Montañas de Elgeta, rozando las mugas

Esta es una ruta que no se me hubiera ocurrido hacer si no fuera porque en el confinamiento por el Covid-19 solo nos permiten (de momento) hacer deporte en el municipio.
Si solo puedo hacer montaña en Elgeta, pensé que podría ser una buena idea subir las montañas más emblemáticas del pueblo haciendo un recorrido cerca de las fronteras del mismo.

De esta manera, siendo consciente de que nos encontraríamos con tramos incómodos, sin caminos o con maleza, hicimos este recorrido. Lo he calificado como "difícil", no por su dureza física (1.700 metros de desnivel y 27km ), aunque realmente es muy exigente, ni por sus complicaciones técnicas, sino por su recorrido salvaje, con tramos de maleza y zarzas y necesidad de conocer algo del terreno antes de meterse en él; de lo contrario es muy probable que uno se pierda o acabe enredado entre zarzas.

Salimos de Elgeta, para bajar a la presa de Aixola por carretera de cemento. Antes de llegar al final de la presa giramos a la derecha, subiendo por pista y sendero a la cima de Eguarbitza. A mitad de recorrido cruzamos la carretera de cemento que va a los caseríos de la zona.

Hasta llegar a Eguarbitza el terreno es fácil, aunque el último tramo muy pendiente.
El descenso hacia Ibur Erreka lo iniciamos por la cresta norte de Eguarbitza (cresta corta pero bonita). Luego, evitando un tramo con maleza, buscamos algún paso hasta dar con un sendero bien marcado aunque poco transitado. El sendero llega a una buena pista forestal (en algunos metros salimos del terreno de Elgeta), por donde bajamos hasta Ibur Erreka en zig-zag, pasando por un vertedero pequeño.

Una vez abajo hay que alcanzar y cruzar la carretera que sube de Eibar a Elgeta. Para ello nos metimos por el bosque, por senderos de animales salvajes, evitando en lo posible la maleza.

A partir de la carretera, por pista forestal, comienza la larga subida hacia Galdaramiño. Al final se sube por sendero, pero en todo momento sin complicaciones.

Desde Galdaramiño y pasando por Azurtzamendi nos fuimos a Azkonabieta.
Y de nuevo hay que bajar muchos metros hasta Beketxe Erreka y Sesto Erreka. En este descenso es imprescindible conocer el terreno o seguir muy bien el track: hay pistas cerradas por la maleza, senderos que conectan una pista con otra y tramos sin ni siquiera sendero.

Una vez abajo, en la carretera de cemento que va de Ubera a los caseríos junto a Sesto Erreka, fuimos hasta el caserío Mendikute. Desde aquí hay que alcanzar el area recreativa de Asentzio, y no se trata de una subida sencilla: nos encontramos con pistas cerradas por maleza, senderos llenos de zarzas (todo ello en pantalón corto), y varios intentos fallidos. Pero finalmente conseguimos llegar a una pista buena, con muchas huellas que nos llevó a Asentzio.

A partir de aquí ya el terreno es sencillo: nos fuimos a Intxorta, aprovechando para subir también a Intxorta Txiki y Gaztelumendi... y luego descenso a Elgeta y a casa, tras 6 horas y media de paliza.

Aunque la ruta es bonita, no la recomiendo para los que no conocen bien el terreno, a no ser que se vaya a buscar algo de aventura. De todas formas, se puede hacer parcialmente, bien para subir a Eguarbitza, Galdaramiño, Azkonabieta o Intxorta.