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MONFORTE DE LA SIERRA: SENDERO DE LA SIERRA MÁGICA Y DE LOS OFICIOS

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Trail stats

Distance
4.55 mi
Elevation gain
840 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
840 ft
Max elevation
2,960 ft
TrailRank 
32
Min elevation
2,472 ft
Trail type
Loop
Coordinates
218
Uploaded
September 28, 2023
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near Monforte de la Sierra, Castilla y León (España)

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Itinerary description

Humildemente escondido tras el renombre de su vecino Mogarraz, encontramos a Monforte de la Sierra, una preciosa Villa que aún conserva todo el sabor original del entramado serrano en sus calles calmas, donde nos sorprenden espectaculares esgra-
fiados en alguna de sus fachadas, un descomunal almirez de piedra que se utilizaba para machacar el lino que cultivaban antaño o unas vistas hacia el valle de la Sierra de Francia que cortan la respiración.

De sus calles surgen innumerables caminos, como el sendero de gran recorrido, el GR-10, que lo une con La Alberca por el noroeste o el famoso Camino del agua. Todos se sumergen en una naturaleza exuberante y pretenden desviarnos de nuestro destino hoy, que no es otro que conocer un recién inaugurado sendero convenientemente señalizado e historiado gracias a Adriss y que nos ha de guiar a través del bosque y la historia de las gentes que vivieron en este pueblo y que ha sido bautizado como El sendero de la sierra mágica y de los oficios.

Fachadas de piedra y entramado de madera y adobe donde surgen balconadas, nos cuentan que Monforte perteneció al Condado de Miranda, logrando su independencia en el siglo XVII con la categoría de villa y jurisdicción propia.

Aferrado a un terreno en pendiente, la actividad agrícola tradicional se centraba en la producción de cerezas, ciruelas y el cultivo de huertos, el pastoreo de algún rebaño de ovejas y cabras y la recolección de la vid. Cada vez aparecen más de estos bancales abandonados por la falta de manos jóvenes. Ya hace tiempo que se abandonaron las
actividades que se desarrollaron anteriormente: la carpintería, el mencionado cultivo del lino y el curtido de pieles.

Para descubrir todo ello les proponemos un paseo delicioso si el tiempo acompaña: ascenderemos por cualquiera de sus calles hasta dar con la plaza mayor, y desde allí, siguiendo la que asciende desde la parte superior izquierda, avanzaremos hasta dar
con la silueta de la torre exenta de la Iglesia parroquial que también cumplía funciones de atalaya. Poco más adelante alcanzamos un rellano con una pequeña cancha de fútbol y baloncesto, y a su derecha, un camino a veces empedrado y a veces encementado que asciende entre tapiales de huertas mientras contemplamos cerezos, castaños, robles rebollos y robles carballos, pinos, helechos y escaramujos, y más allá, algunos madroños.
Acabamos de empezar una ruta que nos entretendrá por dos horas, algo más si vamos despacio, son ocho kilómetros largos de distancia con algo de desnivel, no demasiado, por lo que podemos catalogarla de exigencia un poquito más que baja por alguna cuesta que encontraremos ya a la vuelta.

Continuamos nuestro camino: a nuestra derecha hemos dejado el cementerio. Tras quince minutos de ascenso por la pista hemos alcanzado un pilón de riego reconvertido en piscina donde refrescarnos en verano. Es la zona conocida como El viborero. Junto a ella, a la izquierda, encontramos la señal que nos indica que debemos internarnos por una
estrecha senda que habrá de llevarnos bajo la bóveda de los árboles hasta llegar al paraje donde estaban los lavaderos de lino que se utilizaron desde el siglo XVI al XVIII.

Pero antes, vamos a acercarnos al mirador de la Sierra Mágica que se encuentra justo a unos pasos, en un promontorio a la derecha al que subimos por unos escalones. Allí, una
vez recuperados de nuestro asombro ante la panorámica que abarca buena parte de la Sierra de Francia y alcanza a vislumbrar varias localidades de la Sierra de Béjar, podremos
leer el panel informativo para no perder detalle de todo lo que alcanza la vista. Resulta imposible no hacer unas cuantas fotos del espectáculo.Pongan las cámaras de sus teléfonos en modo “panorama” y ejecuten un buen barrido para dar envidia a sus
conocidos.

Ya es suficiente. Ahora vamos a regresar junto a la balsa de agua y seguiremos la estrecha canalización que hace las veces de senda y que permitía encauzar el agua embalsada para llevarla a los lavaderos de lino. Si vamos con cuidado, observando a nuestra izquierda, distinguiremos algunas pozas rectangulares, delimitadas por muretes de sillares de piedra que eran los lavaderos. Hubo treinta como este. El ayuntamiento pretende recuperar otros seis o siete para hacernos una idea de cómo era el espacio y las
múltiples labores que requería la obtención del lino, un cultivo ahora abandonado en las sierras, que entonces terminaba siendo hilado para confeccionar los paños.

Volvemos ahora por nuestros pasos y descendemos de nuevo a la cancha de fútbol y baloncesto. Nada más alcanzarla, la cruzamos hasta descubrir una nueva señal que nos impele a avanzar por el camino de se abre entre tapiales y huertas con viñas de uvas rufete y verdejo.

