Montcorbison y Letassi desde Bassa d'Oles, vuelta por los santets de Casau y Gausac

El Montcorbison (2.173 m.) y el Letassi (2.177 m.) son las montañas que les son más familiares a los que viven en Vielha, Gausac y Casau. Su ascenso tiene varias posibilidades, siendo la más habitual hacerlo desde la Bassa d’Oles por la facilidad de contar con aparcamiento al final de la carretera asfaltada que lleva hasta ella. También cabe la opción, más ligera en cuanto a desnivel, de tomar en Casau la pista forestal de unos 13 kms que lleva hasta el Santet de Casau, a los pies del Letassi. Nosotros nos hemos decantado por la primera opción.

Iniciamos nuestra ruta tomando la pista que se abre a la izquierda del refugio y centro de educación ambiental “Era Piusa”, que seguiremos hasta un claro cuya extensión se encuentra fundamentalmente ocupada por una antigua laguna, ahora colmatada y con bastante vegetación. Un poste indicador nos dice que debemos girar a la izquierda, hacia la Borda dera Vila, siguiendo una pista, a veces difusa, que en suave ascenso nos llevará a un nuevo poste indicador. Aquí giraremos a la izquierda para tomar un sendero que irá ganando cada vez mayor pendiente y que, tras una buena y esforzada subida, nos llevará a la cumbre del Montcorbison.

Aquí las vistas son espectaculares en todas direcciones, tanto sobre el valle (se alcanza a ver desde Baqueira hasta el collado del Portilhon) como sobre el Aneto y Maladetas. A los pies de la cumbre hay un monolito con una imagen esculpida de la Mair de Diu de Mijaran. Desde este punto retomamos la ruta hacia el Letassi, siguiendo sin apenas dificultad el cordal entre ambas cimas. Alcanzada su cima, comenzamos el descenso hacia el Santet de Casau, en algunos puntos en fuerte pendiente donde se debe prestar mucha atención, aunque no requiera destrepar ni hacer uso de las manos.

Cerca del Santet de Casau, destino de las romerías de los lugareños, se alza un refugio que cuenta en su exterior con un lugar preparado para parrillas. Por la derecha del refugio tomamos un sendero marcado como BTT que desciende hacia la confluencia de arroyos que conformarán el Barranc de Gèles, importante afluente del Joèu que lo es a su vez del Garona. Seguimos este sendero hasta una cabaña en ruinas donde giraremos a la izquierda para aproximarnos al Gèles por sendas difusas, ya que, según la época del año, el sendero suele estar tomado por el agua. En este tramo de la ruta, la mayor pendiente hace que en el barranco podamos contemplar caídas de agua que a veces se convierten en cascadas de diverso porte. Así seguiremos hasta las cabañas de Gèles, cruzando en algún punto el río en busca de mejor sendero (aunque no sea estrictamente necesario).

Junto a las cabañas, la pista forestal cruza el Gèles y, apenas cruzado este, se nos presenta la opción de tomar la senda de la derecha que nos llevaría de regreso a la Bassa d’Oles por la Pleta des Anhèths (ver mi ruta https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/circular-desde-la-bassa-doles-por-pleta-des-anheths-santet-de-gausac-y-cabana-de-soquero-86128009). No obstante, en días de fuerte calor o de mal tiempo (nuestro caso hoy) recomiendo continuar por la pista forestal, más resguardada del sol, de la lluvia o del fuerte viento.

Siguiendo, pues, la pista forestal, llegamos inmediatamente al Santet de Gausac, lugar de peregrinación de los lugareños de ese pueblo (y también de la vecina Vielha) en sus romerías en honor a la Virgen de las Nieves (Mair de Diu des Nheus), que allí tiene su imagen en una hornacina protegida. El lugar tiene numerosas mesas y bancos de obra, además de una barbacoa, y -poco más abajo- una fuente.

Continuando la ruta por la pista forestal, nos vamos adentrando en el bosque, en esta época bien adornado con los colores del otoño. La seguiremos durante aproximadamente 1,8 kilómetros, hasta encontrar un poste indicador que nos señala el camino de regreso: una pista que surge a la derecha en fuerte subida para internarse en el bosque, que se hace más espeso. Esta pista nos llevará en algo menos de 1,5 kilómetros hasta la Cabana de Soquèro, junto a la cual hay una fuente con abrevadero, aunque no siempre tiene agua. Continuamos por una zona de prados, y en poco más de medio kilómetro llegamos a la laguna colmatada que, para no enfangarnos, habremos de rodear por su derecha para alcanzar la pista que nos devuelve al aparcamiento de la Bassa d’Oles.

En cuanto al nivel de dificultad, lo califico de “Moderado” tanto por algún paso que requiere extremar la atención como por el desnivel, ya que algunos tramos de bajada no son aptos para todas las rodillas (tanto si la ruta se hace en el sentido original como a la inversa).