Molinos del Rivera de Ciudadeja y Las Chorreras (Las Navas de la Concepción)
near Las Navas de la Concepción, Andalucía (España)
Viewed 220 times, downloaded 8 times
Trail photos
Itinerary description
Ruta por el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, donde el protagonista es el río Rivera de Ciudadeja con uno de los bosques de rivera mejor conservados de la provincia y con vestigios de antiguos molinos hidráulicos, así como de presas y azudes que acumulaban y derivaban el agua para mover la maquinaria de los molinos (algunas aún en uso para alimentar acequias de riego).
Se puede llegar a Las Navas de la Concepción, pueblo próximo al límite de provincia con Córdoba, desde Hornachuelos o desde la Puebla de los Infantes, accediendo por la SE-7104. Por esta carretera llego hasta la Plaza de España y luego giro por la calle de la Virgen de Belén, aparcando cerca de la gasolinera, para iniciar la ruta. Siguiendo unos metros por la carretera A-8202, nos encontramos un poste indicando la dirección del Molino de la Molineta por el camino asfaltado a la izquierda, que luego se convierte en carril de tierra. Al poco se bifurca y continúo por el camino que lleva hacia la Puebla de los Infantes, hasta el siguiente cruce de caminos; en lugar de tomar por el camino de la derecha (opción más lógica), sigo por el olivar junto a éste, al encontrarme la alambrada abierta, hasta que me corta el paso la malla metálica. Así que vuelvo atrás para salir del olivar, desestimando coger el camino (ante la posibilidad de que esté cerrado más adelante) y mi intención inicial de llegar directamente al Rivera de Ciudadeja junto al Molino del Niño Dano, para después remontar el río. Tras este breve desvío de la ruta, la retomo en el primer cruce de caminos por la vía pecuaria Vereda de Constantina (Cañada Real de San Nicolás de la Nava) y ya siguiendo las indicaciones del PR-A 412 llego al río, bajando por la Cuesta del Tesoro, un bonito y umbrío sendero. Caminando junto a su margen izquierdo, enseguida me encuentro el primer molino de la ruta, el de la Molineta, actualmente restaurado; se abastecía de agua por un caz (canal) excavado en el terreno, de unos 600 metros de longitud, de tierra prensada.
Sigo aguas abajo, volviendo al camino y cruzando el río por un puente de piedra. En realidad el sendero PR-A 412 continúa por el mismo margen, NO debiendo pasar por el puente. Al otro lado del mismo, el camino me lleva a la Yeguada del Ciudadeja y luego empieza a subir; al darme cuenta del error, bajo hasta el río (me separa de él una alambrada con su puerta cerrada, pero se puede saltar) y lo vadeo ayudado por un tronco que lo cruza. De nuevo en el sendero, continúo por una senda junto al río, que me regala un precioso recorrido entre alisos, olmos, fresnos, álamos... hasta llegar al último molino en el curso del Ciudadeja (y el mejor conservado), el del Niño Dano (o de “Los Pelusos”), que no tenía una toma de agua fija, sino que era desviada al molino poniendo sacos de arena en el cauce del río.
Vuelvo río arriba, pasando junto al Molino de Martínez antes de salir nuevamente al camino junto al puente. Continúo por este camino hasta llegar a la carretera, al otro lado de la que sigue el camino de la Romería, que lleva a la Ermita de la Virgen de Belén.
Paso primero junto a las ruinas de un gran molino, el del Francés, así llamado porque fue un francés el que lo construyó; se estableció aquí a finales del siglo XIX para explotar el abundante corcho que vendía a productores franceses de tapones y con los beneficios de su venta construyó el cortijo La Venta (así se llama también la finca donde está el molino); en el cortijo montó un cocedero de corcho y luego edificó el molino, que abastecía de electricidad al cortijo y a las casas de los trabajadores.
La siguiente estructura hidráulica, tras dejar a la derecha el Camino del Túnel o Vereda del Quejigo (por el que volveré), es un azud de piedra, que debe ser lo que resta de el Martinete, de posible origen musulmán, un edificio donde la fuerza del agua represada, conducida por una canalización y cayendo a chorro movía el mecanismo de un martillo pilón de una fragua (más adelante se llamó Molino de los Polvoristas, por dedicarse a fabricar un componente de la pólvora a partir del carbón de zarza).
Llego a la ermita, situada en un meandro del río donde hay un merendero; aquí se celebra en agosto una romería. Tiene una gran escalinata y una columnata en su fachada, donde me llama la atención la labra de los capiteles.
Al final del área recreativa, sale una senda junto al río (por donde continúa la Geo-Ruta de Las Chorreras), que pasa junto a la parte trasera del Molino de los Frailes, ahora convertido en vivienda (aunque puede verse el doble cárcavo, uno para alojar el rodezno y el otro para un generador hidroeléctrico). Es el más antiguo de los molinos harineros, construido por los monjes Basilios a fines del siglo XVI, con tipología de molino de cubo; a principios del siglo XX fue cuando se añadió una bovina para generar la electricidad que abasteció al pueblo hasta 1932.