Este bosque tiene aprovechamiento como coto de caza que gestiona la asociación de cazadores del lugar. También se explota la madera por los vecinos, gracias al sistema denominado quiñones que consiste en dividir el monte público en lotes donde se marcan los árboles que pueden talar para leña y así, entre todos, contribuir a mantenerlo limpio de maleza.

En la sierra hay gamos, ciervos, zorros, corzos y jabalís. Debemos estar atentos a las indicaciones del camino para no tomar desvíos incorrectos. Nos dirigimos al paraje Las Palvas, un llano donde se trillaba el trigo. El camino de tierra traza una curva hacia la derecha con un leve ascenso al comienzo hasta que aparece a lo lejos la campa donde se erige una cruz y una mesa de piedra desde donde volvemos a ver la torre de la Iglesia. Hasta este lugar se viene en procesión el día de San Miguel, cuando se reparte bizcocho y vino y bendicen los campos.

Atravesamos Las Palvas dejando atrás la mesa de piedra y bajamos tres peldaños de piedra para tomar el camino que desciende a nuestra derecha. Nos encaminamos ahora hacia el paraje de El Hortigal, por un camino que abrió el ayuntamiento para meter la conducción del agua, cuidando de no desviarnos. Si continuásemos recto alcanzaríamos La Torrita, pues los manantiales están en los altos del valle de Belén-La buitrera. La senda se va estrechando hasta convertirse en vereda y atravesando un regato, en una curva cerrada hacia nuestra izquierda entre hermosos helechos.

Vamos a desembocar, tras una breve bajada en una antigua carretera asfaltada que unía Monforte hasta el cruce de Sotoserrano y que ahora está cerrada al tráfico por estar en exceso bacheada. Descendemos a la izquierda por la carretera, obviando un desvío que saldrá a nuestra derecha con indicación de parque micológico, hasta atravesar el Arroyo Arromilano y poco después encontrarnos el agradable área de descanso El Hortigal, con su fuente, refugio y merendero incluido que merece la pena visitar. El merendero
tiene sus propios vecinos. En las copas de sus árboles habitan el carbonero, el herrerillo común, el colirrojo real, el papamoscas cerrojillo o el pito menor. No es extraño. Si yo pudiese también viviría aquí. Antes había una pequeña represa donde bañarse en verano y en la caseta había parrillas para asar carne. La presa ahora se ha demolido para que no impida el discurrir y la cría de los animales del arroyo y está prohibido encender brasas para no poner en peligro un entorno tan maravillo. Es mejor evitar disgustos. En Monforte podemos comer en el bar ubicado en las antiguas escuelas si hemos tenido la prevención de encargarlo antes. Una recomendación personal: no deje de pasar por él en cualquier caso para disfrutar de un café con un pincho de deliciosas croquetas. También hay dos casas rurales por si tenemos la suerte de poder pasar varias noches para disfrutar de todo el entorno.

Tras beber en la fuente regresamos a la carretera y tomamos el camino de tierra señalado
que parte de la izquierda de la carretera, justo cuando esta comienza el ascenso. Vamos
a visitar otro área recreativa La Pradera donde podremos asombrarnos de la magnificencia de dos ejemplares de roble verdaderamente enormes, con una altura que supera los veinte metros y una edad de más de cuatrocientos años. Todo ello les ha llevado a ser catalogados como de especial relevancia. Su madera era especialmente apreciada para la construcción de barcos, y su bellota se utilizaba para engordar el ganado y como remedio medicinal.

Hay que recordar que durante todo nuestro camino hemos visto varios carteles indicadores de que nos encontramos en una zona micológica. Ya saben ustedes que, para poder recolectar, es preciso solicitar una licencia previamente, y aún más importante que eso, saber lo que nos traemos entre manos ara no tener un accidente al llevárnoslo a la boca. Aquí podemos encontrar ejemplares de boletus edulis, níscalos, huevos de rey, pié azul, lengua de vaca y chantarella.

Para alcanzar La Pradera habremos ido por un camino amplio y despejado, pasando junto a un extraño armatoste colgante en el margen que es un pluviómetro. Para entretenernos podemos recolectar y comer las castañas que encontremos por el suelo si estamos en otoño y pasaremos por alguna pequeña agrupación de pinos de repoblación que el ayuntamiento se esfuerza en erradicar para dejar espacio a los árboles autóctonos. Poco después aparecen los madroños entre robles. Alcanzaremos una bifurcación donde indica que Monforte está a dos kilómetros y de frente, a doscientos metros, alcanzamos La Pradera.

Tras hacernos fotos junto a los robles gigantes para tener consciencia de lo poco que somos en medio de la Naturaleza, regresamos sobre nuestros pasos hasta alcanzar el desvío que ha de llevarnos de nuevo a la Villa, tras atravesar de nuevo el Arromilano, y ascender con ímpetu un breve tramo de camino, de nuevo entre las paredes de las huertas repletas de vides hasta llegar nuevamente al punto de partida.

Servicios en Monforte: alojamiento y bar.

Otros puntos de interés en Monforte: arquitectura tradicional, elementos etnográficos y ruta urbana señalizada.

Otras propuestas en la revista Sierras de Salamanca: https://www.sierrasdesalamanca.es/revistas-electronicas/

Si quieres descargarte la revista donde aparece este paseo y otras propuestas interesantes de las Sierras:
http://www.sierrasdesalamanca.es/revistaotono2023/mobile/index.html

Y para saber más de las Sierras de Salamanca: https://www.sierrasdesalamanca.es/

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