Monte Castelo por el Vía Crucis.

Tenía muchas ganas de repetir esta ruta por varios motivos, el primero por volver al monte Castelo, desde donde se disfrutan las que considero mejores vistas de Viveiro y segundo, por resolver el descenso, ya que la anterior vez lo hice por un regato que bajaba con mucha agua y resultó algo dificultoso (puedes ver esa ruta en este link: Monte Castelo).

Comienzo la ruta en Landover desde donde parte una senda bastante empinada que lleva al mirador bajo desde donde ya tenemos un aperitivo de las panorámicas de lad que gozaremos en el de arriba y tras un rato ya vamos a la primera cruz de las 14 que representan las estaciones de la pasión de Cristo. Hay que indicar que este Vía Crucis se instauró en 1894 y restaurado en 2001. La subida es bastante inclinada, pues ascendemos 260 metros en 1,2 km., pero la verdad es que resulta bastante asequible al hacerse por un cómodo sendero. Así llegamos hasta los miradores y la capilla que hay al final; las vistas son impresionantes, frente a nosotros se encuentra todo el tramo final y desembocadura del río Leandro que se abre a una hermosa ría que termina en el Cantábrico, al fondo la ciudad de Viveiro y sus arrabales y bajo nuestros pies el valle de Chavín. En la vertiente este hay otro pequeño mirador con un banco desde el que se puede contemplar una panorámica que llega hasta O Xistral. Por su parte, la ermita de San Martín se alza entre grandes rocas graníticas donde desde tiempos inmemoriales se realizaban ritos paganos, pues bien podemos decir que este monte ha sido lugar de culto desde la más profunda antigüedad, en una zona donde hay constancia de varias docenas de castros.

Subo después hasta el vértice geodésico que se encuentra sobre una gran roca con una pía de gran tamaño y después me enfrento con el descenso que había sido dificultoso la vez anterior. El camino está razonablemente bien hasta llegar al collado que separa el Castelo del Penido Grande, donde hay una molesta vegetación; decir que hago un par de intentos de buscar ruta de acceso a esta segunda cumbre, pero me encuentro con sendas cegadas. Pasado el collado veo una continuación que había obviado la vez anterior y que me permite bajar con comodidad hasta uno de los varios carriles que cruzan la ladera este en dirección al mirador bajo. Antes de llegar al mirador me meto en un laberinto de vías de sacas de eucaliptos que aconsejo evitar y ya cierro la ruta circular.