Salgo a un camino que lleva a una cancela a mano izquierda, por donde sigue el sendero que termina en el paraje de Las Chorreras, afloramiento, a través de fallas del terreno, de las aguas subterráneas de un manantial que abastece a Las Navas. La abundancia de roca caliza genera un acuífero kárstico, con un agua rica en carbonatos por la disolución de la caliza, que, cuando pierde presión en los saltos de agua o al quedar retenida por la vegetación, forma depósitos de tobas calcáreas (travertinos), donde son características las cavidades en la piedra, originadas cuando las raíces o ramas se pudren y queda sólo el recubrimiento de carbonato cálcico.
Inicio la vuelta por el mismo camino (al pasar la cancela está la opción -con un recorrido algo más corto- de volver a La Nava por el camino que sube al frente, que se continúa por la “Cuesta de Manolo”). Yo vuelvo por la ermita para luego recorrer el Camino del Túnel, así llamado porque el bosque mediterráneo forma un dosel que envuelve la vereda, realmente bonita; ésta se continúa, ya hasta el pueblo, por un camino de dehesa, donde abundan las piaras de cerdo ibérico. La cría de cerdos en Las Navas cuenta con siglos de tradición y está en el origen del pueblo: en el siglo XVI se establecen en la zona los mencionados monjes de la Orden de San Basilio (según su costumbre de entonces, fundaron varios monasterios en parajes abruptos y apartados de Sierra Morena) y luego llegarían los colonos que se dedicaron a esta actividad ganadera, junto con la producción de aceite.
Ya en el pueblo paso por la Plaza de España, donde se encuentra la Iglesia parroquial de La Purísima Concepción (siglo XVIII), que alberga una pila bautismal del siglo XVI procedente de la primitiva Iglesia del monasterio de los Basilios de San José del Valle (además de un retablo de siglo XVIII con un grupo escultórico de Santa Ana con la Virgen Niña de la mano, de madera estofada y policromada, y otras esculturas de los siglos XVII y XVIII); es sede de los patronos de la localidad, San Pedro y la Virgen de Belén. Su campanario, de 20 metros de altura, aloja cuatro campanas, llamadas San Antonio, Jesús, José y María (en homenaje a la Sagrada Familia).
Aquí concluyo esta ruta, algo larga pero sin dificultad técnica (siempre que no nos desviemos del sendero marcado).
Se puede llegar a Las Navas de la Concepción, pueblo próximo al límite de provincia con Córdoba, desde Hornachuelos o desde la Puebla de los Infantes, accediendo por la SE-7104. Por esta carretera llego hasta la Plaza de España y luego giro por la calle de la Virgen de Belén, aparcando cerca de la gasolinera, para iniciar la ruta. Siguiendo unos metros por la carretera A-8202, nos encontramos un poste indicando la dirección del Molino de la Molineta por el camino asfaltado a la izquierda, que luego se convierte en carril de tierra. Al poco se bifurca y continúo por el camino que lleva hacia la Puebla de los Infantes, hasta el siguiente cruce de caminos; en lugar de tomar por el camino de la derecha (opción más lógica), sigo por el olivar junto a éste, al encontrarme la alambrada abierta, hasta que me corta el paso la malla metálica. Así que vuelvo atrás para salir del olivar, desestimando coger el camino (ante la posibilidad de que esté cerrado más adelante) y mi intención inicial de llegar directamente al Rivera de Ciudadeja junto al Molino del Niño Dano, para después remontar el río. Tras este breve desvío de la ruta, la retomo en el primer cruce de caminos por la vía pecuaria Vereda de Constantina (Cañada Real de San Nicolás de la Nava) y ya siguiendo las indicaciones del PR-A 412 llego al río, bajando por la Cuesta del Tesoro, un bonito y umbrío sendero. Caminando junto a su margen izquierdo, enseguida me encuentro el primer molino de la ruta, el de la Molineta, actualmente restaurado; se abastecía de agua por un caz (canal) excavado en el terreno, de unos 600 metros de longitud, de tierra prensada.
Sigo aguas abajo, volviendo al camino y cruzando el río por un puente de piedra. En realidad el sendero PR-A 412 continúa por el mismo margen, NO debiendo pasar por el puente. Al otro lado del mismo, el camino me lleva a la Yeguada del Ciudadeja y luego empieza a subir; al darme cuenta del error, bajo hasta el río (me separa de él una alambrada con su puerta cerrada, pero se puede saltar) y lo vadeo ayudado por un tronco que lo cruza. De nuevo en el sendero, continúo por una senda junto al río, que me regala un precioso recorrido entre alisos, olmos, fresnos, álamos... hasta llegar al último molino en el curso del Ciudadeja (y el mejor conservado), el del Niño Dano (o de “Los Pelusos”), que no tenía una toma de agua fija, sino que era desviada al molino poniendo sacos de arena en el cauce del río.
Vuelvo río arriba, pasando junto al Molino de Martínez antes de salir nuevamente al camino junto al puente. Continúo por este camino hasta llegar a la carretera, al otro lado de la que sigue el camino de la Romería, que lleva a la Ermita de la Virgen de Belén.
