MONASTERIO DE HERMO (1.030)-BOSQUE DE HERMO (Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias)

MONASTERIO DE HERMO (1.030)-BOSQUE DE HERMO (Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias)


DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 13,6 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.445 m.
ALTURA MÍNIMA: 1.030 m.
ASCENSO TOTAL: 453 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 3,12 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Noviembre de 2012.

MONASTERIO DE HERMO (1.030) (Concejo de Cangas del Narcea) se ubica en el kilómetro 10 de la CN-9, que se desvía de la AS-15, en la localidad de RENGOS (650), próxima al túnel de RAÑADOIRO (880). Los orígenes de su iglesia, con la advocación de Santa María, datan de principios del S. XI, y fue fundada por dos obispos escapados de Al Andalus, huyendo de Abderramán III. El templo actual es un románico tardío (S. XIV) con elementos góticos. Encontramos varias casas con cuadra, hórreo y tejo, alguna del S. XIX, blasonada con su correspondiente escudo.

A su vez, el BOSQUE DE HERMO es una inmensa y rica masa forestal, con prevalencia de hayas, que ocupa una superficie de 1.500 hectáreas, y que se extiende de este a oeste, a lo largo de 10 kilómetros, entre la BRAÑA DEL NARCEA (1.333) y GEDREZ (732), pasando por MONASTERIO DE HERMO (1.030). Está integrado en el Parque Natural del encabezamiento, siendo el hayedo de mayor superficie de Asturias. Se sitúa en la vertiente norte de la SIERRA DE DEGAÑA (1.647), margen izquierda del RÍO NARCEA, cuyas fuentes se hallan en las proximidades de la citada braña.

Por la orilla derecha del río discurre la CN-9 y la pista asfaltada que, partiendo de Monasterio, termina en la misma braña. Dicha pista fue construida para uso de las explotaciones mineras del entorno. Se extiende bajo las faldas meridionales de la SIERRA DE CANIELLAS (1.921), rodeada de una rica foresta, donde abundan robles, acebos, abedules, piornos y rosales silvestres, con unos contrastes cromáticos, que poseen su propio encanto, sin desmerecer del imponente y majestoso hayedo sito en la otra margen.

El Bosque fue declarado RESERVA DE LA BIOSFERA en noviembre de 2002. Esta resolución no debió de ser bien acogida por algunos lugareños, porque en todo el circuito no aparece señal alguna de “PR” ni “GR”, por expresa imposición, según parece, de algunos propietarios a quienes el Tribunal Supremo reconoció sus derechos, a pesar de la diversidad de opciones para rutas que ofrece el territorio. Ello explica también la proliferación de “Prohibido el Paso” en cualquier encrucijada de camino y rótulos de “Propiedad Privada” en la pista principal. Sorprende esta circunstancia, porque la ruta forma parte de la antigua CAÑADA o CAMINO REAL (Gedrez-Monasaterio-Braña del Narcea-Caboalles), y el paso por la misma es, teóricamente, de dominio público.

El PARQUE NATURAL DE LAS FUENTES DEL NARCEA, DEGAÑA E IBIAS, enclave de nuestra ruta, fue declarado como tal en 2002 y es el más grande de Asturias con 47.589 hectáreas. Ocupa casi por completo el suroeste del Principado, haciendo frontera con León y Lugo, a la vez que cierra la Cordillera Cantábrica en su extremo occidental. Se ubica entre las cuencas del río Narcea al este y del Ibias al poniente.

Cuenta con una gran diversidad de paisajes debido a su extensión, destacando su alto relieve montañoso escarpado con ríos que forman profundos valles. Las joyas de su foresta serían los hayedos del mencionado BOSQUE DE HERMO y los robledales de MUNIELLOS –Reserva de la Biosfera-, ambos en excelente estado de conservación. Entre las especies que componen la fauna de la zona, el oso pardo se erige como protagonista principal junto al lobo, el rebeco, el corzo y el jabalí.

Intencionadamente quisimos iniciar el recorrido en Monasterio de Hermo, pese a que la pista asfaltada es transitable para cualquier vehículo, al menos durante cuatro kilómetros. Algunas guías marcan el comienzo de la andadura en la tan citada braña. De seguir su ejemplo, habríamos perdido la oportunidad de contemplar, linealmente y con calma, el hayedo desde fuera, con toda su rica variedad de perspectivas y matices. No olvidemos que, a veces, los árboles impiden ver el bosque. Igualmente, la masa forestal ya referida, que atravesamos a lo largo de nuestro itinerario, en la orilla derecha del río, merece por sí misma una detallada visita. Las fotografías darán fe de ello.

Pocas pinceladas para describir la ruta. Las imágenes hablan por sí mismas. Salida del pueblo, rumbo este, y paso por la “Residencia” en las afueras, primeras explotaciones. Continuación del recorrido y desvío a la izquierda para subir al P. CANIELLAS (1.921), que obviamos. Nuevo ramal poco después dirección sur hacia BRAÑA DE LA REVECHADA (1.275), que desechamos. Aproximadamente al cabo de tres kilómetros divisamos al fondo derecha restos de edificaciones, Coto Minero del Narcea (1.375) (Antracita).

Nos acercamos a las proximidades de la bellísima y recogida BRAÑA DEL NARCEA DE MONASTERIO (1.333), con portilla de grandes dimensiones, anunciando “Propiedad Privada”. Poco después de traspasarla, con el pequeño Narcea a nuestra derecha, nos topamos sorprendidos con la misma. Cabañas dispersas bien conservadas. Unos metros antes de cruzar el río, el CAMINO REAL continúa por senda, rumbo norte, para desembocar, al cabo de varios kilómetros en CABOALLES (1.100) (León), tras cruzar el COLLADO ALTO (1.483), cerca de las fuentes, y VEGA DEL PALO (1.450).

Continuamos la ruta hasta el fondo de la majada, tomando la última de las dos pistas que, girando hacia el poniente nos introduce en el corazón del hayedo y, tras un kilómetro de ligera subida, finaliza en una bocamina abandonada (1.438). Musgos y un manto de hojas en el sotobosque, más líquenes cubriendo las hayas, componen un cuadro pictórico indescriptible, en el que se entremezclan acebos, salgueras, serbales, abedules y algún tejo. Regresamos por el mismo camino.

Una ruta sencilla y hermosa, muy fácil, al alcance de cualquier senderista. El tópico “una imagen vale más que mil palabras” recobra todo su sentido en el interior y entorno de tan espléndida masa forestal. Contemplémosla deleitándonos con un sinfín de matices y contrastes cromáticos, en los que interactúan luces y sombras, potenciados por la presencia de las primeras nieves en época otoñal. Un bosque injustamente eclipsado por la proximidad de la afamada Reserva Natural Integral de Muniellos. Cierto pensador del S. XX escribió: “Sobre lo que no se puede hablar, hay que guardar silencio”. ¡No más palabras!