9. Monasterio de la Sierra y ruinas de Alveinte

INDICE IBP de Dificultad de la Ruta

Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/

El resultado del análisis IBP es de 55 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.

El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 507 metros (superior al que estima Wikiloc).


Para esta excursión nos guiamos fielmente por el trazado en Wikiloc por 'Angelbur' ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-monasterio-de-la-sierra-a-las-ruinas-de-alveinte-12232349 ), avisados como estábamos de las dificultades de orientación durante parte del descenso a las ruinas del convento de Alveinte. Y aun así, en ese tramo sufrimos y tuvimos que echar mano de nuestros escasos recursos de emergencia como expedicionarios (ver debajo).

Nuestras ansias se concentraban en las ruinas del convento franciscano, además de en las vistas panorámicas desde el monte San Vicente y en los bosques de vetustos robles próximos a Monasterio de la Sierra, punto de partida y de llegada. Y en estos tres puntos las expectativas se colmaron sobradamente.

Nada más salir del pueblo de Monasterio nos vimos inmersos en un fantasmal bosque de longevos y robustos robles, con personalidad propia en sus formas asimétricas, cada ejemplar con la suya. Parece como si trasmitieran la experiencia de su lucha por mantenerse erguidos. Contagian temple, entereza y coraje; no es poco para un árbol. En el regreso, viniendo por otro camino, los encontramos de nuevo, afortunados.

Subiendo hacia la cumbre del monte San Vicente, al igual que en la propia cima, encontramos, efectivamente, numerosos miradores con formidables vistas. Destacan las perspectivas hacia el norte, donde tenemos la boscosa Sierra de Neila, muy cerca; y también hacia el oeste, con la más rocosa y lejana Sierra de Carazo, al fondo. El propio paseo en sí mismo por la cumbre, de ida y vuelta, es precioso en vegetación baja.

El posterior descenso se complica bastante a partir de las tenadas de Bardalito (en torno al km 5,6 de nuestro itinerario). Desapareció (o fuimos incapaces de ver) cualquier rastro de sendero y nos encontramos vagando perdidos en medio de una muy densa vegetación durante más de un km ("eterno"...). Al fin, con algo de osadía y suerte, conseguimos llegar a las ruinas del convento.

Llegó entonces un momento especial, impactante: el encuentro con unas ruinas que antes estuvieron "vivas" durante nada menos que 400 años; y que acabaron agonizando por causa de la barbarie (las repetidas barbaries). Representan algo valioso para la cultura y la (verdadera) memoria histórica de un pueblo. De la grandiosidad de la construcción aún nos hablan los bellos arcos ojivales y esbeltos ventanales góticos. Ante los restos, uno siente pena, pero también orgullo por lo que fueron capaces de hacer quienes nos precedieron. Tenemos muchos casos de ello en esta tierra.

Desde allí, el regreso a Monasterio de la Sierra es sencillo por un marcado camino, a través de una dehesa que conduce de nuevo al bosque de robles en el que iniciamos el recorrido. Paseo ahora muy placentero que, junto con la experiencia de las ruinas, bien ayuda a olvidar las penurias (minucias, de las que también se aprende) durante el descenso.