Paso primero junto a las ruinas de un gran molino, el del Francés, así llamado porque fue un francés el que lo construyó; se estableció aquí a finales del siglo XIX para explotar el abundante corcho que vendía a productores franceses de tapones y con los beneficios de su venta construyó el cortijo La Venta (así se llama también la finca donde está el molino); en el cortijo montó un cocedero de corcho y luego edificó el molino, que abastecía de electricidad al cortijo y a las casas de los trabajadores.
La siguiente estructura hidráulica, tras dejar a la derecha el Camino del Túnel o Vereda del Quejigo (por el que volveré), es un azud de piedra, que debe ser lo que resta de el Martinete, de posible origen musulmán, un edificio donde la fuerza del agua represada, conducida por una canalización y cayendo a chorro movía el mecanismo de un martillo pilón de una fragua (más adelante se llamó Molino de los Polvoristas, por dedicarse a fabricar un componente de la pólvora a partir del carbón de zarza).
Llego a la ermita, situada en un meandro del río donde hay un merendero; aquí se celebra en agosto una romería. Tiene una gran escalinata y una columnata en su fachada, donde me llama la atención la labra de los capiteles.
Al final del área recreativa, sale una senda junto al río (por donde continúa la Geo-Ruta de Las Chorreras), que pasa junto a la parte trasera del Molino de los Frailes, ahora convertido en vivienda (aunque puede verse el doble cárcavo, uno para alojar el rodezno y el otro para un generador hidroeléctrico). Es el más antiguo de los molinos harineros, construido por los monjes Basilios a fines del siglo XVI, con tipología de molino de cubo; a principios del siglo XX fue cuando se añadió una bovina para generar la electricidad que abasteció al pueblo hasta 1932.
Salgo a un camino que lleva a una cancela a mano izquierda, por donde sigue el sendero que termina en el paraje de Las Chorreras, afloramiento, a través de fallas del terreno, de las aguas subterráneas de un manantial que abastece a Las Navas. La abundancia de roca caliza genera un acuífero kárstico, con un agua rica en carbonatos por la disolución de la caliza, que, cuando pierde presión en los saltos de agua o al quedar retenida por la vegetación, forma depósitos de tobas calcáreas (travertinos), donde son características las cavidades en la piedra, originadas cuando las raíces o ramas se pudren y queda sólo el recubrimiento de carbonato cálcico.
Inicio la vuelta por el mismo camino (al pasar la cancela está la opción -con un recorrido algo más corto- de volver a La Nava por el camino que sube al frente, que se continúa por la “Cuesta de Manolo”). Yo vuelvo por la ermita para luego recorrer el Camino del Túnel, así llamado porque el bosque mediterráneo forma un dosel que envuelve la vereda, realmente bonita; ésta se continúa, ya hasta el pueblo, por un camino de dehesa, donde abundan las piaras de cerdo ibérico. La cría de cerdos en Las Navas cuenta con siglos de tradición y está en el origen del pueblo: en el siglo XVI se establecen en la zona los mencionados monjes de la Orden de San Basilio (según su costumbre de entonces, fundaron varios monasterios en parajes abruptos y apartados de Sierra Morena) y luego llegarían los colonos que se dedicaron a esta actividad ganadera, junto con la producción de aceite.
Ya en el pueblo paso por la Plaza de España, donde se encuentra la Iglesia parroquial de La Purísima Concepción (siglo XVIII), que alberga una pila bautismal del siglo XVI procedente de la primitiva Iglesia del monasterio de los Basilios de San José del Valle (además de un retablo de siglo XVIII con un grupo escultórico de Santa Ana con la Virgen Niña de la mano, de madera estofada y policromada, y otras esculturas de los siglos XVII y XVIII); es sede de los patronos de la localidad, San Pedro y la Virgen de Belén. Su campanario, de 20 metros de altura, aloja cuatro campanas, llamadas San Antonio, Jesús, José y María (en homenaje a la Sagrada Familia).
Aquí concluyo esta ruta, algo larga pero sin dificultad técnica (siempre que no nos desviemos del sendero marcado).
Waypoints
Waypoint
1,224 ft
Molino de la Molineta (ss. XVII-XVIII)
Construido en piedra y ladrillo, con saetilla doble de entrada del agua con brocales ovalados
Waypoint
1,312 ft
Molino del Francés (siglo XX)
Molino harinero y para generar electricidad, por lo que cuenta con doble mecanismo de piedra de moler y turbina, alternador y transformador eléctrico y un gran depósito de almacenamiento de agua
Religious site
1,421 ft
Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción (siglo XVIII)
Planta basilical de una sola nave, con cinco tramos cubiertos con bóveda de cañón (semiesférica en el crucero). Torre de 20 metros de altura con aguja recubierta con azulejos, de reflejos metálicos
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
Qué bien explicado todo. Muchas gracias. Este finde la intentaremos! 💪🏻😎
Espero que os guste!