo de la Ruta de Los Molinos y EL MOLINO DE ENRIQUE. Actualmente el molino sigue funcionando, es el único molino de la zona que sigue moliendo harina de maíz. Muy cerca del molino hay una panadería “ El Molino de Felipe “, propiedad de los dueños del molino, que está funcionando desde 1964. Donde se puede comprar pan y dulces caseros, todo cocido en horno de leña (lo encontramos cerrado).

Por último vemos EL MOLINO MATACÁN o LA CENTRAL. En la Torre Vieja, subiendo por la calle Medina Olmos existen restos de otro molino que pasó a central eléctrica con el nombre de “El Matacán”.

Ruta muy recomendable en cualquier época del año, pero sobre todo en primavera y otoño.