Monte do Facho de Donón y Costa da Vela
near Donòn, Galicia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta es sin duda una de las zonas más sugestivas de Galicia. Ya sólo la estampa majestuosa de las Islas Cíes como fondo sería suficiente para que hiciésemos una caminata por el sinfín de pistas y caminos que hay. Pero además, las playas son preciosas, batidas por el océano, hay bosques de carballos, pinos, laureles (y eucaliptos, por supuesto), el paseo por los faros es muy bonito y por si fuera poco podemos visitar el antiguo poblado de Beróbriga junto a Donón cargado de historia y de restos arqueológicos.
Comenzamos nuestro paseo en el pueblo de Donón para poco a poco y casi sin darnos cuenta ascender hasta O Facho de Donón, monte que tiene en su cumbre un extraño edificio de granito. Se trata de una garita de vigilancia circular de muros y bóveda de piedras. Aunque su aspecto actual es del siglo XVIII, sus bases forman parte de un antiguo faro medieval que formaba parte del sistema de aviso defensivo costero. En él se hacía una hoguera de paja mojada (facho) para que soltara una gran nube de humo y pudiera ser divisado desde muchos puntos de la costa galaica.
Alrededor de la cima veremos las excavaciones del poblado castrexo conocido como Beróbriga. Se pueden apreciar casi cincuenta viviendas circulares, de los cuales unos cuantos adquieren medidas inusuales de entre cinco y siete metros de diámetro y sobre todo un sinfín de piedras derramadas por toda la ladera provenientes de las viviendas y murallas que rodeaban el recinto.
Los habitantes de estas viviendas adoraban, entre otras, a una divinidad llamada Bero Breus, quién da el nombre al castro de Monte do Facho.
Asociado a esta divinidad de Bero Breus surgió aqui, sobre el siglo III, lo que fue uno de los templos de peregrinación religiosos más antiguos conocidos de la península, semejante sólo a otros distribuidos por zonas atlánticas y con influencias celtas. Así lo testifican las 174 aras encontradas dedicadas al dios Bero Breus, que hasta el momento de la excavación era desconocido. Se trata de un lar o dios local. Las aras eran ofrecidas al dios por los peregrinos y eran subidas por el penitente hasta lo alto de la cumbre.
Una vez allí era puesta en frente al gran océano azul. Fue tal la cantidad de aras que se hizo necesario incluso un relleno de la parte más alta de la cima. El objetivo de este esfuerzo era pedir por la salud, como así lo atestiguan las inscripciones de las aras, que todas rezaban el siguiente texto en latín: “Deus lari Berobreo aram posuit pro salute”. Su número masificado hizo que las aras fueran altas y estrechas y su aspecto tiene un gran influjo prerrománico. La existencia del templo es atestiguada por los hallazgos de unas columnas, aunque sobre todo sabemos de sus existencia por ese “bosque de aras” descubierto. La mayoría de estas aras pueden verse en la actualidad en el Museo Arqueológico de Vigo situado en el Pazo de Quiñones de León, en Castrelos. La influencia del templo llegaba a casi todo el NO peninsular.
Este centro espiritual fue descubierto por los arqueólogos José Suárez y Thomas Schattner.
Después de esta interesante visita comenzamos a descender poco a poco hacia la parte Sur de la costa de La Vela. Tras pasar por otro antiguo poblado llamado das Cortes y de cruzar el complejo dunar hoy en día fijado por un pinar acabamos en la majestuosa playa de Barra.
Una vez recorrida continuamos por una senda que mira hacia Vigo y llegamos al primero de los faros, el de Punta Subrido. De paso podemos ver un poco más bajo las ruinas de una antigua factoría de salazón de pescado. Poco más tarde encontramos otra preciosa playa, la de Melide, de aguas frías y bien batida por las olas. Subimos al segundo faro llamado de Punta Robaleira y por último al de Cabo Home. Las vistas son en todo este trayecto de postal.
Desde allí, y en suave ascenso, regresamos hasta Donón, punto de partida y de fin de etapa.
