Montaña de Amagro
near San Isidro, Canarias (España)
Viewed 143 times, downloaded 2 times
Trail photos
Itinerary description
La ruta se inicia en el aparcamiento de la antigua Reptilandia. El último tramo de carretera está bastante mal, pero se llega sin problemas. El sendero no se ve desde el aparcamiento, pero al aproximarse hacia la montaña enseguida aparece, aparte de que hay flechas blancas un poco escandalosas que indican el sentido de la marcha.
El sendero se sigue sin dificultad, aunque en la primera parte hay algunos tramos con picón y piedras sueltas, con el consiguiente riesgo de resbalar, especialmente a la vuelta, cuando se hace en bajada.
En nuestro trayecto nos encontramos con precioso un manto de tabaibas muy verdes, por la lluvia caída en las últimas semanas, que nos acompañó durante todo el recorrido. Además merece la pena detenerse a observar los líquenes y los cardoncillos, cada vez más difíciles de ver. Por desgracia, también hay rabo de gato, que ya empieza a colonizar la montaña, como tantas otras zonas de la isla.
No hay que hacer mucho caso a la curva de elevación, porque no se ajusta a la realidad para nada. El trayecto es ascendente hasta un primer morro que domina la vega de Gáldar, con vistas hacia el centro de la isla y el macizo de Tamadaba. Qué pena que había calima, por lo que nos perdimos parte de la espectacularidad del paisaje.
A partir de ese morro se inicia un tramo con mayor pendiente que, en un desvío, nos conduce a otro promontorio, coronado por dos cruces, desde el que se contempla la montaña de Gáldar y la costa norte de Gran Canaria.
Una vez de vuelta al punto de desvío, el sendero continúa por la cresta de la montaña, hasta el inicio de una pista. Nosotros no hicimos el tramo de acceso al punto geodésico por la pista existente, sino que continuamos cresteando sin dificultad. Desde ese punto se divisa buena parte de la costa norte y noroeste, incluso la punta del faro de Sardina.
El enlace desde el punto geodésico hasta la pista para continuar la ruta sí presenta alguna dificultad, por lo que hay que tomárselo con bastante precaución.
A partir de ahí, la ruta pierde bastante interés, porque la pista es más monótona, aunque se pasa junto a varios puntos de repoblación de la vegetación endémica. Se sigue un trayecto en descenso, con un par de desvíos a la derecha, hasta llegar cerca del primer morro, para recorrer de vuelta el mismo camino que tomamos al principio de la ruta.
El sendero se sigue sin dificultad, aunque en la primera parte hay algunos tramos con picón y piedras sueltas, con el consiguiente riesgo de resbalar, especialmente a la vuelta, cuando se hace en bajada.
En nuestro trayecto nos encontramos con precioso un manto de tabaibas muy verdes, por la lluvia caída en las últimas semanas, que nos acompañó durante todo el recorrido. Además merece la pena detenerse a observar los líquenes y los cardoncillos, cada vez más difíciles de ver. Por desgracia, también hay rabo de gato, que ya empieza a colonizar la montaña, como tantas otras zonas de la isla.
No hay que hacer mucho caso a la curva de elevación, porque no se ajusta a la realidad para nada. El trayecto es ascendente hasta un primer morro que domina la vega de Gáldar, con vistas hacia el centro de la isla y el macizo de Tamadaba. Qué pena que había calima, por lo que nos perdimos parte de la espectacularidad del paisaje.
A partir de ese morro se inicia un tramo con mayor pendiente que, en un desvío, nos conduce a otro promontorio, coronado por dos cruces, desde el que se contempla la montaña de Gáldar y la costa norte de Gran Canaria.
Una vez de vuelta al punto de desvío, el sendero continúa por la cresta de la montaña, hasta el inicio de una pista. Nosotros no hicimos el tramo de acceso al punto geodésico por la pista existente, sino que continuamos cresteando sin dificultad. Desde ese punto se divisa buena parte de la costa norte y noroeste, incluso la punta del faro de Sardina.
El enlace desde el punto geodésico hasta la pista para continuar la ruta sí presenta alguna dificultad, por lo que hay que tomárselo con bastante precaución.
A partir de ahí, la ruta pierde bastante interés, porque la pista es más monótona, aunque se pasa junto a varios puntos de repoblación de la vegetación endémica. Se sigue un trayecto en descenso, con un par de desvíos a la derecha, hasta llegar cerca del primer morro, para recorrer de vuelta el mismo camino que tomamos al principio de la ruta.
Waypoints
You can add a comment or review this trail
Comments