Monestir de Montserrat, Sant Jeroni, Miranda de Santa Magdalena i La Albarda Castellana

Caminar entre las paredes de la eterna señora siempre es un placer peculiar, las altas agujas y esos verticales acantilados te rodean de una inquietante satisfacción, dejamos el vehículo cerca de la basílica en un parking de pago, iniciamos esta excursión por el vía crucis para a los pocos metros encaminarnos por el camino de la Cruz de Sant Miquel, desde ella podemos ver en todo su esplendor, el monasterio, abandonaremos este camino cambiándolo por una senda vertical que se coge por detrás de la Bassa de Sant Miquel, ahora sin agua, pasamos por detrás del funicular de Sant Joan para visitar sus ermitas la nueva y la ruinosa, situada en una balma de la Aguja de Sant Onofre cuya ermita también se encuentra en estado ruinoso, más bien desaparecida, subimos un canal con una cuerda de grandes dimensiones para visitar los restos de la ermita de Santa Magdalena y ascender a su Miranda, un cim de la Feec, la ruta la continuamos bajando unas escaleras por un canal estrecho que nos llevan al camino de Sant Geroni, que no abandonamos hasta la cima que hoy está muy concurrida, magníficas vistas, impresionante paisaje, un aire frío nos despierta de este ensueño y decidimos comenzar el descenso, pasando por el monumento de Verdaguer, sacerdote catalán que tanto hizo por el montañismo, en una curva cerrada vemos el sendero que baja a la Albarda Castellana, no pudiendo resistir la tentación nos encaminamos y coronamos esa cima cumbre de la comarca del Bajo Llobregat, dos pasos complicados donde han instalado unas cuerdas, y nos encontramos en la ancha cúspide, volvemos al monasterio por el torrente de Santa María bajando más de un centenar de peldaños de unas escaleras angostas e interminables siendo las ultimas las de los pobres, hemos andado juntos Mari Angels, Elena, Laura, Belén, Rosa, Juan, Quimrio y Julián.