Es un paseo sencillo, apto para cualquier persona acostumbrada a caminar unas pocas horas.
A lo largo del camino no hay fuentes por lo que es una buena idea llevar agua. En verano suelen abrir en la playa de Melide un chiringuito pero el resto del año está cerrado.
Comenzamos nuestro paseo en el pueblo de Donón para poco a poco y casi sin darnos cuenta ascender hasta O Facho de Donón, monte que tiene en su cumbre un extraño edificio de granito. Se trata de una garita de vigilancia circular de muros y bóveda de piedras. Aunque su aspecto actual es del siglo XVIII, sus bases forman parte de un antiguo faro medieval que formaba parte del sistema de aviso defensivo costero. En él se hacía una hoguera de paja mojada (facho) para que soltara una gran nube de humo y pudiera ser divisado desde muchos puntos de la costa galaica.
Alrededor de la cima veremos las excavaciones del poblado castrexo conocido como Beróbriga. Se pueden apreciar casi cincuenta viviendas circulares, de los cuales unos cuantos adquieren medidas inusuales de entre cinco y siete metros de diámetro y sobre todo un sinfín de piedras derramadas por toda la ladera provenientes de las viviendas y murallas que rodeaban el recinto.
Los habitantes de estas viviendas adoraban, entre otras, a una divinidad llamada Bero Breus, quién da el nombre al castro de Monte do Facho.
Asociado a esta divinidad de Bero Breus surgió aqui, sobre el siglo III, lo que fue uno de los templos de peregrinación religiosos más antiguos conocidos de la península, semejante sólo a otros distribuidos por zonas atlánticas y con influencias celtas. Así lo testifican las 174 aras encontradas dedicadas al dios Bero Breus, que hasta el momento de la excavación era desconocido. Se trata de un lar o dios local. Las aras eran ofrecidas al dios por los peregrinos y eran subidas por el penitente hasta lo alto de la cumbre.
Una vez allí era puesta en frente al gran océano azul. Fue tal la cantidad de aras que se hizo necesario incluso un relleno de la parte más alta de la cima. El objetivo de este esfuerzo era pedir por la salud, como así lo atestiguan las inscripciones de las aras, que todas rezaban el siguiente texto en latín: “Deus lari Berobreo aram posuit pro salute”. Su número masificado hizo que las aras fueran altas y estrechas y su aspecto tiene un gran influjo prerrománico. La existencia del templo es atestiguada por los hallazgos de unas columnas, aunque sobre todo sabemos de sus existencia por ese “bosque de aras” descubierto. La mayoría de estas aras pueden verse en la actualidad en el Museo Arqueológico de Vigo situado en el Pazo de Quiñones de León, en Castrelos. La influencia del templo llegaba a casi todo el NO peninsular.
Este centro espiritual fue descubierto por los arqueólogos José Suárez y Thomas Schattner.
Después de esta interesante visita comenzamos a descender poco a poco hacia la parte Sur de la costa de La Vela. Tras pasar por otro antiguo poblado llamado das Cortes y de cruzar el complejo dunar hoy en día fijado por un pinar acabamos en la majestuosa playa de Barra.
Una vez recorrida continuamos por una senda que mira hacia Vigo y llegamos al primero de los faros, el de Punta Subrido. De paso podemos ver un poco más bajo las ruinas de una antigua factoría de salazón de pescado. Poco más tarde encontramos otra preciosa playa, la de Melide, de aguas frías y bien batida por las olas. Subimos al segundo faro llamado de Punta Robaleira y por último al de Cabo Home. Las vistas son en todo este trayecto de postal.
Desde allí, y en suave ascenso, regresamos hasta Donón, punto de partida y de fin de etapa.
Es un paseo sencillo, apto para cualquier persona acostumbrada a caminar unas pocas horas.
A lo largo del camino no hay fuentes por lo que es una buena idea llevar agua. En verano suelen abrir en la playa de Melide un chiringuito pero el resto del año está cerrado.
Waypoints
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Una ruta espectacular nada difícil y fácil de seguir. Muy recomendable