Moncayo. Los seis dos miles de la Sierra. San Martín de Moncayo.

Moncayo. Los seis dos miles del Moncayo.
Preciosa ruta que recorre los seis dos miles del Moncayo que hemos hecho mi hijo Héctor y yo. Empezamos en el parking de la Haya Seca, donde dejamos el coche. Tras llegar al Santuario, nos internamos por la senda que sube a la cima por la ruta clásica. A los pocos metros nos desviamos por el sendero de Collado Bellido. Recoleto y fácil camino que entre pinos y canchales recorre dos de los tres circos glaciares presentes en esta Sierra. Incluido el de Morca, el más grande e impresionante. Las vistas al Somontano del Moncayo son amplias y claras. Se ven con claridad las zonas abrasadas del reciente incendio aún no extinguido. Como subía hacia Morca a pesar de no empujarle el viento en esa dirección.... 😪 El Parque estuvo en serio peligro....
En Collado Bellido, magnífico mirador de la cara oculta del Moncayo y las sierras del Aranda, Cariñena, y Calatayud, tomamos la senda que, casi en línea recta, sube por la cornisa hacia Peña Lobera. A la izquierda el barranco de Valdealonso, a la derecha el circo de Morca. Subida constante, pero no excesivamente intensa, que con dos descansillos nos conduce hasta el primer dos mil.
Es una cima amable y asequible. Solitaria y poco visitada, está llena de encanto. Es la vía más suave para acceder a las cimas de la Sierra, si bien es más larga que la ruta clásica y la del barranco de Agramonte o Castilla.
Desde aquí por una cómoda bajada llegamos a las faldas del Macizo Central. Por una corta pero intensa subida alcanzamos su punta Sureste. Y seguidamente el Cerro de San Juan y el pico de San Miguel, cima del Sistema Ibérico.
Ahora toca bajar al collado de Castilla. El sendero está bien marcado y balizado. Al frente Peña Negrilla y su punta Norte, nuestro próximo objetivo, mientras vemos claramente los llanos despejados del puerto. Desde este, en una subida no muy larga ni dura alcanzamos Peña Negrilla. Caminando por la cresta enseguida alcanzamos la punta Norte por un terreno bastante cómodo y llano. La amplitud de vistas hacia Soria, Navarra, y Tarazona es un regalo para la vista. Desandamos el camino hasta el collado para coger el barranco, y tras un rápido descenso, tomar el desvío a la derecha que entre pinos, canchales y de nuevo pinos, nos lleva de nuestro hasta el parking y fin de la ruta. Tanto el terreno como la vegetación están muy secos. Hace falta que llueva ya....
Si tenéis buena vista, en la zona de canchales tras el Mirador a mitad de camino por el barranco de Castilla o Agramonte, podrais ver 100 metros ladera abajo los restos de la cola de uno de los aviones estrellados en el Moncayo.